sábado, 20 de febrero de 2010

UN PROPHÈTE


La dirección

Con la dirección de Jacques Audiard (58 años, 5 películas), guión compartido con Thomas Bidegain y Nicolas Peufaillit, fotografía de Stéphane Fontaine, con quien repite, y música del muy conocido mundialmente Alexandre Desplat (The Queen, Syriana, Casanova, Birth, The Curious Case of Benjamin Button, New Moon (Saga), la próxima “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte” Parte 1, y 64 películas más), “Un prophète” de dos horas y media de duración, acaba de ganar el Gran Premio en Cannes 2009.

Con su ópera prima “Mira cómo engordan” se llevó el premio César a la mejor película y el Premio Georges Sadoul-de 1994, con “De latir mi corazón se ha parado” obtuvo premios César y Bafta en el, 2005. Se conoce también por “Lee mis labios” (Vincent Cassel) y “Un héroe muy discreto” su segunda de 1996.

La temática

Por atreverse a irrespetar a un policía Malik El Djebena (Tahar Rahim) de 19 años cumple seis de condena sin sabe leer ni escribir. Presionado por el cabecilla de la banda dominante de racistas corsos, comete un asesinato del cual su víctima le acompañará luego en las solitarias noches convirtiéndose en consejero. El protagonista magrebí hace malabares para cumplir con las expectativas de los corsos, aprovecha sus salidas por buen comportamiento como sicario contra la mafia italiana, pero utiliza parte de su tiempo para entrar al comercio de hachis, apoyando a los musulmanes también en prisión. Se fortalece como su líder acabando con el poder de sus antiguos protectores.

Malik, aprende a leer y escribir francés y entiende italiano, por lo cual escucha, imperceptiblemente para los demás, todas las estrategias de los bandos. Su más cercano amigo árabe morirá de cáncer testicular y finalmente, ha de proteger a la esposa e hija de éste. Quien ingresó desvalido y débil, ignorante y con un billete escondido en la suela de su zapato roto, saldrá a pie, pero seguido de una comitiva de modernas camionetas que dan significado al poder del “profeta” musulmán.

La película compite con la peruana “La teta asustada”, la alemana “La cinta blanca”, la argentina “El secreto de tus ojos” y la israelí “Ajami”, por ser escogida como la mejor película extranjera (o mejor película de habla no inglesa) en la premiación Oscar del presente año.

Una valoración

Ha sido catalogada como del género del crimen mafioso y se han permitido rememorar secuelas del “Padrino”, estando muy lejana a estos niveles de calidad. Sus méritos técnicos podrían estar en la ausencia de efectos sonoros sensacionalistas y en sus actuaciones naturalistas.

Por otra parte, quizá el guión mereciera un reconocimiento por su contenido actual, sobre un sistema carcelario que más que rehabilitador, corrompe sin desprenderse de sus influyentes hilos de conexión con el exterior. Las problemáticas interraciales y de antagonismo religioso, de la inmigración legal e ilegal, del imperio del dinero y de las armas en una sociedad que es impotente e incapaz para generar promesas más concretas a una creciente población, están presentes en El Profeta, pero la película no lo revela al público.

Es un error, constantemente presente en los filmakers, que les sea tan difícil integrar la lectura contextualizante, dirigida al último de sus espectadores. El olvido de esta, que debería ser una regla para un cineísta inteligente, reduce sus mercados, minimiza las taquillas.

Quizá, para no pensar mal de los jurados, en los diferentes festivales y academias se nomine y premie productos con esta marcada debilidad. De forma que al reducir la lectura experta a un cenáculo de sabios, se desprecia siempre al público y se orienta cada filme a un “selecto” grupo de semiólogos, a un prepotente conglomerado de academicistas que habrá de denigrar, criticar de manera negativa y desfogar saberes en contra de un filme, sin dar importancia a quien paga un boleto y disfruta, o no, en una sala de cine. Es el signo del fracaso en directores que olvidan “completar” obra y en jurados que premian productos sin valor alguno, amparados en razones “politícamente correctas”, pero que no se ven en la pantalla.