lunes, 9 de agosto de 2010

SANTOS VA MARCHANDO YA, YA SE PREPARA A…..


Un comienzo de gobierno ofreciendo conversaciones con Hugo Chávez y con la guerrilla es justo. Lo primero va a dar como resultado a mediano plazo la reapertura de relaciones con Venezuela, tanto diplomáticas como de orden comercial. Muy bien, por la élite colombiana que desea mantener la palabra firme de Uribe respecto a los temas, pero no cometer el error de necedad de Estado, permitiendo que el entrante Presidente haga el intento de retornar a la relaciones hemisféricas normales, rotas por el bombardeo a fronteras ecuatorianas y por el hospedaje conveniente a los cuadros superiores de las FARC en territorios venezolanos.

Ya que hay concatenación entre los dos temas, debe olvidarse la posibilidad de que la guerrilla salga de Venezuela y de que el Estado venezolano proceda a hacer algo en ese mismo sentido. El triunfo guerrillero sobre la política de Seguridad Democrática consiste en haber internacionalizado su papel político (incluso se rumora de grupos guerrilleros organizados por los dos actores, en diversos países de América del Sur) y en transfigurar una retirada militar en retiro conveniente a la sombra de la prevalencia de un hálito político suramericano que es de tinte progresista y/o de socialismo siglo XXI, equívoco y equivocado, o no.

Aunque los gobiernos de Cristina Fernández, Evo Morales Ayma, Luiz Inácio Lula da Silva, Rafael Correa Delgado, Mauricio Funes, Alvaro Colom Caballeros, Bharrat Jagdeo, Fernando Lugo, Ronald Venetiaan o José Mujica, mantengan relaciones aceptables con los Estados Unidos, al igual que otros centristas como Sebastián Piñera o Alan García Pérez, hay que recordar que el momento político a nivel hemisférico es de izquierda a través de las urnas electorales democráticas. Juan Manuel Santos deberá “centrar” sus estrategias diplomáticas internacionales mediando su perfil capitalista democrático con un realismo global de cooperación con ordenamientos de muy diversa índole ideológica.

En Colombia a esto le llaman “darse la pela” y a ello deberá jugar Santos. La mejor manera de demostrar autosuficiencia de ideas y de respuestas a las necesidades de un pueblo no es intentando demostraciones verbales, sino poniendo en práctica reformas estructurales en el sistema de salud, en la sustitución de las fuentes especulativo financieras en los aspectos fiscales y en la distribución de regalías a nivel de un modelo de descentralización 1986 que es defendible y representa junto con la constitución de 1991 y la reforma de 1968, los mejores logros de la administración pública colombiana del siglo XX.

Otro primer gran logro, de retracción, a través del ministro Vargas Lleras es olvidar a plazo indefinido la propuesta de elección de Fiscal General de la Nación por parte del Ejecutivo (un adefesio contra la autonomía de los poderes y los balances políticos en el manejo del Estado) y mantener consenso con la rama jurisdiccional.

Finalmente, podría especularse que si Santos hiciera promesa formal a través de Washington de mantener un escenario de libertades de opinión y sindicales, reduciendo a cero la reacción de extrema derecha en el plano de violentar a activistas políticos de oposición, pudiera lograr, por lo menos a nivel condicional, la ratificación estadounidense del TLC con ese país que, aunque nada interesante y deseable pues es más expectativa engañosa que positiva realidad económica, el país espera hace largo rato. ¡Ánimo Presidente!, asuma su apellido de alcurnia democrática y su actualizada preparación intelectual para poner en marcha un escenario de libertades que en ningún momento significaría veleidades socialistas de nuevo cuño, pero que sería rehacer el gran error del anterior gobierno.