viernes, 20 de julio de 2012

TENEMOS QUE HABLAR DE KEVIN (WE NEED TO TALK ABOUT KEVIN)

Tilda Swinton (Eva Khatchadourian), John C. Reilly (Franklin Plaskett) y Ezra Miller (Kevin Khatchadourian), son los padres y el hijo de esta torturante historia contemporánea. Siendo basada en la novela de Lionel Shriver, refleja variados hechos reales de innegable impacto mundial. Las masacres estudiantiles por parte de adolescentes psico y sociopáticos, cuesta expresarlo, son comunes en Norteamérica y países noreuropeos. La masacre de 1966 en la Universidad de Texas ocasionada por Charles Whitman; las de San Diego y Pearl, ambas en 1997; la de la comunidad de Jonesboro, Arkansas, y la de Thurston en Oregon, en 1998. Columbine en 1999 y también la de Michigan, en el 2000, y la de Minnesota en el 2005, que preceden a la de “Virginia Tech” en el 2007 y a la de Finlandia en el 2008. La de Albertville, Alemania en el 2009. Incluso la de Río de Janeiro en el 2011… lista interminable si se incluyen hechos menos masivos y mediáticos.
El cine se ha preocupado por estos temas, aunque resultan de difícil ética para su producción y fracaso taquillero. “Kevin…”, de solo US$7 millones ya produjo pérdidas. En filmes recientes pueden recordarse retratos crueles y cruentos, como “Elefante”, “Heathers”, “Bowling for Columbine”, “Zero Hour”, “Zero Day”, “Bang Bang”, “Klass” y ahora “… Kevin…”, que han mostrado versiones de estos execrables hechos.
Se encuentran ampliamente documentadas (school shooting), una docena de masacres estudiantiles en el siglo XIX y 150 en el siglo XX (más de 300 asesinados), además de unas quince (cerca de 170 muertes) en el presente milenio. Es a partir de la década de los sesentas del siglo XX que comienza realmente el fenómeno, pues en cincuenta años el mundo ha sabido de 119 masacres estudiantiles en Estados Unidos con 258 muertes, 11 en Canadá con 27 muertos, 22 masacres en Europa con 103 (no se incluye la de Beslan con 385 muertes más, por ser un acto de índole terrorista)y 13 en Suramérica, Asia y Australia con 81 muertes. En Estados Unidos y Canadá el promedio de muertes por cada hecho es de poco más de 2 muertes, mientras que en Europa dicho promedio es de 4,7 y en Suramérica, Asia y Australia, de 6,23 asesinados. Concentradas en los recientes 50 años han sido, en suma, 165 masacres estudiantiles ocasionadas por jóvenes, con un resultado de 469 muertes. Hiere el corazón pensar en asesinos juveniles enfermos por su misma familia y por la sociedad que les ve nacer, aunque sin olvidar el hipotético origen no psíquico de estas patologías.
Tilda (52) ha obtenido diversos galardones europeos por su papel de la mujer y madre tardía cuyas conductas, en apariencia inocuas, provocan el rechazo de un vecindario ciertamente convencional. Es una de las más caracterizadas actrices del momento. John (47), es un buen actor de innumerables y recordados filmes. Hace acá un padre en apariencia hogareño, pero apartado. Un pusilánime e inerte social, de una “lejana cercanía” con su hijo. Ezra (20), es el excelente actor que provoca temores y odios. Baterista y cantante, refleja tipicidades propias de tribus urbanas e inquietudes de la generación actual. Desempeña a la perfección el papel del sádico Kevin, que hace pensar, de manera dolorosa y poco taquillera, en tantos casos similares de sociopatía juvenil, tan imposibles de ocultar y aún más difíciles de explicar.

HOMBRES DE NEGRO 3 (MIB 3; MEN IN BLACK III)

Barry Sonnenfeld ha tenido la suerte de dirigir a Will Smith en cuatro de sus éxitos de taquilla (Wild Wild West, MIB I, II, III). De sus otras 15 películas nada notorio puede comentarse, excepto que empezó con “The Adams Family”. MIB III, como es de buen uso actual en las sagas exitosas, inventa una precuela de sus precedentes con un argumental viaje al pasado donde se juega con la diferencia de edades entre los agentes K y J, Tom Lee Jones (66) y Will Smith (43), Josh Brolin es K joven en 1969 cuando deben salvar al mundo de una invasión alienígena en el trasfondo del lanzamiento de Apollo 11 y su posterior alunizaje. Los acompaña Emma Thompson (agente O), Jemanine Clement (Boris the animal) y Michael Stuhlbarg (Griffin). La “crew” del filme es grandiosa: el músico Danny Elfman, de muchos éxitos de Tim Burton, de Los Simpson, etc. Guión de Ethan Cohen (uno de los talentosos hermanos). Steven Spielberg entre los productores ejecutivos. MIB como organización no gubernamental es una creación cómic de Lowell Cunningham en 1991, que originó estas entregas fílmicas, un poco distanciadas, de 1997, 2002 y 2012. La entrega MIB costó US$90 para una taquilla de US$590 millones (es la película que se reestrena constantemente en TV). La entrega MIB II generó con US$160 unos US$440 millones (donde actuó Michael Jackson como el agente M, con un menor impacto en los ingresos).
Esta reciente entrega se realizó con un presupuesto de US$220 millones, pero su suerte quizá no sea la misma ocasionando un declive de la franquicia. El filme tiene desventajas: su lanzamiento está bien distanciado del éxito anterior; los efectos especiales son menores respecto al avance tecnológico actual; el guión no es excitante; la recurrencia al hecho histórico del viaje a la luna está muy manida en el cine (aunque mueva boletas en el mercado de Estados Unidos con un estreno de US$55 millones equiparándose con “The Avengers” en las cifras de primer día). La película dista bastante de muchos otros éxitos sobre viajes al pasado, efectos paranormales e invasión de alienígenas, de los cuales ciertamente hay mucho menos en esta que en las anteriores entregas. Los niños y niñas que crecieron con la saga tienen hoy entre 10 y 20 años (2002 y 1997), siendo los únicos que posiblemente estén fidelizados a la taquilla, aunque muchos se sentirán como afectados por el “neurolizador”. Los infantes y adolescentes de hoy muy seguramente no pudieron ser impresionados por este esfuerzo, aunque el guión trata de ponerlos al día. La marca de éxito no seguirá siendo “MIB”, sino quizá “Will Smith”.