domingo, 12 de junio de 2011

PIRATAS DEL CARIBE: NAVEGANDO EN AGUAS MISTERIOSAS (PIRATES OF THE CARIBBEAN: ON STRANGER TIDES)


Los títulos en español de películas anglosajonas suelen cambiar de manera extraña, en este caso, las costas por las aguas. Aparte de ello, la entrega 4 de “Piratas…” no es dirigida por quien orientó la producción de las tres anteriores, Gore Verbinski. Ahora dirige en formato 3D, Rob Marschall a quien se reconoce más por excelentes musicales como “Chicago”, “Nine” o “Annie”, habiendo comenzado como coreógrafo de “Victor/Victoria”.

¿Será por ello que en “Piratas…4” se ven menos “landscapes” y más “stuntmen scenes”. Sí. Hay menos tomas a espacios abiertos y más coreografía de combate y escape desarrollada en locaciones interiores. Más claroscuros y menor brillantez identifican los ambientes.

En esta oportunidad persisten personajes como Sparrow, Barbossa, Gibbs, Angélica y Barbanegra, pero dejan de aparecer Turner (Orlando Bloom), Swan (Keira Knightley), Norrington (Jack Davenport), Weatherby Swann (Jonathan Pryce) y, en general, algunas caras recurrentes que navegaban en el “Perla Negra”. Ahora el epicentro es el “Venganza” de Barbanegra.

Esta saga pirata del exitoso productor Jerry Bruckheimer pertenece a las secuelas billonarias en dólares. Desde los USD$655 millones de la primera película ya pasó la frontera de los USD$billion por entrega. Del Perla Negra, al Hombre Muerto y el Fin del Mundo, estos multimillonarios piratas van ahora por la fuente de la Eterna Juventud.

Todo proviene desde hace 130 años del libro “La isla del Tesoro” de Robert Louis Stevenson, que como origen literario de estas historias ideó, por ejemplo, a John Silver el Largo, con una sola pierna, los mapas del tesoro marcados con una equis, los cofres de riqueza perdidos y los marineros desleales.

Pero el origen histórico data de las confrontaciones entre Felipe II de España e Isabel I de Inglaterra. De los rezagos de la Armada Invencible y los despedidos que convertidos de Corsarios (mercenarios del mar al servicio de los soberanos) pasaron a piratas y bucaneros (patente de corso para quedarse con los botines de los vencidos adeptos a la corona contraria). Los siglos XVI y XVII han permitido agregar a los géneros de novela y cuento el guión. Con esto se confirma una vez más que los guiones fílmicos han invadido el campo dejado de las novelas, que ya pocos leen, y de los cuentos, que muy pocos escriben, pasando a crear y recrear la imagología y la iconografía para las multitudes del tercer milenio.

No obstante, buenas son las intertextualidades con épocas históricas remotas y personajes literarios de por sí ya transfigurados de los personajes reales. “Pirates … 4” declina en la Isla de Tortuga, frente a Puerto Príncipe en Haití, lugar de referencia de la referida Isla del tesoro de Stevenson, y la muerte de Barbanegra por equivocar la copa de la eterna juventud luego de ser herido, evoca al verdadero Barbanegra (Edward Teach) que habiendo quedado fuera del servicio a británicos después que España dejó de presionarlos con invasiones, pasa a piratear en costas americanas y muere en 1718 de “veinte heridas de espada y cinco disparos” quedando su cabeza colgada en el bauprés de un barco americano (curiosamente quizá el HMS Pearl).
Estas historias surgen en el período entre el antagonismo de los imperios español e inglés y la sucesión de sus dominios en el mar, a la llegada de estos filibusteros al continente americano y las Antillas, pasando a las mesas de los grupos de guionistas dirigidos por Ted Elliott, Stuart Beattie, Jay Wolpert y Terry Rossio. Terry tiene ya lista Piratas del Caribe 5, película con la cual la saga completa alcanzará fácilmente la suma de USD$5 billones y el talentoso Hanz Zimmer repetirá hasta el cansancio su muletilla musical sin necesidad de innovar.