viernes, 6 de abril de 2012

FURIA DE TITANES 2 (WRATH OF THE TITANS)


Después de “Clash…” llega “Wrath…”, tratando de acomodar algo de la mitología griega a los deseos de grandilocuencia visual del público en las taquillas. Los titanes son los hijos del cielo (Urano) y de la tierra (Gaya). De varios titanes y titánides esta saga muestra solo a Cronos (el Saturno romano) y sus hijos Zeus (padre de los dioses y del cielo y el trueno, simil del Júpiter romano), Hades (el Plutón romano) y Poseidón (dios del mar).

Los habitantes de Argos han sufrido en la anterior entrega el embate del furioso Kraken quien pedía el sacrificio de la Princesa Andrómeda en venganza por la destrucción de una estatua de Zeus. En ello estaba involucrado Hades. Perseo salva a la ciudad y a la vez a su padre Zeus de ser derrocado, luego de haberse enfrentado a Escorpiones y también conseguido la cabeza de la gorgona Medusa.

En la presente entrega Cronos, que había sido derrocado por los tres hijos y enviado al profundo Tártaro, hace trato con su traidor hijo Hades y con Ares (dios de la guerra, símil del Marte romano) sobrino de este, también traidor luego, para capturar a Zeus.

Argenor (semidios hijo de Poseidón), Hefestos (dios caído hijo de Zeus) y Perseo (hijo semidios de Zeus, quien lucha por su hijo Heleo) buscan recuperar a Zeus, con la ayuda de la ahora Reina Andrómeda. Perseo usa su Pegaso (caballo alado nacido de la sangre de Medusa), se acompaña de los Cíclopes (hijos de Urano: Areges, Brontes y Estéropes), quienes se convierten en aliados.

En “Wrath…”, Perseo vence al Minotauro. Una gran confusión pues quien lo hace en el mítico griego es Teseo (otro dios fundador, eso sí, con Perseo) ayudado de Ariadna.

Jonathan Liesbeman, un director de cine B (“Masacre de Texas: el comienzo”, “Batalla de Los Angeles”, “Killing Room”), hace un gran esfuerzo por conjugar el talento de estrellas como Worthington, Neeson, Fiennes, Pike y Houston (llama la atención la presencia de Edgar Ramírez, el venezolano de “Carlos –el Chacal-“, “Saluda al diablo de mi parte”, “Che”, en el papel de Ares).

Esta producción de US$150 millones hace parte de una franquicia de propiedad de Warner Bros que ha tenido producciones en 1981, 1996, 2010 y ahora 2011. Esta última entrega quizá no logre retornos del nivel de los US$500 de su antecesora inmediata que alcanzó 300% de utilidades. Aunque el franquiciado de la mitología griega es una inmensa veta argumental está siendo explotado por la industria fílmica solo por su ángulo fantástico, desperdiciando quizá sus contenidos histórico, cultural y filosófico, de enorme trascendencia en la cultura occidental.