domingo, 5 de diciembre de 2010

AGUA SANGRIENTA (BLACK WATER)

David Nerlich y Andrew Traucki dirigen al alimón esta película simple y de mínimo presupuesto. Siendo australiana tiene, casi por obvias razones, un argumento desarrollado en medio de la naturaleza. Nuevamente, el error de anunciar como cine de terror siendo de horror, pues genera sentimientos de repulsión con algunas escenas poco agradables (un medio cadáver flotando) con algo de suspenso (¿saldrá el cocodrilo de sorpresa, al estilo de “Tiburón”?).

Es un cuasidocumental de un hecho real, en el cual se utilizaron cocodrilos domesticados. En una ciénaga se internan cuatro personas, regresará una. ¿Cuál es el valor de esta cinta? Los directores colombianos deben reconocer que las cámaras deben moverse, que los actores son el principal soporte y que el presupuesto debe ser superado por las ideas. En este film no se comete el despropósito de convertir al animal en un monstruo inexplicado como lo han hecho Steven Spielberg (“Jaws”) o Luis Llosa (“Anaconda”), por ejemplo, sino en un peligro previsible.