jueves, 19 de junio de 2008

Elizabeth La Edad de Oro


Qué buen papel, con una cara no tan bella pero con altura de reina, el de Cate Blanchett. Clive Owen, es un Sir Walter Raleigh que solo cumple por el supuesto de extracción baja y ralea que tiene el pirata que fue figura del reino isabelino y que llena la parte banal del filme. Geoffrey Rush, siempre bien en su papel de sir Francis Walsingham, es el nunca faltante primer ministro manipulador de toda urdimbre política y cortesana de la época. Un papel sorprendente corresponde a Samantha Morton, como María Estuardo, la ajusticiada traidora, personaje al cual engrandece más allá de su corta aparición. Jordi Mollá, hace un Felipe II bien español.
Shekhar Kapur, el indio director, maneja con admiración por el imperio de otras épocas. Se acompaña de una música compuesta por Craig Armstrong (¿?) y A. R. Rahman (prolífico en Bollywood), estupenda y que recuerda la estela dejada por Gladiator. Se ayuda Kapur de ingenieros de escenografía que magnifican el corto presupuesto de 50 millones de dólares. Así, Kapur se ha hecho merecedor al derecho de completar la trilogía de la historia de los 44 años de Elizabeth en el poder.
La reina Elizabeth, en su época de oro, debe enfrentar traiciones que provienen de todo lado. La de mayor trascendencia para la estabilidad de su trono viene de Felipe II de España, su propia familia pues había sido segundo esposo de Maria I, exesposa de Enrique VIII padre de nuestra Elizabeth I, todo dentro de la casa Tudor, y por lo cual eran medio hermanos o Felipe era padre político, como quiera que se le interprete. Elizabeth es protestante, dentro de los cambios religiosos del siglo XVI, y Felipe es católico, empeñado a restaurar su iglesia en Inglaterra por la vía bélica. Para ello, organizó la denominada Armada Invencible, que dominó los mares más allá de su muerte.
La reina virgen, nunca se casó pero sintió enorme atracción por el pirata Walter Raleigh, colonizador del Nuevo Mundo y fundador de Virginia en honor a su reina. Elevado a la categoría de Sir, es Bess, la dama de compañía y tocaya de la reina, quien amará a Raleigh, entrelazando una historia de frustración sentimental de su ama.
La película traza bien la red de espías, franceses, españoles e ingleses, Jesuitas y sicarios, todos dentro de un complot de asesinato para tomar el trono inglés, del cual se deriva la final decapitación de María Estuardo, reina de Escocia, prima de Elizabeth y descendiente directa del poder de Francia por ser hija de Médicis y Estuardos. Es precisamente por ello que se prueba que Felipe no está interesado en darle el poder a Francia, su enemiga, sino en utilizar la dinástica de María, intrigando al interior de la corte Isabelina en la cual esta altiva, culta e inteligente reina sin reino estaba cautiva.
El atractivo bélico llega a la pantalla con las escenas de la derrota histórica de la Armada Invencible, por obra de tormentas y elementos climáticos en contra, aunque también por argucias guerreras de Raleigh. En el plano de la producción es notorio el buen logro de estas escenas, mediando solo un barco de dimensiones reales, construído con tres lados diferentes para la cámara: uno español, otro inglés y una parte trasera que funge del camarote del pirata Raleigh. Los demás navíos de la flota estarán dibujados a 3D sobre olas reales fotografiadas previamente.
Esta misma brillante producción logra una buena selección de castillos, templos e interiores con la misma clase de color de piedra y mármol que mantiene una luminosidad natural. Las cámaras escondidas a grandes alturas en los techos y bóvedas magnifican los escenarios y aprovechan las escaleras, los pisos camuflados y los pequeños interiores, todo lo cual permite al espectador una perspectiva esplendorosa. Por lo demás, el vestuario se ciñe a las viñetas históricas y ha recibido nominaciones y premios de carácter técnico.
Blanchett gusta, impresiona, humaniza y explica la personalidad de Elizabeth. La primera Elizabeth, de 1998 fue su quinto trabajo profesional, luego del cual ha realizado 27 películas en nueve años, 22 de los cuales entre una y otra de las dos Elizabeth filmadas hasta hoy. Este papel la destaca globalmente, aunque su oscar como actriz de reparto lo debe al papel de Katharine Hepburn en Aviador, de Scorsese. Esperemos gozosos la tercera y última parte de un tipo de trabajos que se planean sin esperar grandes retornos de taquilla pero que son un aporte a la buena fílmica de los documentos de la historia universal.