sábado, 6 de marzo de 2010
UP IN THE AIR (AMOR SIN ESCALAS)
¿Porqué es candidata al Oscar a mejor película? ¿y cinco nominaciones más? La novela de Walter Kirn es dirigida en el cine por Jason Reitman, un actor de cuatro películas que ahora ha dirigido tres posteriormente, con una de las cuales, “Juno”, llamó la atención de toda la industria en el 2007.
“Up in the air” ganó un Globo de Oro por el guión escrito por su mismo director. Lo demás son solo multitud de nominaciones. Para buena parte del público será una película más. George Clooney, uno de los actores de moda, jala la taquilla. Vera Farmiga y Anna Kendrick secundan de manera equilibrada, siendo quizá temprano para que conviertan sus nominaciones en premios. Melanie Lynskey (la enamorada Rose en Two and a half men) hace una aparición como la hermana que se casa.
Bajtin, Barthes, Eco, Martin-Barbero, Metz, Saussure, Baudrillard, Kristeva, Lévi-Straus, Jakobson, Lacan, Derrida y otros tantos, han aportado a la lectura de signos, significantes y semiótica cultural en la comunicación. El cine es comunicación con base en simbolismos y puede leerse en su semiótica social. Quizá sea exagerado acudir a los elementos teóricos para acometer la rememoración de una película. Pero, lo que hay detrás de esta película plana de buena realización, sin sobresaltos, es la intención del libro y del guión.
Se dice del libro que, luego del 11 de septiembre de 2001 dejó de venderse debido a que su carátula mostraba ejecutivos, como aviones, y algunas llamas. Signos que generaron rechazo comunicacional.
En cuanto al filme, lo simbólico va del aire a la tierra. Se capitula entre ciudades vistas a vuelo de avión y se aterriza a diario. Ryan Bingham (Clooney) alcanza 10.000.000 de millas en su historial viajero y es el pasajero que gana la tarjeta metálica No. 7 con este récord. Alex Goran (Farmiga) es igual a él. Utilizan un lenguaje plagado de tarjetas de crédito, aerolíneas, aeropuertos, hoteles y puntos acumulados. Natalia Keener (Kendrick) es experta en eficiencia, psicóloga, novata y acompaña a Ryan para aprender.
¿Qué hay detrás de la historia? Una metáfora de la crisis del capitalismo estadounidense. El libro hacía referencia a la pérdida de puestos de trabajo de la crisis de 1997-1999. Recupera vigencia en el guión de “Up in the air” de 2009, luego de que en los Estados Unidos, se perdieron 5,4 millones de empleos entre julio de 2008 y febrero de 2009, cuando la tasa de desempleo se elevó al 8,5% de la fuerza de trabajo en marzo de 2009, pero superó el 14% teniendo en cuenta las personas que trabajan a tiempo parcial involuntariamente (part time).
De manera simultánea fueron la industria automotriz, las aerolíneas y el turismo algunos de los primeros afectados por el reflujo del sector financiero e hipotecario. Por eso las millas acumuladas, los aviones, los despidos, la mirada hacia la familia y el incierto futuro son los símbolos acordes con el tema.
En “Amor sin escalas”, se pasa por la escasez de automóviles último modelo para la renta, los preferidos por Ryan. Se observa el cuestionamiento que las más grandes aerolíneas del mundo, centradas en Estados Unidos, hicieron a sus planes de fidelización y acumulación de millas. Pero, fundamentalmente, las funciones de Ryan como experto en “despidos laborales”, muestra algo que suena a fabulación pero se dio en la realidad de los países desarrollados. Las más grandes empresas nacionales y multinacionales establecieron en sus divisiones de Recurso Humano la sección de despidos: estrategias, procedimientos, análisis organizacional y psicotécnico para asumir los impactos individuales del desempleo imprevisto. Ryan vuela de ciudad en ciudad para, como especialista, despedir los empleados de cada oficina de una gran Corporación. Observa las sorpresas, las exclamaciones, las reclamaciones. Escucha sin corazón los referentes a las familias, al futuro incierto, a la pobreza que se sobreviene. Observa las lágrimas.
Todo ello genera en él mismo un cuestionamiento a su propia soledad de pasajero crónico, de hermano alejado, de habitante solitario de un apartamento que visita muy poco.
Es cierto todo lo que se ve en “Up in the air”. La práctica hace maestros. La destreza hace imperceptible el arte. Por eso, el director, pocas películas en su haber maneja, sin embargo, guión y película con acento maquinal y certero. He ahí el porqué el público tendría derecho a preguntarse qué filme vio en el teatro y porqué está nominado entre los diez del Oscar del 7 de marzo de 2009.
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