martes, 23 de febrero de 2010

Sorbos para una sola pastilla


Descaro de Superintendencia

¿Que Saludcoop restituirá $627 mil millones y desmontará las operaciones de préstamos, donaciones e inversiones realizados con recursos provenientes de las contribuciones parafiscales? Y en 8 meses, a razón de US$2 millones por día laboral.

Repitamos: ¡! $2.000.000 de dólares por día !!! es una sanción sensacionalista que no se alcanzará a cumplir, nunca, simplemente.

Descaro de MInisterio

¿Una EPS con más de seis millones de usuarios adquiriendo activos e infraestructura en operaciones diferentes a su razón social desde hace seis años ante la displicencia de la Superintendencia Nacional de Salud?
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¿Qué las normas reglamentarias pueden resarcir los errores de los decretos 131 y demás como reforma a la salud?

¿Qué un Presidente y un Ministro aseguren que se puede reglamentar en contra de un decreto ya firmado?

Qué descaro ante el país ¡! Es un error que no cometen ni los estudiantes de primer año de derecho ¡!.

Descaro de Presidente

¿Que un Presidente desafíe “para que se enfrente como varón” a otro presidente de un país vecino? (así sea Chávez) ¡! Qué falta de estatura de estadista ¡!

Descaro de gobierno

El relativo éxito de una sola política, como la de Seguridad Democrática, y los sensacionalistas y muy desordenados Consejos Comunitarios, lo único visible de un tal Estado Comunitario, no justifican que una personalidad, así sea atrayente y eficiente, cimente el populismo en pleno siglo XXI, llenando de promesas vanas a un país y que se base “descaradamente” en la injusta ignorancia y pobreza de la mayor parte de los ciudadanos.

EL VENGADOR


Se enfrentan Jamie Foxx (Oscar por “Ray”, The Kindom, The soloist…) y Gerard Butler (The phantom of the Opera, 300, Tomb raider…). F. Gary Gray (The italian job, Be cool), dirige al más tradicional estilo del Hollywood actual lleno de figuras carismáticas, sonidos estridentes, apoyos electrónicos, medium shots, travellings aéreos de persecución, colores simbólicos en tono azul oscuro y montaje expresivo. Para ello se requiere el guión a cuatro manos y la combinación de maquinaria tipo Saw (la saga de Jigsaw) hasta secuencias de submisterios tipo Se7en (escrito así).

“Law abiding citizen”, su título original, hace referencia al ciudadano respetuoso de la ley que representa Butler quien, impulsado a la venganza por la muerte de su esposa e hija, arremete contra el sistema judicial intentando probar que siguiendo sus normas y procedimientos no se hace justicia real (el lema de “justice at any cost”).

Desde la cárcel, por haber matado al principal asesino de su familia, comienza una delirante serie psicopática de muerte a remoto, diseño de tecnología planeada para burlar la ley, argumentos que enredan a los jueces y misterios que justifican explosiones, atentados y cerco generalizado a toda una ciudad. El fiscal, Foxx, animado por su ranking en casos ganados, pasó por alto y negoció algo que le costaría mucho trabajo una década después.

Esta trama lleva mucho público a la taquilla, a pesar que cuesta reconocer que toda esta inteligencia de la industria cinematográfica de punta decline siempre en productos dirigidos a esos dos tercios que representa el segmento adolescente del mercado mundial que busca dos horas de esparcimiento basadas solo en “letal weapons and serial crimes”.