martes, 1 de marzo de 2011

EL CISNE NEGRO (BLACK SWAN)


En la táctica de los papeles ad-hoc que escogen ciertos artistas del cinematógrafo para competir por lo alto, Natalie Portman acaba de lograr lo que buscaba merecidamente, pero que no le era indispensable para una carrera profesional desde siempre exitosa.

A Natalie le acompañaron en la aventura Kunis (usual protagonista de filmes sobre videojuegos), Cassel (Mónica Bellucci), Hershey (María Magdalena en “La última tentación de Cristo”), Ryder (Globo de Oro en “La edad de la Inocencia”). Participaron además, Abraham y Charlotte, los padres del director Darren Aronofsky, quien con solo nueve películas cuenta ya con destacados aciertos: “Pi: orden del caos”, que lleva una década en el culto de los cinéfilos; “Réquiem por un sueño”, con Jared Leto de “30 seconds to Mars”, que hace lo mismo en el librepensamiento de la cinefilia; “El luchador” que hizo la búsqueda de galardones para Mickey Rourke quien pudo obtener Bafta, Independent Spirits y Globo de Oro.

Un director innovador y excelente, sin preocupaciones por la taquilla y que trabaja con presupuestos de menos de US$15 millones. Una banda sonora apoyada en la belleza de la música inmortal de Tchaikowsky, que no tenía pierde alguno, pero que ha molestado a sectores de la crítica que esculcan dentro del filme para encontrar sus propios y verdaderos valores estéticos, dada la insistencia en el respaldo sobre un ballet tan bello pero reiterado como “El lago de los cisnes”.

La película juega con un drama psicológico que intenta ser de terror, pero no funciona en este sentido. Solo se entiende la intención si se toma como un sueño paranoico de la protagonista. La actriz Portman ha tenido seis parejas, 36 películas, es directora y productora, cuenta con un título de Psicología en Harvard y deseaba estos meritorios (16) premios a su actuación en diversos festivales alrededor del mundo. No obstante, su carrera ha sido de por sí siempre exitosa desde que tenía solo doce años. Y es por eso que se percibe lo que tiene “Black Swan”, que siendo nominado a cinco categorías del Oscar, ha sido un proyecto personal con clara intención de competir y, por atinado, de ganar en el papel central.

En otra perspectiva, lo que se puede sentir en el filme no es un tema alrededor del ballet, mucho menos sobre la base argumental del “Lago…”. No.

El filme gira alrededor del tema de la competencia personal, la paranoica mirada a la competidora, los intereses en juego. La madre que fue bailarina y ya no es, el director que no ve danzantes sino títeres que le resalten su propia calidad de talento artístico, la tentativa abusadora de quien tiene el poder de restar la oportunidad única a la bailarina central, una mirada temerosa a la competidora que llega a convertirse en atracción lésbica, el ascenso a un rol central sin la seguridad en sí misma y, finalmente, solo alienación.
Todo ello queda en manos del espectador para que este resuelva si Nina se ha herido a sí misma, si morirá, o si todo ha sido un sueño alucinante.