sábado, 20 de febrero de 2010

CORALINE




Henry Selick, de 58 años, con 5 largometrajes y 4 cortos, dirige y escribe el guión sobre la base de la novela de Neil Gaiman.

El libro cuenta con Premio Hugo a la Mejor Novela Corta, Premio Nebula a la Mejor Novela Corta y el Bram Stoker a la Mejor Obra para Jóvenes Lectores (todo ello en el 2003). Su estructura literaria recuerda a Alicia en el país de las maravillas con gato y todo.

Coraline Jones, “exploradora de 12 años”, junto a sus padres se mudan a una nueva casa “el palacio rosa”, en cuyos alrededores hay excéntricos vecinos (el señor Bobinsky, las señoritas Spink y Forcible y Wybie). Además un gato callejero negro y feo que pertenece a Wyborn (homofonía de “porquenace”), un chico extraño en bicicleta. Todo comienza al descubrir una puerta pequeña en la sala de la casa, ratones, pasadizos, un mundo paralelo, todo gracias a una muñeca de tela hecha a réplica suya con botones por ojos y con la tarea de espiarla en este mundo. Sus habitantes son más divertidos, son una réplica de los ya conocidos incluyendo a sus padres y en vez de ojos tienen botones, también.

Ese mundo falso es inventado por una bruja (con un símil de araña, todo es hilos y todo lo cose) que adopta la forma de su madre para conseguir que se quede con ella. Hay, al atravesar un espejo tres fantasmas que la bruja atrapó y para liberar esas almas, Coraline debe encontrar los ojos verdaderos de dichos niños, que también tienen botones. Al volver a casa sus padres han desaparecido, secuestrados por la bruja, y debe volver al otro mundo a jugar un "juego de encontrar cosas" con la bruja para derrotarla, volver todo a la normalidad y esconder la llave, para que no regrese la "otra madre".

Los mundos de Coraline o Coraline y la puerta secreta, es película 3D, que gusta a chicos y chicas, por su línea de dibujo y su historieta. Protagonizada en voces por Dakota Fanning (16 años y 30 películas en 10 años), esa niña precoz excelente actriz que ha acompañado a Robert de Niro, Tom Cruise, Charlize Theron, Denzel Washington y otros muchos. Recientemente apareció crecidita e irreconocible como vampira en Luna Nueva.

La voz de su madre es Teri Hatcher (la Susan de Desperate Houswives en TV; y chica Bond en Tomorrov never dies).

Con importantes similitudes al tratamiento gótico característico en un director como Tim Burton (Beetlejuice, El cadáver de la novia), Coraline compite por el Oscar de este año a mejor película de animación con “The secret of kells”, “Fantastic Mr. Fox”, “The princess and the frog” y “Up”. Se puede tener el derecho a pensar que esta última, la historia del viejito viudo que viaja sus últimos días en su casa y elevado por un enorme manojo de globos, sea la que gane.

A SERIUOS MAN






El título hace alusión al calificativo acerca de una persona respetable, con reconocidos valores morales, en el “argot” judío. La dirección, producción y guión simultáneos es de los muy reconocidos hermanos Ethan y Joel Coen, de ascendencia judía. Con “Fargo” obtuvieron Oscar por el guión, en “No country for old man” ganaron consecutivos oscares a dirección, producción y guión, “Burn after Reading” fue reconocida por el gusto del público y su sorprendente elenco. “El quinteto de la muerte (The Ladykillers) pasó inadvertida con Tom Hanks.

Compite para mejor película y mejor guión en los Oscares de este año. Quizá solo ameritaría fijarse en su buena escenografía y ambientación de los años sesentas (St. Louis Park, Minnesota).

Larry Gopnik, un profesor de matemáticas, judío vive una lucha espiritual y existencial. Integran el argumento su separación de Judith, que le ha sido infiel con su colega Sy Ableman; la convivencia con su Arthur, su enfermo y algo idiota hermano; su hijo Danny, que fuma marihuana y vive en adolescencia plena; su hija Sarah, que insiste en la idea de tener una cirugía de nariz; una vecina libertina que llama su atención y el soborno de un alumno asiático que pierde su materia.

El contexto impregnado de conceptos religiosos y morales de la etnia judía, muestra un leve humor negro con comportamientos sociales un tanto pusilánimes, un poco cercanos al ridículo, tácitamente burlones con las jerarquías y los ritos religiosos semitas y cuestiona la propia experiencia juvenil de los Coen.

“Un hombre serio” resultará aspirando marihuana, falseando notas de un alumno, asediando a una vecina descocada, sometiéndose al egótico juego de selección interna de profesores, aceptando superfluas alegrías sociales de una vida rutinaria e insulsa, revelando en clase a toda voz lo inútil de sus formulaciones matemáticas, cuestionándose por las preguntas seudofilosóficas y simplistas de sus rabinos, aceptando el soborno en dinero de un alumno, todo ello sin que sea notado en sociedad.

Quizá el mérito de “A serious man” radique en que llegue al flemático e influyente sector judío del jurado Oscar. También en ese intento de los Coen de sonreírse al recordar la mediocridad de clase alrededor de su propia religión. Nada más. Entró a concursar gracias a los anteriores méritos de los Coen y no será un éxito en los teatros.

UN PROPHÈTE


La dirección

Con la dirección de Jacques Audiard (58 años, 5 películas), guión compartido con Thomas Bidegain y Nicolas Peufaillit, fotografía de Stéphane Fontaine, con quien repite, y música del muy conocido mundialmente Alexandre Desplat (The Queen, Syriana, Casanova, Birth, The Curious Case of Benjamin Button, New Moon (Saga), la próxima “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte” Parte 1, y 64 películas más), “Un prophète” de dos horas y media de duración, acaba de ganar el Gran Premio en Cannes 2009.

Con su ópera prima “Mira cómo engordan” se llevó el premio César a la mejor película y el Premio Georges Sadoul-de 1994, con “De latir mi corazón se ha parado” obtuvo premios César y Bafta en el, 2005. Se conoce también por “Lee mis labios” (Vincent Cassel) y “Un héroe muy discreto” su segunda de 1996.

La temática

Por atreverse a irrespetar a un policía Malik El Djebena (Tahar Rahim) de 19 años cumple seis de condena sin sabe leer ni escribir. Presionado por el cabecilla de la banda dominante de racistas corsos, comete un asesinato del cual su víctima le acompañará luego en las solitarias noches convirtiéndose en consejero. El protagonista magrebí hace malabares para cumplir con las expectativas de los corsos, aprovecha sus salidas por buen comportamiento como sicario contra la mafia italiana, pero utiliza parte de su tiempo para entrar al comercio de hachis, apoyando a los musulmanes también en prisión. Se fortalece como su líder acabando con el poder de sus antiguos protectores.

Malik, aprende a leer y escribir francés y entiende italiano, por lo cual escucha, imperceptiblemente para los demás, todas las estrategias de los bandos. Su más cercano amigo árabe morirá de cáncer testicular y finalmente, ha de proteger a la esposa e hija de éste. Quien ingresó desvalido y débil, ignorante y con un billete escondido en la suela de su zapato roto, saldrá a pie, pero seguido de una comitiva de modernas camionetas que dan significado al poder del “profeta” musulmán.

La película compite con la peruana “La teta asustada”, la alemana “La cinta blanca”, la argentina “El secreto de tus ojos” y la israelí “Ajami”, por ser escogida como la mejor película extranjera (o mejor película de habla no inglesa) en la premiación Oscar del presente año.

Una valoración

Ha sido catalogada como del género del crimen mafioso y se han permitido rememorar secuelas del “Padrino”, estando muy lejana a estos niveles de calidad. Sus méritos técnicos podrían estar en la ausencia de efectos sonoros sensacionalistas y en sus actuaciones naturalistas.

Por otra parte, quizá el guión mereciera un reconocimiento por su contenido actual, sobre un sistema carcelario que más que rehabilitador, corrompe sin desprenderse de sus influyentes hilos de conexión con el exterior. Las problemáticas interraciales y de antagonismo religioso, de la inmigración legal e ilegal, del imperio del dinero y de las armas en una sociedad que es impotente e incapaz para generar promesas más concretas a una creciente población, están presentes en El Profeta, pero la película no lo revela al público.

Es un error, constantemente presente en los filmakers, que les sea tan difícil integrar la lectura contextualizante, dirigida al último de sus espectadores. El olvido de esta, que debería ser una regla para un cineísta inteligente, reduce sus mercados, minimiza las taquillas.

Quizá, para no pensar mal de los jurados, en los diferentes festivales y academias se nomine y premie productos con esta marcada debilidad. De forma que al reducir la lectura experta a un cenáculo de sabios, se desprecia siempre al público y se orienta cada filme a un “selecto” grupo de semiólogos, a un prepotente conglomerado de academicistas que habrá de denigrar, criticar de manera negativa y desfogar saberes en contra de un filme, sin dar importancia a quien paga un boleto y disfruta, o no, en una sala de cine. Es el signo del fracaso en directores que olvidan “completar” obra y en jurados que premian productos sin valor alguno, amparados en razones “politícamente correctas”, pero que no se ven en la pantalla.