domingo, 5 de agosto de 2012

EL RESCATE (MACHINE GUN PREACHER)

Marc Foster ha tenido muy buenas oportunidades como director en una docena de películas de las cuales se destacan “007: Quantum of Solace” ¿¡?¡, “Cometas en el cielo”, “Descubriendo Nunca Jamás” y “Monster's Ball”. Pasa de los productos taquilleros regularmente realizados como “Quantum…”, a una belleza de película como “Cometas…” o a contribuir con Halle Barry para que se gane el Oscar en “Monster's…”. LA HISTORIA. Acá en “El rescate” se orienta el curso cinematográfico de la historia real de Sam Childers (50), un extraficante de drogas converso al cristianismo que busca crear en el Sudán un centro de ayuda a niños que han sido obligados a convertirse en soldados, fundando junto con su esposa el “Angels of East Africa”, un orfanato en el sur de este país. La historia fue escrita por Jason Keller en el libro “Anothers man´s war” (Thomas Nelson edition).
EL CONTEXTO. En el Sudan del Este domina el “Lord’s Resistance Army, LDR”, enrolando niños para sus huestes. Childers cambia su desordenada vida por una motocicleta y una ametralladora para convertirse en protector de estos niños en medio de la guerra racial y expoliadora del petróleo, el oro, el tungsteno y otras riquezas naturales del país. El Sudán es un país con 35 millones de habitantes y un índice de desarrollo humano de solo 0.527, que lo ubica en el puesto 141 entre 177 países, pleno de conflictos armados (300.000 muertos), desplazamientos forzados (de 2.500.000 personas), continuas sequías y una grave crisis humanitaria (por la cual dependen de ayudas unos 4.000.000 de personas). Actualmente, los grupos armados en pugna dentro del país son el SLA (Ejército de Liberación de Sudán), el JEM (Movimiento para la Justicia y la Igualdad), el NMRD (Movimiento Nacional para la Reforma y el Desarrollo) y las Milicias Janjaweed. La situación interna se ha intensificado en la última década por irradiación del conflicto de su vecino Darfur. En dicho contexto, Gerard Butler pone su perfil de matón al servicio del rol de Childers y en compañía de Michelle Monaghan como Lynn, la esposa de este.
EL ACTIVISMO ACTUAL. Un sonado caso reciente recuerda el arresto de George Clooney y su padre, quienes protestaban ante la Embajada Sudanesa en Washington, tratando de llamar la atención del mundo sobre la represión y conflicto liderado por el gobierno del Sudán contra la población civil que ha generado la peor crisis humanitaria del mundo actual. Clooney ha centrado su activismo político en Sudán y ha estado allí acompañado de sus grandes amigos Brad Pitt, Matt Damon y Don Cheadle.
LOS ANTECEDENTES FÍLMICOS. De Don Chadle se recuerda el buen filme “Hotel Rwanda” sobre el tema del genocidio de casi 1.000.000 de tutsis por parte de los Hutus en un solo día de 1994, en Darfur la capital de Ruanda. Luego de ello han muerto otras 750.000 personas por razones de desplazamiento, hambruna y asesinato entre 2003 y 2012. Otro antecedente aún más importante es “Khartoum”, película que ilustra muy bien la geopolítica de Sudán y Ruanda. Esta superproducción del año 1966, protagonizada por Charlton Heston (“Ben Hur”, “The Ten Commandments”, “El Cid”, o la primera “Planet of the apes”), quien interpreta al general Charles Gordon enviado por el gobierno inglés en una campaña a estas colonias para enfrentar a Laurence Olivier como “El Madhi”, es el mejor documento explicativo de un conflicto que tiene raíces históricas de más de un siglo.
EL RESULTADO. “El rescate” es un filme regular y muy convencional, pero revela un hecho real y humanitario que lleva a interesarse por su macrocontexto y mirar al Africa, quizá el continente con mayor cantidad de conflictos internos interminables y menos mediático para el mundo. Solo si Europa mira al Magreb (Túnez, Turquía, Egipto, Argelia, Marruecos, Libia, en el norte de Africa), el mundo observa parte de este enorme continente, pero poco se interna al análisis de los 54 países que lo componen, todos ellos con diversas características problémicas que deben interesar a una sociedad que se autoadjetiva de globalizada, sin serlo.