miércoles, 27 de junio de 2012

UN MÉTODO PELIGROSO (A DANGEROUS METHOD)

David Cronenberg es un interesante y talentoso director, a pesar de haber realizado “Scanners” o “Spider” y otras cositas de segunda categoría, a cambio de las cuales sí se deben reconocer “The fly”?¡ ?¡, “M. Butterfly”, “Crash”, “A history of violence”, “Eastern promises” y este peligroso método psicoterapéutico que a primera vista llama la atención por su elenco. La parte argumental une a Keira Knightley (como Sabina Spielrein), Michael Fassbender (como Carla Gustav Jung), Viggo Mortensen (como Sigmund Freud), Vincent Cassel (como Otto Gross), Sarah Gadon (como Emma Jung), André Hennicke (como Eugen Bleuler) y Arndt Schwering-Sohnrey (como Sándor Ferenczi), personajes que invitan a pasar por la taquilla.
Cronenberg ha realizado antes lo mejor de su reciente filmografía en compañía de Mortensen, con un lenguaje cinematográfico pausado y contundente (“A history… Eastern… A dangerous..), a través del cual, de toda forma, no deja de utilizar referencias visuales fuertes al cuerpo humano y enfoques desde “el punto de vista de la enfermedad” como es, vox populi, su propio comentario acerca de cómo se debe ver su obra. En esta historia de ficción, el joven Jung, de 29 años, establece una relación profesional y erótica con Spielrein, de 18, a la vez que como trasfondo se desarrolla su matrimonio con Emma de 22 y la intelectual amistad con Freud, de 48 años y Gross de 27, en un círculo que parece más que intelectual, de especulaciones e incertidumbres jóvenes y enfermizas.
Lo que sucede en la pantalla es llamativo pero no veraz, es inquietante y respetable, pero aburridillo. De manera que, bien dirigido, con elegante puesta en escena e iconografía y lenguaje profundos, el libro de John Kerr (1994, Vintage books) llevado a esta película solo cumple su destino de lectura ociosa de conceptos que deberán consultarse en otras fuentes. La especulación novelada se basa en el desarrollo de la idea de pulsión destructiva y sádica, supuestamente propuesta por Sabina y según la cual desarrollaría Sigmund su pulsión de muerte. Lo de los azotes y nalgadas entre la pareja central es, según las referencias, un inexistente elemento histórico introducido por Cronenberg, siempre reconocido por sus referentes visuales a la fragilidad del cuerpo, pues sus desnudos torturados, heridos, acariciados, mutilados o como muestra de lascivia atraerán, además, el interés del espectador común. Los diálogos son, sin embargo, un paneo serio y analítico a las preocupaciones que Freud generaba en su más cercana generación de psiquiatras y psicoanalistas. No obstante, la presencia de Mortenssen como Freud es relativamente lejana y no habrá de satisfacer el ansia de los iniciados en estos temas, en un filme con el cual Cronenberg ha deseado pasar del énfasis en el cuerpo al de la mente, en transición que los combina cinematográficamente, con base teórica alrededor del estudio psicoanalítico de la evidencia de la torturante condición somática de la mente humana.

jueves, 21 de junio de 2012

EL NIÑO DE LA BICICLETA (LE GAMÍN AU VÉLO)

La dupla belga de los hermanos Jean-Pierre Dardenne (61) y Luc Dardenne (58) escriben y dirigen esta octava entrega de su obra fílmica humana e intimista, sencilla y muy fuera de la ola industrial del cine occidental. Los Dardenne tienen un prestigio que renuevan cada tres años y por lo cual suelen ser consentidos de Cannes. Pero la película es actual en su tema y anacrónica en su factura. Recuerda el neorrelismo italiano de los cuarentas y la nouvelle vague francesa de los cincuentas que alcanzan a coincidir al finalizar los años sesentas. Aunque fueron estilos muy claramente diferenciados, coincidían en el manejo de tiempos reales y en la insistencia en los planos generales cortos de los personajes. Así también, “Le gamín...” podría contarse en negro, blanco y gris, para que remembrara plenamente que la sofisticación tecnológica de la producción del cine parece no afectar ni se hace necesaria en las historias de los Dardenne, relatadas en lenguaje clasicista. Con un inmenso respeto por esta muestra contemporánea, la historia del niño que se apega a su bicicleta casi en sustitución lúdica de lo que le hace falta a nivel emocional, alcanza a ser solo un buen material audiovisual y pedagógico en asistencia social y familiar, sobre los riesgos usuales de los infantes institucionalizados en hogares de adopción, cuando enfrentan las calles.

PODER Y TRAICIÓN (THE IDES OF MARCH)

El buen George Clooney escribe y se dirige a sí mismo en una trama política interesante, acompañado de un elenco brillante. Ryan Gosling, Paul Giamatti, Phillip Seymour Hoffman, Evan Rachel Wood y Marisa Tomei complementan con altura los intringulis de la campaña del gobernador y prometedor candidato (Clooney) que es traicionado por su asesor (Gosling), sobre la base precisamente de haber mantenido lealtad en un mundo donde esta no se valora en medio de la batalla por los votos simpatizantes. La referencia a la traición por la cual muere Julio César en el 44 antes de Cristo y comenzando la segunda quincena de marzo, a pesar de haber sido advertido, es llamativa en el póster del film. Pero, las conclusiones no sorprenden como thriller político y llevan la película en su final a un género casi simplemente policiaco. Pero, con solo US$12 millones Clooney logra un rentable producto porque, de toda forma, no defrauda a su taquilla.

UNA SEPARACIÓN (A SEPARATION; NADER Y SIMIN)

Digna ganadora del Oscar a mejor película extranjera, esta película iraní de solo US$500.000 de presupuesto (ejemplo avergonzante para países que sueñan identidad cinematográfica con éxito mercantil), muestra las actuaciones impecables de Peyman Moadi y Leila Hatami, como “Nader y Simin”. Leila es recordable por “Leila”, film homónimo de 1998, con su belleza clásica y natural enmarcada en la elegancia simple de su “hiyab”. Sareh Bayat, es la mujer que ha de cuidar del padre de Nader generando imprevistos dramáticos y Sarina Farhadi, es la hija que hace un claro ejemplo de víctima central de un divorcio. Ambas aportan baluartes a esta sencilla, excelente y universal historia de una ruptura familiar, que se da más por incongruencia de intereses conyugales que por desamor.

MIENTRAS DUERMES (SLEEP TIGHT)

¿Es la antipatía por la felicidad de los demás algo común o solo una patología rara y excepcional? El odio a la felicidad de alguien tiene extremos perversos y simples. La perversidad de este síndrome podría calificarse de algún tipo de sociopatía, en tanto que su simplicidad sería una muestra de la muy usual y aceptada envidia. Dentro de este síndrome, Jaume Balagueró (“Rec”, “Rec2”, “Los sin nombre”), dirige al talentoso Luis Tosar en el rol de hacerle la vida desdichada a Marta Etura, quien hace una mujer amable y feliz, atenta con el conserje del cual no supondría que representa una sociopatía envidiosa, y muy desagradecida. Se trata de una temática bien realista que no encaja en la vocación de aterrador de Balagueró, pero lo refina en su capacidad de generar paranoias que, luego del cine, hacen mirar con el rabillo del ojo a … vecinos … y porteros.