sábado, 23 de febrero de 2013

DURO DE MATAR 5 (DIE HARD; LA JUNGLA 5; A GOOD DAY TO DIE HARD)

John McClane ha sido Duro de matar, en el edificio (1988), en el aeropuerto (1990), en la “Venganza”, con oro y terroristas en la ciudad (1995), en “Vive Libre”, acerca de la informática (2007) y completa su cuarto de siglo con “Un buen día para morir”, sobre mafia rusa y espionaje, en aventuras esta vez con su hijo. Su base novelística es “Nothing lasts forever” de Roderick Thorp, de quien se han realizado otras obras suyas en el cine: “The detective”, “Rainbow drive” y “Devlin”. Jai Courtney, (Varro el mejor amigo gladiador en “Spartacus: blood and sand”), es ahora el hijo de McClane, un espía posando de asesino, que trata de evitar que maten a un preso político… La hija de McClane sigue siendo Lucy (Mary Elisa Winstead, de la entrega 4). Y, es Yuliya Snigir (la rusa Irina) quien hace la parte femenina antagónica. Con presupuestos de US$28, 62, 90, 110 y 92 millones, respectivamente, la saga ha obtenido unos US$1.200 millones hasta ahora (un 200% de utilidad bruta). En esta entrega hay más oscuridad visual (lo que permite recordar que el director es John Moore, de “Max Payne”), mayor recurrencia a efectos digitales y una insistente referencia al “viejo” McClaine. La película premia a los amantes de las persecusiones automovilísticas y el balaceo continuo acompasado a las explosiones. El film no defrauda a nadie, pero no alcanza todo el “sabor novedoso” de las primeras versiones ¿to be continued?