sábado, 4 de septiembre de 2010

SON COMO NIÑOS (GROWN UPS)


Dirige Dennis Dugan. Pero son Adam Sandler, Kevin James, Chris Rock, Rob Schneider y David Spade, que han sido amigos siempre, no solo dentro de este argumento jocoso, sino en su vida profesional hollywoodense, quienes orientan el filme. Por ello es que esta película pareciera no tener un guión desarrollado sino un simple “storyboard” (escrito por Adam Sandler y Fred Wolf) al que se apegan todos con facilidad.

Es un filme dentro de la tónica de crisis en el cual se conjugan varias personalidades reconocidas como estrategia de mercadeo. Llama la atención que US$80 millones se tripliquen en el mercado gringo hasta el momento.

¿Cuál es el secreto del éxito de este tipo de películas? Probablemente su sencillez, su lenguaje literario y visual plenamente llanos, su falta de pretensiones de autor.

No cabe duda que es Sandler la constante de alto valor en la ecuación. A él se le suele confundir con su competidor en el cine masivo que es Ben Stiller, aunque este último parece depender de la infraestructura a su alrededor (su éxito reconocido se ha dado en las dos historias sobre los “Fuckers” con De Niro). Las comparaciones serán siempre odiosas y las preferencias siempre dependientes de gustos. No obstante sirven en este caso para entender que Sandler depende menos de la producción a su alrededor y sus temáticas han podido combinar la comicidad con la profundidad, como en “Locos de Ira” con Jack Nicholson, “Como si fuera la primera vez” con Drew Barrymore, “Spanglish” con la despampanante Paz Vega y “Click, perdiendo el control” con Kate Beckinsale.

Acá la historia no es de adultos inmaduros, como se sugiere, sino de una pequeña justificación para no perder nunca el niño que llevamos dentro.

Por ahora, el marcador Sandler vs Stiller podría ir como en 5-3 y contando.

LA HERMANDAD (DAYBREAKERS)


Dirigen los Spierig Brothers (Michael y Peter), quienes también realizan al alimón el guión acerca de una sociedad hematofágica ficticia en la cual los humanos son criados para industrializar su sangre en un mercado de vampiros sedientos. Protagonizan Ethan Hawke (“Training day” y Gattaca”) como Edward Dalton, vampiro con consciencia, el excelente Willem Dafoe (“Spiderman”, “Mississippi burning”, “The last tempation of Christ”, “”Platoon”) es Lionel 'Elvis' Cormac, el casual descubridor de la cura para la fotofobia de los vampiros y Sam Neill hace Charles Bromley (“Jurassic Park III”, “Merlín”), el “blood industrial” representación del mal en este film.

¿Cómo evitar la combustión de un cuerpo eterno a la luz del día? Elvis tiene el secreto y Edward desea difundirlo en la sociedad vampírica, acabar con los hatos de humanos y su esclavitud. Una hipótesis para atraer a la taquilla, sin lograrlo de forma suficiente. Cine adolescente dentro de la tónica actual de “diversificación” de la historia primigenia de Bram Stoker.