jueves, 19 de abril de 2007

REQUIEM PARA UN SUEÑO (LA DROGADICCIÓN)

Y una disertación sobre la droga…
Son reconocidos como factores de dependencia drogas, alcohol, nicotina, comida, sexo, juego, trabajo, internet, religión, relaciones personales, entre otras. Se puede ser adicto hasta al amor o a los romances, o a lo que los psicólogos denominan las relaciones disfuncionales. Réquiem por un sueño comienza por adicción, pasa por dependencia y termina en codependencia.
Ellen Burstyn (Sara Goldfarb, es la madre), Jared Leto (Harry Goldfarb, es el hijo), Jennifer Connelly (Marion Silver, es la novia), Marlon Wayans (Tyrone C. Love, el amigo), Christopher McDonald (Tappy Tibbons), Hubert Selby Jr. el novelista y guionista; Darren Aronofsky, es el director.
En Réquiem, Harry, Tyrone y su novia forman un trío de heroinómanos que sueña. El uno con conseguir una gran partida de caballo y abrir un negocio. Sara, la madre perturbada tienen precedentes psiquiátricos y logra su escapismo mezclando anfetaminas y televisión. Ella también sueña, pues la posibilidad de aparecer en un concurso televisivo impulsa a la madre a una peligrosa dieta de adelgazamiento. Su hijo busca escapes en la droga y en el amor.
La drogadicción allí en la ficción, y fuera de ella, es un negocio, al igual que la televisión. La adicción, cualquier adicción, puede ser a voluntad o involuntaria. De aquí que hay un ambiente de libertad, que podría ser la génesis de su nudo novelístico y fílmico, pero que en Requiem se observa como el ejercicio del libre albedrío individual y como libertinaje de la sociedad y de los medios que la reflejan.
Así es el cuadro de la coyuntura social contemporánea, en la cual los negocios y los sueños equilibran al mundo. Los dos grandes peligros de este mundo globalizado pueden residir en que la política acabe o desvirtúe los negocios, o en que las adicciones, escapismos, ocios, acaben con valores y felicidades individuales, luego de haber pasado por ser la misma felicidad, de haberla suplantado.
En Colombia, el actual Comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, ha sido un estudioso del tema de los paraísos artificiales. Propone un no al consumo de sustancias psicoactivas y dice: "La compulsión sólo aparece cuando los psicoactivos se integran al régimen capitalista de producción y desaparecen las mediaciones culturales que hacen posible su uso sin destruir los lazos de reciprocidad comunitaria". El es el autor de La Fruta Prohibida, cuyo subtítulo es La droga como espejo de la cultura. Cuál es esa fruta prohibida? El mundo de las drogas de cultivo agricola y de fabricación industrial. Pero cuál es la causa de su prohibición?
Restrepo dice que la drogodependencia no se combate con liberalización ni prohibicionismo, sino con educación para la libertad. Las adicciones sin drogas al trabajo, al éxito, al riesgo, al juego, al estrés, al deporte, son compulsiones que en las sociedades actuales son ensalzadas o propuestas como sustitutas de la falta de consistentes proyectos de vida, de alicientes o de amor.
A las adicciones se les propone prevención o rehabilitación. Cómo se prevén los sueños y cómo se rehabilitan las personas de estos? La droga no es la culpable, “La droga ha tomado la forma de un nuevo chivo expiatorio, cuya expulsión del seno de la sociedad es indispensable para asegurar la tranquilidad comunitaria”. La drogadicción ha existido desde el comienzo de la humanidad, no le había hecho daño, le ayudó a soñar y vivir, es lo que hay como argumento implícito en Restrepo, ¿porqué en la sociedad actual pasa a ser la culpable?
La lucha contra las drogas es hipócrita, su prohibición también. Se podría abogar por el derecho de soñar de manera inconsciente o a voluntad. Sin embargo, son los elementos del mundo artificial que son nocivos al mundo real, lo que los hace peligrosos y fuera de ley. Los sueños que generan daño a la propiedad privada, ruptura de normas sociales, resquebrajamiento de las leyes del capital para acceder a las fuentes del poder político y económico, son esos motivos por los que la droga es nociva, y debe ser prohibida.
Pero igual sucede con todas las adicciones. El amor adictivo, codependiente, que obliga a sumisión, a disminuir la propia dignidad del que ama, es nocivo. Es cuando aparece el amor que merece rechazo. ¿Quién lo creyera? Hoy, hasta el amor de los padres es cuestionable si este es dominante, si resta derechos al libre desarrollo de la personalidad de sus hijos.

El amor a Dios, también ha sido cuestionado. Hay varios dioses. El mundo está lleno de ellos. Ya no persisten iglesias oficiales pues la libertad de cultos las ha cuestionado como únicas. ¿Es ello una ruptura de valores? No, es la posibilidad de alcance del sueño de libertades, de opciones y de tolerancias. Empero, las guerras del mundo son ya y en el futuro, guerras de religión y de raza (de psiquis y soma, de alma y cuerpo, de lo que somos).
Restrepo propone a los profesionales de la prevención y la rehabilitación dejar atrás la ingenuidad y el analfabetismo político, el mismo que está en la base de la drogodependencia. Ni liberalización ni prohibicionismo: educación para la libertad, es lo que propone. “La solución represiva se impone de manera simplista y mecánica, sin considerar los factores de poder y las oportunidades mercantiles que dan soporte al consumo de drogas en el mundo capitalista.” Se trata de “no reproducir la dinámica de círculo vicioso que nos impone la identificación de la droga con la fruta prohibida”.
La adicción es de manera paradójica, una respuesta a la libertad, cuestiona la educación y los modos del intercambio afectivo. Las adicciones sin drogas (al trabajo, al éxito, al riesgo, al juego, al estrés, al deporte) son compulsiones que en las sociedades actuales han llegado a ser ensalzadas y hasta propuestas como sustitutas de la felicidad.
En Réquiem, no son las adicciones las culpables, no es el derecho a soñar. Lo que convierte a la felicidad y su búsqueda en tragedia y drama, son los caminos previos, las historias de sus protagonistas. Esos sueños que el mundo real no posibilita, los sueños cuyo alcance solo se da sin facilismos, aceptando las reglas, son las causas de que Sara, Harry y Marion no hayan alcanzado la tan ansiada felicidad de sus sueños, y estos hayan muerto.
!

EL GRAN DICTADOR

Adolf Hitler y Charles Chaplin hacen parte de la lista de íconos más reconocidos de la historia universal. Esa larga serie de figuras emblemáticas, de la cual pueden hacer parte desde Marilyn hasta Elvis, desde Kennedy hasta Evita y muchos otros. También están el ya anciano Pato Donald y los muy jóvenes héroes de Matrix. E, igualmente, Alicia, la del país de las maravillas, hasta El Principito que habita un planeta para él mismo.
Lo común a todos ellos es su capacidad de simbolización y su alcance mitológico que va desde la política, pasando por la música y la literatura, y llegando al cine. Cuando la política ha hecho daño real en los antecedentes sociales de hoy, se nos convierte en un placer del mal lejano. El dictador contado como una historia pasada puede ser entretenido, divertido y motivo de estudio cuidadoso para entenderlo y no volver a repetirlo (la historia no conocida condena a repetirla).
La política está referida a un mundo real, en tanto que el cine lo hace de manera virtual. La actual época tecnológica hace énfasis en la teleinformática, el audiovideo y el sonido perfeccionado. Por ello se fabrican más figuras, de ellas muchas irreales, otras que son una representación de la vida cotidiana que los medios reproducen y expanden y algunas mediáticas. Éstas últimas, vivas, rodeadas de una aureola que no les pertenece, pero con el gran mérito de ejercer muy bien su papel de significantes: los actores y actrices, personajes del modelaje y del deporte, del divertimento o el arte, o la política, en general que cuente con suficiente carisma para ser aceptado, reiterado y tener la posibilidad de ingresar al mundo del lenguaje universal que componen las imágenes míticas y los héroes construídos en coyunturas sociales que cada vez son más prontas y efímeras como significado.
Es así como los desarrollos tecnológicos, que van de la megamemoria al hipertexto, dan cabida a que se tenga más amplia oportunidad de crear, pero mucha más de llevar mensajes efímeros. El arte debería tener actualmente mayor evolución e impacto. Se puede, y de hecho es así, crear mundos alternos a imagen y semejanza de lo que se desea a voluntad. Y eso es el arte. Si los demás no comprenden, o entienden difícilmente, nuevos lenguajes, esto es sólo temporal, coyuntural. En adelante, esa nueva lingüística si cuenta con calidad,tendrá lectores rápidos que la haga perenne. Si no, vendrá el olvido.
Con El Gran Dictador no puede pasar esto último. Desde 1940 todavía está ahí y transmite bien lo que quiere decir. Aunque su gran mérito no sería su vigencia en el tiempo sino la lectura de la coyuntura social que logró en ese momento, por ello muchas de las críticas con referencia a este filme asumen que la película fue, o es, visionaria.
Además de su permanencia, su calidad de sesenta y nueve años ya, se debe destacar que Chaplin fuese director, productor, músico y doble actor de su propio guión. Involucró en esta su primer obra fílmica sonora, no sólo sus creencias políticas, sino su esencia de judío.
Chaplin actuando como Hynkel, dictador de Tomania (Alemania), ayudado por Garbitsch (caricatura de Goebbels, Ministro de Propaganda Nazi) y Herring (Mariscal Goering), se acompaña de Napaloni dictador de Bacteria (Mussolini de Italia), decide atacar Austerlich (Polonia) y perseguir judíos.
Aquí las similitudes con la historia de los años treintas y lo que vendría después, es indudablemente premonitoria. Chaplin utiliza diversos lenguajes para criticar y hacer reir.
En el lenguaje escrito dentro del guión de su autoría, los nombres de sus personajes hacen remembranzas burlonas en el idioma inglés. Quizá con base en el uso de cacofonías, Hynkel puede relacionarse con hind (trasero), Garbitsch con garbage (basura) y bitch (ramera), Herring con la misma palabra (arenque), Napaloni con Napoleón, pero más bien con nape (nuca o cogote). Recuérdese que Mussolini se distinguía por ser calvo y tener un fuerte cuello, Bacteria, cuya pronunciación es similar a Italy en inglés, Austerlich, que siendo una ciudad europea, puede relacionarse con austere, que traduce sencillo (Polonia).
De esta manera, Charlie hace arte sin remitirse únicamente al lenguaje visual. Juega artísticamente con el idioma, y estrena sonido en su cine. A ello añade lenguaje actoral, gestual. La recordable secuencia del globo terráqueo con coreografía imaginada aparece en el guión titulada como Danse Routine:
Se dirige hacia el globo con una mano en la cadera y la otra extendida. Lo levanta de su soporte, se produce un momento de concentración mágica y el globo se convierte en una pelota que Hynkel hace rebotar pasando de un puño al otro y por encima de su cabeza. Puede hacer con ella lo que se proponga y el mundo es ahora su juguete. Ríe extasiado, juega, muestra su poder, patalea. Modifica su postura de manos, el mundo por poco se le escapa y para vengarse, lo retiene contra sí, enojado, le da un puntapié y repite movimiento similares. Vuelve a recuperar el globo, lo golpea autoritariamente frente a su escritorio, fanfarronea, lleva al mundo desde el pie hasta su cabeza, y sus nalgas. Pelotea y ríe demoníacamente hasta que el globo estalla y termina por llorar.
Esta película es, por tanto, arte a través de multiplicidad de lenguajes. Si un niño la ve, también la entiende, es decir que la lee.
Por tanto, la obra de Chaplin es aquí literaria por su guión, musical por su utilización del sonido, histórica por su argumento, cinematográfica por aglutinar todos esos lenguajes, y artística. Es arte porque construyó un mundo virtual alterno a su realidad en un espejo risible y utilizando su cuerpo pequeño y de bigote para relacionarlo con el Fuhrer. Chaplin ya tenía este bigotico, sin que Hitler lo influyera. Por eso, como buen actor, presta su figura para remedar permisivamente. No estaba copiando sino escribiendo un personaje con sus propias palabras que, en la actuación, son el cuerpo.

EL SOSPECHOSO (RENDITION)

Lo bueno: es un subjetiva postura contra la tortura política


Lo malo: ciertas políticas de Estado son más graves

El principiante director Gavin Hood tiene a Tsotsie, la historia del joven marginado social sudafricano, como su mejor carta de presentación. Esta vez cuenta con el privilegio de dirigir a Reese Witherspoon, Jake Gyllenhaal, Meryl Streep y Alan Arkin (el orden debería ser por edad y méritos, pero es el de los roles en el guión).

Meryl actúa menor tiempo, pero se destaca de manera enorme. Alan le secunda. Reese se ciñe a su pequeño papel de esposa desesperada y en embarazo. Jake, aporta su cara de niño asustado para representar un funcionario de la CIA que colabora en la tortura del egipcio esposo de Reese, el sospechoso.

La “rendición extraordinaria” que da nombre a esta película resulta ser el concepto más interesante y revelador de ella. Debemos recurrir a la citación literal de lo que este significa: es un proceso estadounidense extrajudicial el cual implica el envío de supuestos criminales sin juicio, supuestos terroristas o sospechosos de apoyar grupos considerados por el gobierno de Estados Unidos como organizaciones terroristas, a países extranjeros para tenerlos como prisioneros e interrogarlos. Esto, según críticos de la CIA, busca evitar las leyes estadounidenses que prescriben el proceso debido y prohíben la tortura, incluso a pesar de que muchos de esos países, al igual que los Estados Unidos, han firmado o ratificado la Convención de la ONU contra la tortura. Se le ha llamado también a esta práctica "tortura mediante intermediarios" o "vuelos de tortura”.

No obstante estar todo bien realizado en la película, se falla en la profundización política de las implicaciones internacionales del tema ya que se le sustituye como un simple ejercicio de conciencia del agente metido a liberador. La trama aunque novelesca, sin embargo, hipotetiza los peligros a que se puede ver expuesto el torturador del lado egipcio incluso sobre su misma familia. Pero es precisamente esto lo que aparece como una bruma argumental que oculta la denuncia política poco convincente que hay en el filme, a pesar que se trata de hechos comprobados al igual que otros como los campos de concentración en Guantámo, casos individuales como el de Khaled El-Masri en Afganistán, y otros innumerables sucesos de tortura, violación a derechos humanos y posterior liberación o desaparición, conocidos gracias a la prensa mundial.

THE COUNTERFEITERS (LOS FALSIFICADORES)

Otra historia real? ojalá¡
Lo mejor: Actuaciones
Lo peor: Quién puso un tango de fondo musical?
Salomon Sorowitsch falsifica para el Superintendente Friedrich Herzog en la Operación Bernhard acompañado de Adolf Burger. No obstante, la película se basa en declaraciones del nonagenario Burger. Sus confesiones confirmarían parte de la leyenda del oro nazi y de tesoros hundidos en lagos por los alemanes. Tenemos derecho a desear que en el cine la estrategia comercial de impulsar guiones basados en historias reales, la cual era una de las críticas más usuales a la industria, no sea desvirtuada con el paso del tiempo. Tenemos derecho a preguntar, también, qué diablos hace un tango como elemento musical central, como leitmotiv de una historia nazi. No hay explicación consistente. Marius Ruhland, su compositor, ha sido felicitado sin preguntarle el porqué de su bella música. Otra cosa es hablar de tangos en modo genérico. Será que a las SS les gustaba el tango? es posible: en tal época del siglo XX Argentina era el mayor proveedor de carne y trigo en el mundo ... pero de tangos ... En fin, la película es muy buena. Pero deja la incertidumbre acerca de qué tan amañados son los guiones, la música y el tema de engañar al mundo con las compras del empobrecido Tercer Reich con base en libras esterlinas y dólares falsificados a la perfección, para lograr un Oscar a la mejor película extranjera. Se puede enfatizar que la película es buena. Pero con el paso del tiempo un filméfilo se puede hacer todas estas preguntas: veracidad? temática? música? historias de nonagenarios? el rol principal no corresponde al protagonista de la historia? el falsificador genial no es quien cuenta su historia de idealista? Pregunta técnica: de dónde salían las planchas? eran un obsequio de otras nacionalidades que apoyaban al Tercer Reich?

BARRABÁS

Parece moderna a los 46 años
En DVD la historia de Barrabás se valora aún más. Sin efectos especiales este filme alrededor de un personaje ficticio parece haber dado origen a muchas secuelas del género de "gladiadores". El libro base es excelente.
Gladiator, de Ridley Scott, luce ahora como una historia maquillada por el modernismo. Barrabás se convierte en una lección sobre los comienzos del cristianismo y del ocaso del imperio romano. Es didáctica y valiosa. Quinn, Gasman, Borgnine, Jurado, Palance, Kennedy, todos ya fallecidos, están allí en su período vital con una madurez que conservaron hasta el final. La superproducción es mejor que algunas muchas de las llamadas de género gladiadores o de semana santa. Estaba un tanto olvidada, pero gracias al mercado pirata y al DVD se puede incluir en nuestras cinematecas. Parece realizada hoy. En qué ha avanzado el cine? en efectos especiales, sonido, color y edición. Quizá nada más.
spoiler:
Es una mejor mirada al mundo del circo romano. Es más detallado en las escenas del circo, que todas las demás que han sido hechas sobre este particular momento de la historia.

SIN DESTINO (FATELESS)

Existió el infierno de las cámaras de gas?
Lo mejor: Todos los aspectos técnicos y humanos
Lo peor: Una reiteración necesaria
La música de Ennio Morricone (en este caso no es tan recordable y bella como acostumbra) le da, sin embargo, el ambiente incidental que requiere una visión lisa y llana del viacrucis de un joven judío y su regreso a la libertad. El dato curioso, aparece al final como representación de los ejércitos del eje salvador, un Daniel Craig (participación corta) que intenta dar el tinte gringo al argumento. Las mejores partes son el inicio y el final. Las reflexiones a que inducen estos apartes llevan a pensar en el pragmatismo de la sociedad que no ha sufrido directamente el holocausto. Sus mismo vecinos, sus compatriotas, sus amiguitas de infancia, todo su alrededor pregunta si ha sido cierta la existencia de las cámaras de gas, si son reales los campos de concentración, si allí sí se sufre como se especula. Las respuestas de Fran a sus dieciseis años comienzan a desinteresarse en contar la verdad a un mundo algo hipócrita y eso explicaría cómo se gestaron las dudas que aún hoy rondan por los vericuetos de la historia y la política tergiversante acerca del genocidio judío. La cámara se ilumina al principio y final con colores que contrastan con los grises del nudo argumental en Buchenwald, pero el desarrollo obliga a confesar que estos filmes hacen parte de un género que para quien sea cinéfilo vital puede aparecer como una réplica ya vista decenas de veces. No obstante, con ello se denotaría la objetividad de las descripciones de sus productores (esta "Sin Destino" está basada en una historia real). Cabe preguntarse cómo lograr que las nuevas generaciones vean y comprendan el mensaje libertario tan importante que connotan las revisiones sobre el holocausto, sin caer en la añoranza del divertimento.

COMETAS EN EL CIELO

Por ti lo haría mil veces
Lo mejor: introspección y globalización
Lo peor: no tiene empaque taquillero
Los fenómenos sociales debidos a la invasión extranjera, el desarraigo, el desplazamiento, la ruptura y fractura de lazos familiares y económicos, son de difícil narración. O el narrador se orienta a un discurso politizado, o el oyente/vidente no entiende o no puede relacionar estos grandes movimientos sociales con la idiosincrasia de un pueblo y con su impactos a nivel individual en las historias personales. La carrera de cometas logra ambos fines pues relata de manera objetiva lo que sucede en Afganistán al llegar el invasor ruso en 1979 y pinta con colores de añoranza y comprensión con profundidad psicológica la relación de dos niños de diferente clase social hermanados por sus juegos infantiles y por secretos inconfesables que solo después de la muerte algunos develan. Amir, el protagonista expía su pecado de conciencia con el rescate amoroso del hijo de Hassan, su amigo de infancia: “por ti lo haría mil veces más”.
Marc Forster dirige con maestría la novela afgana-americana de Khaled Hosseini, donde los rusos escinden la vida de los personajes, mientras que los talibanes acaban por cambiar los rumbos de sus destinos individuales.
La diáspora va de Afganistán a Irán y a Pakistán. Las tres fronteras y sus costumbres se dibujan con agilidad relatora. Los personajes no aparecen más allá de lo necesario pues es su evocación la presencia válida, como lo son los recuerdos en nuestra mente.
La crítica ha pasado por tachar esta película de folletinesca hasta acusarla de falta de compromiso social. Sin embargo, parecería que en una sociedad acostumbrada al orgasmo argumental, político y visual, una narración muy cercana al lenguaje literario puede parecer inocua. Los momentos dramáticos pueden también parecer rebuscados y la situación de guerra no ser vista de manera crítica por el responsable de la historia. Pero no son ni la intención del novelista ni la responsabilidad del director sino la capacidad de reflexión del público el factor que debe producir el impacto esperado de este relato vital dentro de un entorno globalizado.