jueves, 21 de junio de 2012

EL NIÑO DE LA BICICLETA (LE GAMÍN AU VÉLO)

La dupla belga de los hermanos Jean-Pierre Dardenne (61) y Luc Dardenne (58) escriben y dirigen esta octava entrega de su obra fílmica humana e intimista, sencilla y muy fuera de la ola industrial del cine occidental. Los Dardenne tienen un prestigio que renuevan cada tres años y por lo cual suelen ser consentidos de Cannes. Pero la película es actual en su tema y anacrónica en su factura. Recuerda el neorrelismo italiano de los cuarentas y la nouvelle vague francesa de los cincuentas que alcanzan a coincidir al finalizar los años sesentas. Aunque fueron estilos muy claramente diferenciados, coincidían en el manejo de tiempos reales y en la insistencia en los planos generales cortos de los personajes. Así también, “Le gamín...” podría contarse en negro, blanco y gris, para que remembrara plenamente que la sofisticación tecnológica de la producción del cine parece no afectar ni se hace necesaria en las historias de los Dardenne, relatadas en lenguaje clasicista. Con un inmenso respeto por esta muestra contemporánea, la historia del niño que se apega a su bicicleta casi en sustitución lúdica de lo que le hace falta a nivel emocional, alcanza a ser solo un buen material audiovisual y pedagógico en asistencia social y familiar, sobre los riesgos usuales de los infantes institucionalizados en hogares de adopción, cuando enfrentan las calles.

PODER Y TRAICIÓN (THE IDES OF MARCH)

El buen George Clooney escribe y se dirige a sí mismo en una trama política interesante, acompañado de un elenco brillante. Ryan Gosling, Paul Giamatti, Phillip Seymour Hoffman, Evan Rachel Wood y Marisa Tomei complementan con altura los intringulis de la campaña del gobernador y prometedor candidato (Clooney) que es traicionado por su asesor (Gosling), sobre la base precisamente de haber mantenido lealtad en un mundo donde esta no se valora en medio de la batalla por los votos simpatizantes. La referencia a la traición por la cual muere Julio César en el 44 antes de Cristo y comenzando la segunda quincena de marzo, a pesar de haber sido advertido, es llamativa en el póster del film. Pero, las conclusiones no sorprenden como thriller político y llevan la película en su final a un género casi simplemente policiaco. Pero, con solo US$12 millones Clooney logra un rentable producto porque, de toda forma, no defrauda a su taquilla.

UNA SEPARACIÓN (A SEPARATION; NADER Y SIMIN)

Digna ganadora del Oscar a mejor película extranjera, esta película iraní de solo US$500.000 de presupuesto (ejemplo avergonzante para países que sueñan identidad cinematográfica con éxito mercantil), muestra las actuaciones impecables de Peyman Moadi y Leila Hatami, como “Nader y Simin”. Leila es recordable por “Leila”, film homónimo de 1998, con su belleza clásica y natural enmarcada en la elegancia simple de su “hiyab”. Sareh Bayat, es la mujer que ha de cuidar del padre de Nader generando imprevistos dramáticos y Sarina Farhadi, es la hija que hace un claro ejemplo de víctima central de un divorcio. Ambas aportan baluartes a esta sencilla, excelente y universal historia de una ruptura familiar, que se da más por incongruencia de intereses conyugales que por desamor.

MIENTRAS DUERMES (SLEEP TIGHT)

¿Es la antipatía por la felicidad de los demás algo común o solo una patología rara y excepcional? El odio a la felicidad de alguien tiene extremos perversos y simples. La perversidad de este síndrome podría calificarse de algún tipo de sociopatía, en tanto que su simplicidad sería una muestra de la muy usual y aceptada envidia. Dentro de este síndrome, Jaume Balagueró (“Rec”, “Rec2”, “Los sin nombre”), dirige al talentoso Luis Tosar en el rol de hacerle la vida desdichada a Marta Etura, quien hace una mujer amable y feliz, atenta con el conserje del cual no supondría que representa una sociopatía envidiosa, y muy desagradecida. Se trata de una temática bien realista que no encaja en la vocación de aterrador de Balagueró, pero lo refina en su capacidad de generar paranoias que, luego del cine, hacen mirar con el rabillo del ojo a … vecinos … y porteros.