viernes, 14 de octubre de 2011

GIGANTES DE ACERO (REAL STEEL)


Shawn Levy, un director de comicismos visuales como “Night at the museum”, se pone un poco más serio y orienta toda la parafernalia hollywoodesca de tecnología excelente, a un argumento manido pero transfigurado con los tiempos de hoy, en que el antiguo “Mazinger” oriental ha sido sustraído por los norteamericanos a través de sus hiperdesarrollados trucos visuales para ofrecer “Transformers” y demás credulidades vendibles a todo público.

Dakota Goyo, el niño inteligente de “Thor” y de “Resurrecting The Champ”, se luce más acá con un rol esquemático, pero eficiente para hacer llorar adultos y menores. Hugh Jackman, el talentoso presentador, cantante, bailarín, fisiculturista, actor de éxitos de taquilla como la saga “X-Men”, o “Van Helsing” y “Australia”, hace bien su papel de boxeador y padre frustrado, en un futurista año 2020 en el cual las peleas de box han sido proscritas y reemplazadas por peleas entre robots construídos, en los cuales vuelve a reflejarse la rivalidad de japoneses y norteamericanos.



“Gigantes…” es una clara, exacta e intencionada mezcla argumental de dos clásicos de taquilla: “El campeón”, del grandioso Franco Zeffirelli (Jon Voight, y el niño Rick Schroder, 1979) y “Rocky” del exitoso John G. Avildsen (Sylvester Stallone, 1976, 1979, 1982, 1985, 1990, 2006). Se agrega la participación de DreamWorks, Reliance y 21 laps. como aportantes de la tecnología visual utilizada.


¿De dónde salen estos perfectos robots que justifican el filme? Son creaciones reales con algunos mecanismos electrónicos, pero ayudados con una especie de “stop motion”, combinada con “simulcam”, es decir, de captura foto a foto y copia del movimiento de los cuerpos humanos mediante electrodos aplicados a algunas partes claves del cuerpo, para luego ser utilizados en trabajo digital y producir movimientos muy similares en las figuras robóticas reales, de tal forma que no hay necesidad de acudir al dibujo digital. Esta técnica patentada como “Animatronic” fue desarrollado para el film Avatar, y los movimientos de Jackman o del niño, son dirigidos por el excampeón de box, Sugar Ray Leonard.

Esta película juguete costó US$110 millones, poco para estas épocas, pero recaudará todo lo imaginable en su travesía por el mundo, a lo cual se agregarán los “merchandisings” de diciembre. Cine de adolescentes con sus grupos y de familias con los menores, pleno de sonido, música, color y lagrimeos.