viernes, 10 de febrero de 2012

LA CARA OCULTA (BUNKER)


Andi Baiz (caleño de 36) tiene experiencia en nueve cortos (los cuales suman todos unos 55 minutos), dos mediometrajes (ambos totalizan 70 minutos) y dos largos (“Satanás”, “La cara oculta”).

Baiz orienta a un grupo de actores noveles. Quim Gutiérrez es catalán con experiencia televisiva y una carga actoral típica de su tierra nativa. Clara Lago es madrileña con similar experiencia, pero con más soltura actoral. Martina García, la colombiana, también de origen televisivo y con media docena de largometrajes, aporta su cuerpo, como es usual, y la capacidad de reflejar emociones sin sobregesticular su rostro de niña.

La música es de Federico Jusid, un argentino con la suficiente experiencia para crear una elegante estela de sonidos alrededor del desarrollo de este thriller. La productora musical es Anelle Onyeekwere, que apoyó en esta área a la laureada “El secreto de sus ojos”.

No obstante, es la Orquesta Filarmónica de Bogotá la que aporta unos apartes de Rachmaninoff y Tchaicovsky que embellecen el trasfondo vital del personaje masculino central, que hace el rol de un director español visitante en Colombia.

Adrián (Joaquim Gutiérrez Ylla), es el maestro director de orquesta y su novia Belén (Clara Lago). Están enamorados, pero una broma de Belén genera la seria situación en que se entretejen posibles celos y desapariciones. La camarera Fabiana (Martina García) aparece en la vida de Adrián. Un detective amigo de Fabiana (Juan Alfonso Baptista, el “Gato”) sospecha de Adrián y previene a esta de su reciente novio. La trama se enreda un tanto y termina con una buena justificación de lo que fue el hilo conductor.

¿Qué hay en esta película simple? Una actuación muy pobre de Quim Gutiérrez. Nada convincente con la batuta en el elegante teatro (Jorge Eliécer Gaitán), no estuvo a la altura de las lindas chicas, ni intentó superar con una buena dicción el regular sonido del filme.

Es una película de escenografía elegante, con el elevado hálito social que provee una orquesta sinfónica y los interiores de una gran casa de ensueño. Todo en un alto status que más que justificado por el entorno social del personaje, es resultado formulado del “feng shui” que se requería para contar con un buen tráiler de promoción de una película simplemente televisiva, como su elenco.