lunes, 6 de febrero de 2012

LA CHICA DEL DRAGÓN TATUADO (THE GIRL WITH THE DRAGON TATTOO)


En un escenario de mercadeo global hay títulos vendedores como “Los hombres que no amaban a las mujeres”, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” y “La reina en el palacio de las corrientes de aire”, que son conocidos en el cine con el antetítulo de Millenium I, II y III. O, del inglés, “La chica con el Dragón Tatuado”, “La chica que jugaba con fuego” y “La chica que pateó el avispero”.

Pero no basta con la titulación para un éxito que la saga literaria sueca de Stieg Larsson y sus versiones fílmicas dirigidas la primera por Niels Arden Oplev y las dos siguientes por Daniel Alfredson, podría tener en los “remakes” hollywoodenses. Así, en modo potencial.

Al ver “La chica del dragón tatuado”, dirigida por el maestro David Fincher (“Se7en”, “El club de la pelea”, “Zodiac”, “El curioso caso de Benjamin Button” y “La red social”), podría uno afirmar ¿¿ ?? que no habrá saga remake en inglés.

Steven Zaillian, guionista consumado de fenómenos como “Moneyball: Rompiendo las reglas”, "El juego de la fortuna", “American Gangster”, “Todos los hombres del rey”, “La intérprete”, “Pandillas de Nueva York", “Hannibal”, "Misión imposible", “Peligro inminente", “La lista de Schindler”,”En busca de Bobby Fischer”, “Despertares” o “El juego del halcón”, cambia fichas en el tablero de ajedrez, solo para diferenciarse algo de los guionistas Nicolaj Arcell y Rasmus Heisterberg (Millennium I), Jonas Frykberg (Millennium II), Jonas Frykberg y Ulf Ryberg (Millennium III), puesto que hace lo que puede expresarse bajo tres hipótesis:

1. Diferencia, de manera individualista, aquí y acullá interviniendo el guión, sin mejorarlo.
2. Asume libertades de “autor” que para quien no ha visto las versiones suecas pasarán desapercibidas o para quienes si lo han hecho parecerán intrascendentes.
3. Decide en acuerdo con los productores que lo que se convirtió en una franquicia quede descontinuada o permita a sus nuevos poseedores tomarse libertades de “negocio”.

En el guión hay sutiles cambios como los siguientes:

1. Los flashbacks reemplazan películas caseras de Henrik Vander (el multimillonario que contrata al periodista Blomkvist).
2. Se evita la alusión a “capitalista” y “comunistas”, presente en la versión sueca.
3. Vander ofrece cuadruplicar salario y aportar evidencias contra Wennerstrom (el empresario que gana un pleito al periodista por difamación). En la original solo hay la oferta de “una situación acomodada”.
4. Aunque es ciertamente tácito que Lisbeth Salander es una hábil “hacker”, este adjetivo se evita y es reemplazado por un gesto desdeñoso de ella hacia las medianas habilidades del periodista en el manejo de sistemas.
5. Acá se usan fotos para datar los crímenes, en tanto la original utiliza flashbacks realistas.
6. No hay remembranza del “fósforo” que la chica usa cuando pequeña para incendiar a su padre abusador (precuela).
7. En esta versión Lisbeth visita al padre ensimismado en un frenocomio. En la original la visita es a su madre, puesto que del padre aún no se sabe su destino (secuela).
8. Ana confiesa al periodista los abusos del padre, antes de su regreso como Harriet. En el primer filme, Harriet los confiesa al final de la película a su propio tío Vander y al periodista.
9. Acá Harriet ha estado en Londres gracias a Anita, mientras que en el filme sueco el periodista va hasta Australia para traerla de regreso.
10. En este segundo filme es la hija del periodista quien halla desprevenidamente que esos códigos que maneja su padre corresponden a citas bíblicas. En el filme original ello es resultado del inteligente trabajo de Salander y el periodista.
11. En esta segunda película, Salander esgrime una pistola, mientras en la sueca no toma armas en su mano.
12. Igualmente, en esta pide autorización para “matarlo”, mientras que en la primera versión se limita a ver de lejos cómo va a suceder la explosión que acabará con Martin Vanger.
13. En la versión americana Lisbeth es quien logra generar evidencias falsas, pero convenientes, con el dinero del periodista, para incriminar por fin a Wennerstrom de mover dineros en sus cuentas de Islas Caimán, dejando su disfraz de rubia a disposición de las cámaras públicas para inculpar a la acompañante de este. En la versión sueca Lisbeth investiga a fondo y provee la información que el periodista requiere para librarse de la inculpación de difamación, en tanto que el disfraz, descubierto solo por el periodista, lleva a dejar una estela argumental para la segunda parte.

Finalmente, sólo tres preguntas:

¿Habrá segunda parte americana, a pesar de los hilos argumentales cortados?
¿Merece nominaciones el papel de Rooney Mara (Lisbeth Salander)?
¿Se ameritan las demás nominaciones al Oscar 2012?

Pd. En entrevista, David Fincher reconoce haber aceptado cambio del final, entender que lo suyo no es una crítica del poder, que toda la película está acomodada para el público norteamericano y que habría secuelas "solo si la taquilla es buena"...