viernes, 23 de julio de 2010
DOS HERMANOS (BROTHER AND SISTER)
La productora es DB, por Burman - Dubcovsky. Daniel Burman dirige este retrato de vida cotidiana de una hermana, protagonizada por Graciela Borges de 69 años, y su hermano, actuado por Antonio Gasalla, también de 69. Graciela Borges hizo la sonora “Pubis angelical” de 1982 y fue musa de connotados directores argentinos como Leopoldo Torre Nilson, Raúl de la Torre y Leonardo Favio (baladista) entre otros grandes. Graciela cuenta con más de una cincuentena de películas y Antonio con solo ocho filmes pues su experiencia es más televisiva y de teatro. Su película de destacar es “La Tregua”, conocida novela de Mario Benedetti, en 1974.
Este talentoso director de 37 años tiene a su haber trece producciones, de las cuales dos son joyas de la cinematografía gaucha: “Garaje Olimpo” de 1999 y “Diarios de motocicleta” del 2004. La primera es quizá el documento más realista y aterrador sobre la tortura represiva de Estado. La segunda, más popular y reciente, reproduce el diario del Che en su periplo por Latinoamérica.
“Dos Hermanos” es una cita calmada, sobre las rutinas de dos adultos mayores ocupados solo en llenar sus vidas con actividades propias de esta edad. Él, más más maduro emocionalmente, se ocupa de ciertas dotes histriónicas para el teatro y acompaña desinteresadamente a su hermana luego de la muerte de la madre. Ella es el epicentro de la atención en el guión, interpretando a una mujer asocial aunque extrovertida, clasista, llena de apariencias, con aires de clase superior a la propia. Ridiculiza a su hermano, pero depende de su compañía, lo subvalora hasta que llegará a reconocerle finalmente algunos caracteres simpáticos en su personalidad.
La película retrata bien a los dos personajes y sin sobredimensiones. No hay exageraciones de autor en la novela base, “Villa Laura” de Sergio Dubcovsky, quien es a la vez el productor de este y otros títulos como “El Abrazo Partido” o “El nido Vacío”. Tampoco se dramatiza en exceso la puesta en escena. Todo es un espejo humano del retiro laboral, de las personalidades mediocres, de los vacíos al final de las vidas y de los frenos que los caracteres deficientes de la individualidad y las vanas exigencias de la sociedad promueven como obstáculo a la real felicidad de las personas.
Tras esta producción se adivina el deseo de expresión subjetiva del director, animada por la presencia de estas dos estrellas íconos de la Argentina, fundamentalmente de Graciela Borges. El estilo dramático y el lenguaje gestual, que se esperarían semejantes al cine italiano, tienen mayor similitud con la cinematografía francesa contemporánea.
SILENCIO EN EL LAGO (EDEN LAKE)
Cine slash? Cine de cuchilladas y cortes sangrientos. Siendo este el género de Lago Edén el filme cumple lo que promete. El producto es británico y dirigido como opera prima por James Watkins (32 años), quien cumpliendo la ley de Zam, escribe el guión. La actriz es Kelly Reilly, recordada fugazmente por “Pride and Prejuice” o la reciente “Sherlock Holmes”.
Michael Fassbender es el coprotagonista, que quizá por haber estado en “Inglorious Basterds” o “300”, se habrá acostumbrado a las heridas.
La historia de una pareja que busca un romántico fin de semana a la orilla de un apartado lago se convertirá en unas pocas horas de buen terror para el público. Un grupo de jóvenes acampantes desadaptados se convierte en una terrible pesadilla para la pareja, hasta que todo desenlaza en casa de los padres de estos psicópatas.
Sin temor a generar creencias sobre supuestas preferencias personales, este filme llena expectativas a quienes tienen el estómago fuerte.
El lenguaje visual es “gore”, las heridas no muestran pues se insinúan tras el poder de la actuación y el color dominante de la sangre. Hay muchos ejemplos de cine clase B en este género pero, sin vergüenza alguna, habrá que reconocer la calidad específica de este filme. No es el momento para el comentario aunque debe hacerse antes que la memoria lo olvide: todo producto británico de la cinematografía suele ser honesto con el público.
Michael Fassbender es el coprotagonista, que quizá por haber estado en “Inglorious Basterds” o “300”, se habrá acostumbrado a las heridas.
La historia de una pareja que busca un romántico fin de semana a la orilla de un apartado lago se convertirá en unas pocas horas de buen terror para el público. Un grupo de jóvenes acampantes desadaptados se convierte en una terrible pesadilla para la pareja, hasta que todo desenlaza en casa de los padres de estos psicópatas.
Sin temor a generar creencias sobre supuestas preferencias personales, este filme llena expectativas a quienes tienen el estómago fuerte.
El lenguaje visual es “gore”, las heridas no muestran pues se insinúan tras el poder de la actuación y el color dominante de la sangre. Hay muchos ejemplos de cine clase B en este género pero, sin vergüenza alguna, habrá que reconocer la calidad específica de este filme. No es el momento para el comentario aunque debe hacerse antes que la memoria lo olvide: todo producto británico de la cinematografía suele ser honesto con el público.
URIBE Y CHÁVEZ. NUEVA GUERRA FRÍA CON EL SOCIALISMO SIGLO XXI
La carrera de Richard Nixon en Estados Unidos como republicano en la Cámara de Representantes por California, el Estado más rico de su país, luego como senador miembro del Comité de Actividades Antiamericanas del Senado, Presidente de los Estados Unidos en 1968 venciendo a Nelson Rockefeller y Ronald, y Presidente Reelecto en 1972 con una de las mayores victorias (49 de los estados) en la historia norteamericana, se asimila en mucho a la carrera política de Alvaro Uribe en Colombia.
Nixon prometía "Ley y Orden" como lema principal de su campaña para restablecer una sociedad sacudida por violentos disturbios contra la guerra y la segregación. En su primera presidencia y junto con el secretario de estado Henry Kissinger, redefinió el papel de Estados Unidos en el escenario mundial. Kissinger como asesor de Seguridad Nacional y Secretario de Estado sería galardonado con el Nobel de la Paz 1973 para ayudar a establecer un alto el fuego y la retirada de EE.UU. de Vietnam.
En su segunda presidencia por reelección, Nixon la alcanzaría por su inmensa popularidad. Sin embargo, el allanamiento de la sede central del Partido Demócrata, su opositor político, en el edificio de oficinas Watergate, destapó las actividades de escuchas ilegales por parte de contratistas de algunos colaboradores de la Presidencia.
En 1974 el Gran Jurado federal determinó que Nixon había sido copartícipe, en una conspiración para obstruir a la justicia en la investigación del escándalo Watergate, lo cual le obliga a su dimisión. Lugo se retira a su rancho californiano de San Clemente, quiso volver a la práctica de la abogacía sin poder hacerlo finalmente, pues fue incapacitado para el desempeño de su profesión en todo el territorio estadounidense.
Richard Nixon hizo grandes acercamientos a gobiernos comunistas y socialistas, además de liderar la salida de los Estados Unidos de una guerra como la de Vietnam, en la cual el país se había adentrado con enormes perjuicios históricos en medio de la época de Guerra fría entre Capitalismo y Socialismo.
Pero, del intento de paralelo Uribe – Nixon se encuentran, al final de sus gobiernos acciones verdaderamente diferentes.
Con un origen similar Uribe hace un valioso periplo por el Congreso y llega a la Presidencia proveniente del departamento más rico de Colombia ofreciendo ley y orden mediando su propuesta política de “Seguridad Democrática” para restablecer la fortaleza de las instituciones frente al escenario de conflicto interno con fuerzas guerrilleras.
Uribe, sin embargo, más que acercamientos a gobiernos de orientación socialista busca discrepancias y motivos de antagonismo.
Uribe más que tener una guerra de la cual buscar salida, pareciera querer encontrar motivos para hallar una en la cual involucrar de manera errónea al país.
Uribe más que salir condenado por espionajes al sector opositor, parece salir indemne de tales acusaciones gracias, básicamente, a que una de sus propuestas en los 100 puntos iniciales de su primera presidencia era la reforma del DAS, lo cual ha obrado a su favor permitiendo la búsqueda de culpables de segundo nivel entre sus cercanos.
Uribe no tiene que dimitir para retirarse a su finca y parece que va a dedicarse a su oficio de abogado.
Pero, principalmente, utilizando palabras de Hugo Chávez, gústenos o no, Uribe “no supo que en la actualidad es un deber la convivencia de gobiernos de derecha con gobiernos de izquierda”.
Uribe ha desconocido el siempre pendular efecto histórico de las acciones de persecución: el narcotráfico es ahuyentado de un país y se traslada a otro, dejando indemne el problema social. Ello ha pasado en tanto Colombia ha salido de una lucha frontal con los carteles y esta se ha trasladado años después a otras naciones, como en el caso de México. Igualmente, la victoria parcial sobre la guerrilla, habrá de presionar su traslado a otros países con efectos un tanto diferentes ante la circunstancia de la existencia de gobiernos fronterizos con cercanía ideológica.
Así como el narcotráfico, uno de los frentes delincuenciales de carácter internacional con grandes connotaciones globales, no es derrotado sino transferido parcialmente sin permitir resolver su negativo impacto en la sociedad internacional, la guerrilla ha evadido la fuerte presión lograda por las Fuerzas Militares de Colombia pero internacionalizando su influencia. Uribe tiene razón en sus “denuncias” pero esta es su gran equivocación y su final derrota personal.
Uribe no supo obtener la colaboración internacional como parte fundamental de la política de seguridad democrática interna, y logró como resultado colateral convertir la situación regional andina en el renacimiento de una Guerra Fría a nivel hemisférico, en la cual los nuevos antagonistas son el capitalismo de Estado Comunitario y el Socialismo del siglo XXI.
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