La película
Woody Allen es un caso sui generis de la dirección cinematográfica mundial. Este es un reciente filme suyo donde retrata a Alfie (Anthony Hopkins) quien abandona a Helena (Gemma Jones), de un matrimonio de cuarenta años en un intento de revivir sus años mozos con Charmaine (Lucy Punch), una jovencita atractiva y frívola que conoce como call-girl. La hija de Alfie (nombre que Woody encaja sarcásticamente recordando al seductor irresistible protagonizado por Michael Caine en 1966 y por Jude Law en el 2004) es Sally (Naomi Watts), está casada con un escritor fracasado Roy (Josh Brolin) y trabaja para el galerista, Greg Clemente (Antonio Banderas). Mientras Roy flirtea con Dia (Freida Pinto) una joven vestida de rojo que toca la guitarra en la ventana vecina, pero que está a punto de casarse. Sally cree estar enamorada de su jefe galerista en tanto este no le pone atención. Roy roba el libro recién terminado de su amigo Henry Strangler (Ewen Bremner)… y, en lo general del filme, como dice el website de la película, “ Woody Allen explora la necesidad humana de esquivar las adversidades de la vida aferrándose a ilusiones”.
Woody Allen
Woody Allen ha sido catalogado un intelectual con aspecto de psicoanalista en el cine pero, sin serlo, es realmente un guionista con características teatrales. Los guiones de Allen son concisos, intimistas con excepción de algunos pocos, dado a pluralizar el elenco pues en sus filmes caben muchas estrellas y para todas hay, además de feminista pues da relevancia plena y en equidad a las mujeres de sus filmes.
Hay varias etapas en la vida profesional de W.A., pero son destacables las siguientes:
Inicio chaplinesco: una primera década en que desarrolló filmes como “¿Qué tal, Pussycat?” de 1965; “Bananas”; “Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar”; “Sueños de un seductor”, entre otras en las cuales su propia participación daba relieve a su vena cómica y explotaba su figura pinochezca.
Llegan los galardones: hace filmes como “Annie Hall” 1977 (Oscares a dirección y guión; “Manhattan”; “La comedia sexual de una noche de verano”, “La rosa púrpura de El Cairo”; “Hannah y sus hermanas”; “Poderosa Afrodita”, entre otras comedias suaves. No obstante, siempre ha mantenido lugar en las nominaciones del Oscar, del Globo de Oro y del Bafta (en cada uno de los cuales más de veinte oportunidades) lo cual, a su vez, demuestra su segmentación estrictamente anglosajona.
Globalización y taquilla: su nombre deja de ser símbolo de cine independiente y alternativo para iniciados y pasa representar un nombre taquillero. Realiza “Match Point” 2005; “Scoop”; “El sueño de Casandra”; “Vicky Cristina Barcelona”; “Si la cosa funciona”; “Conocerás al hombre de tus sueños” y “Medianoche en París” del 2011.
En sus dos primera etapas W.A. incuba estrellas que luego fueron muy reconocidas, como Mía Farrow (ExSinatra) o Diane Keaton (ExPacino). En la última etapa, por el contrario, las estrellas le buscan y él se deja encontrar por figuras jóvenes y talentosas (Scarlett Johansson, exRyan Reynolds y exSean Penn; o Ewan Rachel-Wood, exMarilyn Manson).
Pero, sin temor a superficializar la iconográfica figura del director-productor-guionista-actor-escritor-humorista-clarinetista Woody Allen, lo que este maestro representa en esencia es la dramaturgia para el cine y la taumaturgia en sus presupuestos.
Porque W.A. es dramaturgo ya que hace guiones propios de las tablas escénicas y sus tomas pueden desarrollarse en contados espacios, Sus conversaciones de grupo, diálogos y monólogos son distribuidas con equidad entre todos los actores en textos, no tanto profundos como siempre se le ha querido endilgar, sino mordaces, chispeantes e irónicos, plenos de intertextos comunes a la cultura de clase media.
W.A. es un mago de los presupuestos. Sus estrellas trabajan en estos filmes con gusto, relajados, como dice la jerga actual. En la cinematografía de Woody Allen hay incontables figuras de primera talla que se hace imposible enlistar (Streep, Stallone, Reynolds, Carradine, Sydow, Hackman, Houston, Neesson…), cantantes pop (Madonna, Rhys-Meyers…), directores que también han actuado para él (Cusack, Foster, Malcovich, Pollack, Bergmann…) y figuras del teatro mundial, modelos ( Hemingway, Sevigny, Hamilton…). Su filmografía es un historial académico de diversos diplomados obligatorios para muchos.
Otra faceta de W.A. es el manejo de diversas escuelas de expresión pues ha sido surrealista (“La rosa púrpura del Cairo”), expresionista (“Shadows and fog”), futurista (“El dormilón”, “Todo lo que …”), existencialista (“Manhattan”), y en toda su obra básicamente representante de un judaísmo ateo, que le aporta esa pragmática iconoclasta que le identifica.
Posdata: Dov Simens, “From reel to deal: Everything You Need to Create a Successful Independent Film”
Con base en el tema Woody Allen viene bien la llegada a Colombia de Dov Simens, el fundador de del “Hollywood Film Institute” y creador del seminario “2 day film-school”, que promociona el bajo presupuesto y la creatividad como base de la producción cinematográfica. Simens insiste en que el cine del tercer mundo no debe buscar la competencia con la producción de países desarrollados pues esto representa una batalla perdida. Argumenta que una película hecha para un mercado interno pequeño pero seguro, según Simens, es un buen plan de negocio.
Y Woody Allen es el mejor ejemplo del “low budget” y el buen guión. Algunos directores chilenos y peruanos, intentan lo segundo con base en el curso “From reel to deal:…” (puede traducirse como “Del rodaje a la comercialización:…) dictado por Dov Simens (julio 2-3 en Colombia).