jueves, 20 de mayo de 2010

MONGOL



EL PERSONAJE

El histórico personaje de Gengis Kan se relaciona con una sonada capital de hoy, Ulan Bator, capital de Mongolia un país con la misma extensión geográfica de Colombia pero una población 15 veces menor en la actualidad.

Ese Gengis tenía como nombre Temüdjin ("el mejor acero") antes de ser Kan y entronizado como emperador de los mongoles en 1206. El personaje antagónico fue Jamuga, un joven noble que realizó juramento de anda o “hermano jurado” con Temüdjin. Esto ayudó a su anda a subir posiciones hacia el poder. Togrhul, Kan de los Keraitas, aceptó a Temüdjin como un jefe de segunda fila. Un incidente que afianza más el poder de Temuyin es el de Börte, su mujer raptada por un clan merkita, ante lo cual pide apoyo militar y Jamuja con su clan le ayuda, aunque con el tiempo se dará la separación de este con su anda. Por motivos de linaje, carisma y posición, muchos clanes de Yamuja se ponen bajo el mando de Temuyin. Este es el mundo argumental de “Mongol”.

El papel histórico de Gengis es haber logrado la unificación de Kiutes, Taieschutos, Keraitos, Naimanes, antes de ser proclamado como rey de Mongolia. Luego de la guerra contra la coalición de Yamuja somete a los Merkitas, acaba con los tártaros, muere Yamuja, somete en la siguiente década Kirguises, Uigures y Kitán. Conquistado el Reino Xia Occidental, aprendió tácticas de asedio de grandes ciudades invade el Imperio Jin, el mayor y más poderoso estado chino conquista el norte de este país y saqueando Pekín. Invade el Imperio corasmio entre 1218 y 1223 y conquista Asia Central, Persia y Afganistán.

Gengis Kan (1162 - 1227) funda así sin predecesor el primer Imperio mongol, el más extenso de la Historia, desde Europa Oriental hasta el océano Pacífico, y desde Siberia hasta Mesopotamia, la India e Indochina. La Mongolia de hoy solo es un remanente minúsculo que recuerda su nombre primigenio, pues Rusia y China representa gran parte de lo que fue el imperio mongol.

EL CINE

En 1965 Stephen Boyd (reconocido como Mesala, el antágonico de la monumental Ben Hur de 1950) hizo Jamuga y Omar Shariff (reconocido por Doctor Zhivago o Lawrence de Arabia en los años sesentas) hizo Temujin (Gengis Kan), acompañados de nombres, quizá ya olvidados, como Eli Wallach, Françoise Dorléac (la francesita como Bortei) y Telly Savalas (el famoso calvo griego de la colombina en Kojak).

En 1992 , Richard Tyson, Charlton Heston (Ben Hur), Pat Morita (Maestro en el Karate Kid), protagonizaron la segunda película digna de mención sobre el tema.

Hoy, en 2007, Arif Aliyev coescribe el guión y Sergey Bodrov (Ruso de 62 años) escribe, produce y dirije “Mongol”. Este film ha sido premiado una decena de veces por vestuario, sonido y cinematografía, entre otros aspectos técnicos.

LOS TECNICISMOS

El hemisferio “occidental” es un concepto que en el mundo globalizado se rechaza pero que existe en la realidad. Los productos anglosajones estetizan, imponen íconos, dan forma e imagen a los personajes históricos y llenan de lugares comunes la evolución de la civilización humana ante los ojos de este lado del mundo.

“Mongol”, a diferencia de los productos fílmicos citados de 1965 y 1992, es un producto “oriental” en el cual los personajes no son representados por americanos, árabes, franceses o japoneses, sino por mongoles verdaderos. Su morfología de talla pequeña, ojos rasgados y lengua original, transporta a los escenarios de desiertos y estepas reales, con un diseño de vestuario que siempre, pero ante todo a partir del centésimo minuto, es digno de destacar. La figura del Kan no es grandilocuente, el argumento no se adorna con proezas que impresionen al público, los caballos son objetivamente protagónicos, los relevos en el poder se apoyan en la tendencia humana a respetar ascendientes nobles y la fuerza de las armas “nobles”, también, como la daga o la espada.

La actuación es natural, con lógico ascendiente de la escuela Stanislavski, reforzada por la ausencia de montajes de ornato expresivo o poético. La cámara usa de planos generales y panorámicos, para los bellos paisajes, o de planos cortos para la figura humana, pocos close-up, mucha visión frontal que introduce al espectador en una escenografía bien naturalista. No se usan travellings exagerados, el mundo se mueve delante de los ojos. Los sangrados y heridas son cautelosos a la vista pero impactan, los ejércitos y las tormentas no son producto, así parece, de efectos digitales notorios.

El cinéfilo debe conocer del personaje antes de visualizar “Mongol”, pues allí solo se sabe de Gengis en el título, llevando a creer a alguna ahistoricidad que el filme no tiene. Posdata: esta historia real del mundo “oriental” se desarrolla sobre los años 1200 de manera casual y paralela al personaje muy “occidental” y posiblemente ficticio, del “Robin Hood” que impacta en la cartelera actual.