viernes, 1 de marzo de 2013
EL GRAN SECRETO (THE WORDS; EL LADRÓN DE PALABRAS)
Brian Klugman y Lee Sternthal, escriben este guión y lo dirigen, a un costo sorprendentemente bajo de US$6 millones (otra de las tantas lecciones de hacer cine con buena historia y bajo costo, que los países aprenden con mucha lentitud y dificultad).
Bradley Cooper es Rory Jansen (el escritor, que alcanza el éxito con un bestseller premiado, pero no de su autoría); Zoe Saldana es Dora Jansen (su esposa de color, que le apoyará siempre, a pesar de la gran verdad); Ben Barnes es The Young Man (quien durante la segunda guerra escribe el que sería, años después, aquel exitoso bestseller); Jeremy Irons es The Old Man (The Young man, muchos años después, luego de haber perdido el gran manuscrito); Dennis Quaid es Clay Hammond (escritor de mediano talento, pero que alcanza el éxito, solo escribiendo la historia del manuscrito perdido y del éxito alcanzado por quien lo toma como propio); Olivia Wilde es Daniella (la escritora novata e inteligente a quien Hammond confiesa de dónde surge el argumento que le ha dado notoriedad, precisamente basado en la historia real del manuscrito perdido y del correspondiente plagio).
Aun a sabiendas del contenido del filme, se puede ver este como un interesante producto. Son tres historias traslapadas que muestran bien el efecto psicológico que la fama sin mérito genera, a manera de conciencia acusadora. En un efecto psicoterapéutico, confesarlo a alguien, redime, pero no repara.
La corta participación de Irons, como siempre de alta calidad. La actuación de Cooper lo muestra como uno de los mejores prospectos jóvenes. El aporte de Quaid es, como siempre, reconocible pero inocuo. Saldana y Wilde, hasta ahora, cumplen apenas. De toda forma, el trabajo de estos directores noveles, con corta experiencia en escribir historias, ha dado un resultado plausible. Una simple prueba de lo fácil que resulta robar las palabras, algo bien común en los tiempos que corren.
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