miércoles, 16 de octubre de 2013

AMORES PELIGROSOS

Antonio Dorado, dicen por ahí, tiene planteada una trilogía. Solo las finanzas podrían permitírselo. Con “El Rey” realizó una excelente película colombiana sobre el innegable tema del narcotráfico en Cali, con muy buenas actuaciones de Solórzano, Umaña y Moreno. ¿Pero qué pasó con Marlon Moreno en esta segunda parte? No es culpa de él. ¿Cómo se les ocurrió a los productores no llamar al guión y de nuevo a Carlos Eduardo Henao, en lugar de Umberto Valverde (buen escritor sin idea de guiones)? Con el guión de “El Rey”, “La sangre y la lluvia”, “Sumas y Restas”, “La vendedora de rosas” incluso “Los colores de la Montaña”, Henao ha probado saber trazar el camino de un argumento y una realización.
Por otra parte, ¿cómo se les ocurre realizar una segunda parte de una planeada trilogía con tan escasos recursos técnicos? ¡Sonido de los años sesentas en Colombia! ¡Doblaje de los mismos actores a sus propias voces! Todo ello les obligó a actuar despacio para repetir luego con una muy mala emocionalidad. Marlon Moreno hizo lo peor de su carrera; Kathy Sáenz, esa virreina de belleza del 92, hermana de las reinas Shirley 77 y Julie Pauline 83, ha probado ser una excelente actriz que incluso oculta su belleza en TV y ahora la destaca aún más a los 41 años de edad. ¿Por qué hablar de belleza femenina en el cine? Porque es lo único destacable en esta película. Juanita Arias sale de la nada, pero tiene belleza. Belleza femenina, cuerpos hermosos, eso es lo único y lo que hace peligrar la última parte de la planeada trilogía. Fallo imperdonable teniendo en cuenta la buena “El Rey”.

domingo, 13 de octubre de 2013

GRAVITY

Alfonso Cuarón es un director bien conocido, aunque más por su muestra de destrezas en la industria y por su futuro promisorio, ya frisa los 52, que por su corto currículo. El asunto prometedor radica en la financiación que recibe junto con Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, sus amigos mexicanos, para un plan de producciones con Universal. Esto, después de haber dirigido “Hijos de los hombres” (Owen, Moore), Paris, je t'aime (segmento con Catalina Sandino y Miranda Richardson), el muy visible “Harry Potter y el prisionero de Azkaban”, la muy recordada “Y tu mamá también”, entre lo destacable por la memoria. En su historial hay curiosidades pero no genialidades. Lo que igual pasa con Sandra Bullock y con George Clooney, hay que reconocerlo.
Pero, en “Gravity” Cuarón se innova con Imax en 3D, asesorado por astronautas de la NASA mostrando su carácter de artesano moderno. Bullock, por su parte, justifica con su esforzada actuación física e histriónica a lo largo del filme los pocos premios de nivel y la innumerable cantidad de nominaciones en postulaciones casi desconocidas, además de su no rara aparición en los de “peor” actriz como en los Razzies en cinco de sus películas. Bullock es “todo terreno”, algo carismática, pero no había probado ser actriz profunda y acá lo hace. Clooney, hay que decirlo, pone lo que tiene de renombre y simpatía personal en los pocos textos que le correspondieron.
Cuarón gasta bien sus US$120 millones para realizar en Londres las mejores Sci-scenes, pues esta no puede catalogarse como una película Sci-Fi, ya que muestra una realidad científica, no inventada sino argumentada. Comienza con el transbordador Shuttle, luego la reparación del telescopio Hubble, la estación rusa Soyuz y la estación china Tiangong, como escenarios sin gravedad, para finalizar en una escena que recuerda algo del fémur bumerang lanzado por un antropoide en “2001: a space odissey” o de la bota de Colón pisando tierra en “1492”. Cuarón utiliza técnicas “strings”, “blue screen” y “stop motion”, como principales métodos, aparte de algunos espacios NASA de práctica antigravedad. El filme se gana un muy raro 97% de satisfacción en Rotten Tomatoes, confirmando la afirmación publicada de que James Cameron estima esta producción como “la mejor película del espacio jamás filmada” y “Buzz” Aldrin como “memorable”.
La fotografía es de Emmanuel Lubezki, mexicano con tan enorme historial que hace descubrir la habilidad de Cuarón al escogerlo; la música original y perfecta para las incidencias del filme es de Steven Price, quien con 36 años tiene también una larga estela de producciones inimaginables en tan corto tiempo. “Gravity” logra olvidar la ficción sin ser futurista, pues lo que revela es el pasado inmediato del real trabajo que, durante poco más de medio siglo, el portentoso sector aeronáutico mundial ha convertido en rutinas desconocidas, para todos los terrícolas que han pagado esa “carrera espacial”.

sábado, 12 de octubre de 2013

RENOIR

Este film muestra uno de los ejemplos históricos de transición entre la pictórica y la cinematografía, a través de la dinastía de los Renoir. Centrando el relato biopic de Pierre Auguste Renoir (Michel Bouquet, actor de 87 años de los cuales 65 en el cine), el genio francés del impresionismo de la segunda mitad del siglo XIX, el argumento muestra simultáneamente la vida joven de su hijo Jean Renoir (Vincent Rottiers, 27), maestro director, guionista y actor del cine francés de la primera mitad del siglo XX. Las dos historias son entrelazadas por su director y coguionista, Gilles Bourdos, mediando el personaje de la modelo de Renoir, Catherine Hessling (Christa Theret), luego esposa de su hijo y actriz de siete de sus películas entre 1924 y 1928 (Renoir hizo 42). Aparte del serio tratamiento biográfico y del preciosismo técnico de la escenografía, el color y la fotografía del taiwanés Mark Lee Ping Bin, además de la música de Alexander Desplat y de las excelentes actuaciones, el filme no puede negar cierta incidencia letárgica que bien hubiera podido remediarse en procura de una mejor taquilla mundial.

ELYSIUM

Los mundos extremos, de sociedades pobres y ricas, de comunidades prehistóricas y futuristas, de civilización en caos y ordenamientos autoritarios, llaman siempre la atención de los productores genéricamente denominados como Hollywoodenses. Desde los “blade runners” de persecutores y perseguidos, de opresores a oprimidos, en escenarios del futuro, pasando por “the fifths elements”, a los “avatars” y los “ovlibions”, se llega al buen “District 9” del director y guionista Neil Blomkamp, quien estuvo bajo la sombra neozelandesa de Peter Jackson como productor de dicha película, con US$20 millones. Ahora, Blomkamp, bajo el amparo de presupuestos norteamericanos con US$120 millones, de la gran industria gringa (Sony), parece haberse visto obligado a oscurecer los mensajes sociológicos y darle brillo taquillero a “Elysium” con una convencional acción sajona de golpes, estruendos, balas y destrucción. En “District 9” las relaciones de alienígenas y ghettos sudafricanos (namibianos), era una metáfora bien interesante del apartheid. Hoy, en “Elysium”, al igual que en los míticos campos elíseos (cielo) del inframundo donde eran inmortales quienes, en contraposición a los que llegaban al tártaro, además no sufrían tormentos eternos, los más ricos del mundo, autodesterrados en una gran fortaleza espacial flotante, gozan de una vida libre de penurias y dolores. Cuentan con la tecnología médica, “Med-Pods”, que limpia los organismos librándolos de cualquier enfermedad, excepto algo de radiación, y la aplican solo a quienes tienen la ciudadanía. Abajo, en una apocalíptica tierra, desolada, impactada negativamente en su medioambiente y poblada de pobres, no hay salud ni ciudadanía. Es en estos dos anteriores conceptos que reside la buscada metáfora de Blomkamp, en un cuasisímil burdo de una de las principales preocupaciones de la era Obama. Pero, a Blomkamp su buena fábula de salud y ciudadanía se le empaña bajo la lluvia de tiros, puñetazos y sonidos de exoesqueletos mecánicos y ondas transmisoras mentales. Entonces, en un comparativo de las dos películas de Blompkamp se ve la diferencia entre idealismo artístico y compromiso financiero, que viene a ser la gran metáfora de la industria del cine mundial.

EL ATAQUE (WHITE HOUSE DOWN) VS OPERACIÓN: CÓDIGO OLIMPO (OLYMPO HAS FALLEN)

1) Roland Emmerich tiene más experiencia en crear grandilocuencias cinematográficas que Antonine Fuqua. 2) Emmerich es blanco y su presidente es negro (Jamie Foxx) y carismático; Fuqua es negro y su presidente es blanco (Aaron Eckhart) y “pokerface”. 3) La relación presupuesto/ingresos es hasta ahora de US$150/170 para Emmerich y de US$70-160 para Fuqua (aunque podría presumirse mayor duración en la red de distribución para la primera). 4) El héroe de Emmerich es Mike Banning (Gerard Butler), un policía que se retira relativamente frustrado por la muerte de la esposa del Presidente: el héroe de Fuqua es John Cale (Channing Tatum), es un policía que busca ingresar al servicio de la protección del Presidente. 5) El enemigo para Emmerich es interno, Martin Walker (James Woods); el enemigo para Fuqua es externo, Rick Yune (Kang Yeonsak) un terrorista norcoreano que busca estallar todos los misiles existentes. 6) El peligro para Emmerich es la inestabilidad nacional pues Eli Raphelson (Richard Jenkins), Presidente de la Cámara de Representantes podría haberse apoderado de la presidencia del país convenientemente. El peligro para Fuqua es la inestabilidad internacional pues el vocero de la Casa Blanca Allan Trumbull (Morgan Freeman) podría verse enfrentado a una especie atómica de fin del mundo. 7) Para Emmerich, la pequeña ayuda desde adentro es Emily Cale (Joey King) hija del héroe; para Fuqua, la pequeña ayuda desde afuera es Connor Asher (Finley Jacobsen) hijo del Presidente, pues debe estar a salvo para que su padre no pueda ser extorsionado. 8) La primera película busca divertir con mayor realismo y tono interno político y familiar, la segunda entrener con mayor ficción y tono externo político e internacional.