sábado, 21 de noviembre de 2009

Julie & Julia. La cocina francesa entra en Estados Unidos



Otra producción basada en hechos reales, esa buena moda de los últimos años en el cine masivo, que ojalá se mantenga.

Meryl Streep aparenta veinte centímetros (1,88) más de estatura para encarnar a Julia Child, una pionera de los programas G en televisión de la década de los cincuentas, matrona gringa risueña, un tanto “chabacana”, con ademanes “franceses” y gran creatividad cocinera. El apoyo de su marido es vital. Ambos olfatean, prueban y aprueban la comida en cocina y comedor, para luego entenderse bien en la alcoba.

Amy Adams realiza el rol de Julie Powell, bloguera que promete preparar 524 recetas de Julia en un año y es seguida en la red por algunos internautas amantes de la buena mesa. Le apoya su compañero en las tareas de olfatear, probar y aprobar los platos reproducidos y compartidos con amigos, para luego entenderse bien en las recetas del amor.

Es una película dirigida y producida por Nora Ephron (poco prolífica pero con buenos amigos en la industria), guionista, sin embargo, acostumbrada a las nominaciones con “Silkwood”, también con Streep, 1983, acerca de problemas ambientales en una fábrica de uranio; “When Harry Met Sally”, con Meg Ryan y Billy Cristal, 1989, el famoso orgasmo fingido en un restaurante; “Algo para recordar, -Sleepless in Seattle-”, con Tom Hanks y Meg Ryan, 1993, un amor viudo a través de la radio. Con J&J serán cuatro productos y cuatro nominaciones, a eso se llama eficacia, no eficiencia, en 25 años de carrera.

Las historias son separadas en el tiempo con base dos libros, My life in France, de Julia Child (Meryl), y Julie & Julia, de Julie Powell (Amy).

Streep con 60 nominaciones varias, de las cuales 12 premios (Oscar, Bafta, Globo, Sindicato actoral), hace un trabajo poco carismático pero, quizá por ello, auténtico y loable. Su personaje escribe recetas que le son publicadas como "Mastering the Art of French Cooking" de editorial Random House, un libro con 49 ediciones que alcanzará la número 50 a raíz de este filme, escrito por Julia Child en coautoría con su amigas francesas Simone Beck y Louisette Bertholle, aportando ella su entusiasmo personal y su adecuación lingüística y técnica del francés al mercado americano. En algunas ediciones la Bertholle aparece en letra pequeña debido a que se le inculpaba una baja aportación por pérdida de tiempo en problemas sentimentales.

Adams con 25 películas en una década, nada especial ella, aparte de “La duda”, compartiendo con Streep en el 2008 donde obtuvo 5 nominaciones varias por su papel de novicia maestra e ingenua que observa los pecados del clérigo. Su personaje en J&J contribuye a actualizar la pasión por la culinaria en un escenario internet de menores de 30, trayendo a la época actual ese símbolo de la mesa franco-norteamericana que fue Child.

El rodaje se hizo en París, en los barrios de Saint Michel y Saint Germain des Prés, en locaciones como la librería 'Shakespeare & Company', la plaza Ste. Geneviève, la terraza de un café de la Place Maubert y los puentes del Sena.

Los hombres en el filme lo hacen bien, pero los comentarios deben ser para una película que es feminista, en el buen sentido de la palabra, pues muestra unas conductas poco usuales en el macho mundo de la posguerra. La película es simplemente curiosa, porque para desarrollar bien el tema de la comida, la cocina, la culinaria y la gastronomía deberá acudirse siempre a la filmografía italiana (La gran comilona, y muchas más) y a algunas excepciones francófonas (Chocolate, entre otras pocas), pero quizá no a la norteamericana.