sábado, 6 de agosto de 2011

LA DEUDA DE LOS ESTADOS UNIDOS, "LAS VEGAS" DE LA RIQUEZA MUNDIAL


Una de las calificadoras de riesgo crediticio más importantes del mundo ha bajado a los Estados Unidos de AAA a AA+, que significa que este país que tenía capacidad “extremadamente fuerte” de cumplir con sus obligaciones financieras, ha pasado simplemente a ser “muy fuerte” para el cumplimiento de estas con los compradores internos y del mundo.

Nada grave en riesgo crediticio pero si mucho en riesgo político. Moody´s, Standard & Poors y FITCH, eran las calificadoras privadas, y lo son aún, más dominantes en el ejercicio de esta importante tarea de evaluación cuando se dio el estrépito del 2008. Habían cometido el error de tener evaluadas a Goldman Sachs, Merryl Lynch Lehman Brothers, Bear Sterns, Morgan Stanley, Citigroup y J. P. Morgan; así como a Federal National Mortgage Association (FNMA) conocida por su “Fannie Mae” y Federal Home Loan Mortgage Corporation (FHLMC), llamada “Freddie Mac”, las titularizadoras de hipotecas, todas como “AAA”.

¿Las calificadoras fallaron o fueron cómplices? La respuesta es lo segundo.

Por otra parte la Securities and Exchange Commission, SEC, primera entidad creada después de la crisis de 1929 para controlar al sector financiero más importante del mundo, amparó las decisiones de Reagan, Busch I, Clinton I-II, Bush II, permitiendo libertad absoluta a las emisiones de todo Collateralized Debt Obligations, CDB, una estela de papeles sobre papeles que busca repartir el riesgo entre los ingenuos compradores de todo el mundo y ponerlos a jugar en los casinos de Wall Street y demás bolsas preponderantes en ese juego. Las demás entidades de control, por su parte, sabían que permitir a los bancos ser inversores es el pecado mortal del capitalismo.

De esto, el capitalismo americano y europeo, como también sus seguidores asiáticos y del resto de países, no quieren aprender porque no les conviene que los bancos deben tomar plata prestada y prestarla, que las empresas deben tomar accionistas como acreedores y trabajar para ellos y que las figuras de derivados y paquetes estructurados inventados por las agencias comisionistas de bolsa en el mundo, son un adefesio.

Si un nuevo empresario requiere dinero financiado para sus proyectos, lo debe conseguir en bancos que no inviertan especulativamente ni sean propietarios de empresas. En las bolsas del mundo se debe vender y comprar, según las expectativas de éxito de las empresas cuyas acciones están jugando allí, mediando la información de las calificadoras y el estudio de sus estados financieros. NUNCA, debe haber bancos jugando en bolsa, pues su dinero es el dinero de los cuentahabientes y del Banco Central de cada país, ni debe existir un mercado de titularizaciones sobre paquetes de acciones como si fuera un conjunto de naipes para una especulación en paquete.

Si estas figuras de derivados y paquetes no dejan de ser emitidos, si las bolsas no dejan de servir para apostar a las ganancias de empresas ya creadas y sobre papeles emitidos sobre papeles, amparado todo en modelos de portafolios, volatilidad, estimación, creados por matemáticos y Nobeles, que han fallado, denominados con nombres que delatan su origen en los juegos de ruleta, el capitalismo no dejará de ser un sistema en que los grandes “roban” a los pequeños, los educados “engañan” a los ignorantes y el saber tecnológico y financiero se utiliza para mantener diferencias de clase y porciones inmensas de poder. Las opciones y futuros sobre mercados de commodities parecen ser la utopía de eliminar incertidumbres de mercado de materias primas claves de carácter energético y alimenticio, pero se han convertido en el mecanismo de la especulación que permite la existencia de apostadores que acaban con pequeños países, con cosechas que podrían alimentar a toda una población urbana o eliminar el hambre en muchas partes de las zonas rurales del tercer mundo, amparados en pantallas de LED, curvas y gráficas enmarañadas, de términos tontos categorizados por Harvard, MIT y demás, que oponen una barrera cultural de conceptos que cubren las pisadas del ladrón.

A este sistema es al que se le defiende y por lo cual se generan las crisis actuales. Los ciudadanos del mundo pagan, los inversionistas cobran.