viernes, 12 de marzo de 2010

Hombres dementes (Los hombres que miraban fijamente a las cabras)



Libro cómico dirigido por Grant Heslov, que reúne a un elenco llamativo con Ewan McGregor, George Clooney (Oscar secundario 2006 en Syriana), Jeff Bridges (Oscar mejor actor 2010 en Crazy Heart), Kevin Spacey (Oscar protagónico 1999 en Belleza Americana), Robert Patrick, entre otros.
El director Heslov ha sido un actor poco interesante, socio y amigo de Clooney, con quien intentan esta aventura luego de haber compartido “Good Night and Good Luck”, un mejor filme, donde los roles fueron contrarios a los de esta ocasión: Clooney dirigía al actor Heslov.
El guión de Peter Straughan es escrito sobre el libro de Jon Ronson y hace ficción sobre una unidad especial del ejército de los Estados Unidos en Irak. Allí, un periodista (McGregor) encuentra a un supuesto y mitómano soldado psíquico (Clooney) que dice haber aprendido de un jefe de brigada especial (Bridges) para aprovechamiento de fuerzas paranormales, la forma de invisibilizarse, a vencer mentalmente a sus enemigos, a atravesar paredes, asesinar cabras con sólo mirarlas y un etcétera de locuras similares.
La película posa de hilarante, no lo es mucho, y de intrascendente, lo es un tanto. Pero la ironía sobre la conformación de batallones de invasión con supuestas ventajas militares sí busca reír en la cara de la política de “ofensiva preventiva” que, desde George W. Bush anima la práctica guerrerista de los Estados Unidos. El filme se burla de la imagen de soldados fuertes, equipados, valientes, que carga consigo el mayor ejército dentro del panorama geopolítico mundial, pero que es siempre puesto a prueba por fuerza militares pobres, resistencias guerrilleristas y, en fin, hombres armados con cualquier cosa, que ponen en jaque a los hombres equipados con las especulaciones de “Los hombres que miraban fijamente a las cabras”, un título que debiera haber sido respetado pues refleja perfectamente su loco aunque poco atractivo contenido.
Las aventuras de Clooney como actor, director, coguionista o productor son muchas ya. Se distinguen por un ánimo irónico, de tendencia cómica, que convoca a sus colegas, que mueve el mercado fílmico debido al carisma personal de su promotor, pero que no satisface plenamente.