jueves, 1 de marzo de 2012

CON EL DIABLO ADENTRO (THE DEVIL INSIDE)


Insurge Pictures es una productora con dos años de iniciada en proyectos de bajo presupuesto. Todo empezó con “Paranormal Activity”, por culpa de DreamWorks y la distribución mundial de la poderosa Paramount, que multiplicó menos de U$1 a más de US$150 millones, siendo un bodrio risible.

Luego, las versiones de “PA 2” y “PA 3” lograron a manos de una Blumhouse Productions multiplicar U$3 a más de US$175 millones y U$5 a más de US$205 millones, respectivamente, engañando a la ingenua masa desprevenida y llena de temoras nacidos en casa. Paramount, tan seria, pero tan interesada apoya el asunto.

Ahora, “The devil inside” con solo US$1 millón van en US$70 millones y continuará barriendo billetes de los pisos de las salas de cine tercermundistas bajo el manto poderoso de Paramount Pictures. Los trucos: una nota que diga “Inspired by true events”, cámara al hombro en blanco y negro, videos borrosos de cámaras de vigilancia, lentes de contacto sin pupila, plagios continuos a la siempre recordada “The exorcist” con torres de templo, mujer atada que se eleva, voz diabólica que simula, cuerpos lanzados con violencia a las paredes, sacerdotes que mueren… en solo 80 minutos.

Resultado: el público contribuirá con la noble y desinteresada causa de estos avivatos productores de crisis, amparados por ese cartel que asusta almas infantilmente desoladas en las estaciones de transporte.

DESPUÉS DE LA VIDA (AFTER LIFE)


“After Life” tiene a Liam Neeson (“…Schindler”), Christina Ricci (recordada Wednesday Adams en TV) y Justin Long (acompañante fílmico de estrellas pero regular actor) como los atractivos del elenco y un cadáver joven de vestido rojo como atracción del poster. Nada más.

Mientras Agnieszka Wojtowicz-Vosloo, novel guionista y directora polaca de 37 años, logra con su primera película generar dudas sobre la posible psicopatía del personaje de Neeson y la eventual patología paranoica de la Ricchi ¿está muerta, en coma, dopada o vive?, el público pondrá atención. Luego, cuando Long, su novio argumental, duda por enamorado que ella haya muerto, se llega al clímax del filme para luego caer en picada vertical dejando la sensación de que se ha perdido el tiempo en la sala de cine.