domingo, 4 de noviembre de 2012

Oscares 2013: SKYFALL

Esta es una tarjeta de cumpleaños de los 50 de Bond, en el cine, y 60 en la literatura. De 14 novelas se han hecho 25 filmes y, posteriormente, han aparecido una decena de escritores que han aportado sus versiones novelísticas sobre este personaje, universalmente conocido e ícono de ficción, representado en actores todos aun en vida y situaciones todas interpretatorias de los peligros contemporáneos. Esta celebración de las bodas de oro del personaje es dirigida por el talentoso Sam Mendes, quizá por ello hay algo de “Road to perdition” en la atmósfera de la segunda mitad de “Skyfall” hasta su final. Claroscuros, sombras, caminos solitarios y alejados, lentas vistas aéreas, tiroteos en penumbra y personajes que se persiguen por venganza, con muertes aseguradas y comprensibles. Roger Deakins es el director de fotografía. Por eso el tono es de “Fargo”, o de “No country for old man”, coincidencialmente donde Javier Bardem ganó su meritorio Oscar de asesino con técnicas habilidosas de matar. Bardem, acá en “Skyfall”, agregará homosexualidad a su personaje de archienemigo del 007, será creativo en su ataque hacker al MI6, será encerrado al estilo de Hannibal y se echará al hombro la película con un fabuloso rol.
Benjamin Whishaw (“Bright star”, “El perfume”) es ahora “Q”. Qué pena anticipar que Judi Dench (“M”) se despide, luego de ser en las siete últimas entregas la jefe de Bond, dado que a sus 77 años, con enfermedad visual degenerativa, entra al limbo de los grandes actores con seis BAFTAS, seis nominaciones al Oscar y uno ganado, etc.. Le reemplaza en la saga Bond, el inmenso actor Ralph Fiennes (el Lord Volemore de “Harry Potter”…). Naomie Harris comienza como Eve, una chica Bond, hábil agente, para quedar enrolada dentro de la saga como la Miss Monneypenny, secretaria de “M”, que siempre ha de ser recordada en la cara de Louis Maxwell (quien hizo este papel en las primeras 14 películas). El nunca olvidable Albert Finney (“Tom Jones”, “Los duelistas”, “Erin Brockovich”) aparece como el guardia de la vieja casa donde se crió Bond. Porque en “Skyfall”, se llega al origen y renacen muchas cosas en la saga.
En Skyfall” hay numerosas referencias y “dejavús” de los anteriores filmes: frases como “for your eyes only”, el desastre facial de Raoul Silva, (Bardem) que habiendo sido un agente 00 no muere por el cianuro en su muela y pierde la mitad de su cara recordando al público al “jaws” de “The spy who loved me” y “Moonraker”. También esté el simbolismo de la muerte de una época en la explosión del Aston Martin que fue utilizado en “Goldfinger”, así como la vuelta a la Beretta que ahora solo puede ser disparada por el 007 portador, entre otras a las que hay que jugar a descubrirles. El formato seguirá siendo el mismo: se comienza con una escena impactante no vista en otros filmes, donde Bond le recuerda al público cuál es su oficio. Sigue con el planteamiento de la tarea por parte de “M”, la entrega de “gadgets” de las manos de “Q”, el viaje al otro lado del mundo y encuentro con la “chica Bond central”, los enfrentamientos con los matones del archienemigo de turno, hasta llegar a conocerle cara a cara. Siempre habrá alguna empatía de este con el agente secreto más conocido del mundo. El impacto es de orden global, habrá que salvar al mundo a través de MI6… ahora se la ha agregado mucho factor emocional, sentimental, de reflexión sobre la vida, los héroes sufren y son de carne y hueso. Una de las grandes influencias en el cine de masas y acción ha sido impuesta por el lenguaje de los Nolan (“Batman”), toda una semiótica que está allí presente en “Skyfall”, para que “007 …to be continued…”.