domingo, 11 de septiembre de 2011

DE DIOSES Y HOMBRES (“DES HOMMES ET DES DIEUX”; “OF GODS AND MEN”)

El salmo 82:6 y 7 contiene entre varias, las frases que dan origen al elegante título de una película con puesta en escena objetiva y argumento subjetivado, que difuminan un tanto su expresividad artística:

“Yo os dije: 'Vosotros sois dioses; todos vosotros sois hijos del Altísimo… Sin embargo, como un hombre moriréis y caeréis como cualquiera de los gobernantes”.

Esto hace referencia a un hecho real que ocurre en la región del Magreb, al otro lado del Mediterráneo francés, en la conmocionada Argelia de los años noventas, a donde habitaba una comunidad de monjes católicos cistercienses del Tibhirine, involucrados con la comunidad desde 1993 hasta su secuestro y posterior masacre decapitados en 1996, aparentemente por terroristas islámicos. Esta inculpación nunca se comprobó, existiendo también la hipótesis de que pudieran haber sido autores algunos agentes del gobierno sunnita islámico. Argelia recién entraba de un sistema unipartidista hasta 1988, habiendo legalizado el multipartidismo y al Frente Islámico de Salvación, FIS, que ganó las elecciones municipales y la primera vuelta de las legislativas de 1991. Sin embargo, el ejército decretó el estado de urgencia impidió asumir el poder al FIS, desencadenando una guerra civil liderada por diversos grupos armados, el Ejército Islámico de Salvación y el Grupo Islámico Armado se enfrentaban en ofensivas rebeldes y las contraofensivas oficiales. Los militares gobernaron hasta 1994 mientras los grupos fundamentalistas continuaban buscando desestabilizar al gobierno central.

Este país es 99% musulmán sunita y solo un 1% católico y judío, proveyendo un escenario en el cual la orden cisterciense, conocida como orden del Císter o Santa Orden del Císter, de origen monástico y católica reformada, era un grupo advenedizo. Se deriva su nombre de la Abadía de Císter fundada por Roberto de Molesmes en 1098, cerca de la antigua Cistercium romana, localidad cercana a Dijon, Francia.

El interés del director francés Xavier Bauvois es hacer un documento fílmico subjetivo sobre lo que pudieron haber sido los días previos al mortal desenlace, discurriendo alrededor de las cavilaciones de los monjes con vocación de martirio, pero hombres al fin y al cabo. Los diálogos con la comunidad son naturales con personajes reales y sin profesionalismo actoral. La escenografía interior es bien iluminada y la exterior colmada de bellos paisajes. Los hábitos de los “monjes blancos”, denominados así en contraposición con los Benedictinos, o monjes negros, impacta visualmente. Las tomas de cámara son simetrizadas haciendo bellas imágenes de misas, rezos, comidas y conversaciones.

Lambert Winston y Michael Londsdale son los mismos actores que siempre han sido, el primero en una serie de filmes de poco valor e interés y el segundo en numerosas apariciones en películas de taquilla (“Agora”, “Los fantasmas de Goya”, “Ronin”, “Munich”, “El nombre de la rosa”, “Moonraker”) apareciendo siempre de manera fugaz como la “conexión francesa” del personaje que llega a Europa necesitado de curaciones, documentos falsificados o datos de enlace.

La música ambiental es de enorme fuerza reflexiva, pero predominan los silencios. Tchaikovsky es usado en algún momento cumbre de la cena con un aparte del crescendo de su obertura del “El lago de los cisnes”. No obstante, de toda la fórmula utilizada surge un cierto tedio de espectador salpicado de pequeñas sorpresas armadas. Los diálogos sobre cobardía y valor son farragosos. Se puede resumir como un documento histórico subjetivo con objetividad técnica, que llamó la atención del festival de Cannes en 2010.

sábado, 10 de septiembre de 2011

LA NOCHE DEL DEMONIO (INSIDIOUS)


El malasio James Wan y el escritor Leigh Whannell (ambos de 34 años de edad) se han acompañado en la saga de “Saw I” a “Saw VII”. Además han producido las siete películas de una taquillera idea “gore”, que ha sido por algunos denominada “cine gorno” por mezclar gore y porno (prostitución de la violencia), debido al énfasis en torturas y mutilaciones.

En el presente filme no hay “gore” ni violencia, pero no pueden lograr una veta nueva y se entremeten con el lugar común de lo demoníaco, muy de lejos de un maestro como William Friedkin (“The exorcist”).

En este caso abusan de la fórmula “padres ingenuos, casa nueva, oscuridad, desván, niño en coma, médiums” y todo aparece superpuesto y previsible.

Patrick Wilson, Rose Byrne y Barbara Hershey, actores que han estado en las primeras líneas de taquilla, son manejados como títeres inexpresivos y despreocupados. Único detalle interesante es el actor Philip Friedman, que hace “la vieja”, en un rol transformista que nadie descubrirá si no se encuentra avisado y que resulta algo meritorio.

El director Wan orienta su intento de película de terror con un tono muy propio del cine asiático que no coincide con escenografía, actuaciones y, en general, puesta en escena norteamericanas. El único logro del filme es alcanzar con US$1,5 millones un recaudo que ya pasa de los US$50 millones (margen bruto del 3.333%).

ESTA PELÍCULA NO TIENE NADA RELACIONADO CON “PARANORMAL ACTIVITY”, MUCHO MENOS SUS PRODUCTORES, A NO SER SU MALA CALIDAD (UNA PUBLICIDAD ENGAÑOSA).

viernes, 9 de septiembre de 2011

EL PLANETA DE LOS SIMIOS (R)EVOLUCIÓN (PLANET OF THE APES (R)EVOLUTION)


Pierre Boulle solo escribió dos novelas. “El puente sobre el rio Kwai” y luego de “El planeta de los simios”. La primera fue un enorme éxito de taquilla (7 oscares de 1957) y está dentro de los clásicos del cine, contando la historia de prisioneros de guerra británicos que construyen un puente (en la realidad el ferrocarril Burma) por orden de los japoneses, el cual será luego destruido por los aliados.

La segunda novela de Boulle, sobre ficción plena, ha generado una saga de cinco películas en la década de los setentas y dos más en el presente milenio.

“El planeta de los simios” (1968), “Regreso al planeta de los simios” (1970), “Escape del planeta de los simios” (1971), “La conquista del planeta de los simios” (1972) y “Batalla por el planeta de los simios” (1973). Luego, “El planeta de los simios” (2001) y ahora “El planeta de los simios (R)evolución” (2011).

La producción de la saga fue aumentando con el progreso tecnológico, pero la calidad de manejo del tema ha ido descendiendo. En “…Revolución” solo sorprende el intercalado de efectos computarizados con el uso de disfraces. Las máscara de simio, tan expresivas siempre, luego de cuatro décadas siguen siendo quizá el mejor logro técnico, aunque el más sencillo. En esta entrega se pretende mostrar el inicio argumental como está sucediendo con todas las sagas del cine en las cuales la más reciente producción introduce inicios, comienzos u orígenes.

James Franco, un meritorio actor nominado por “127 hours”, hace acá de simple pivote argumental. Rupert Wyatt, novel director lo hace con automatismo para este filme sin sorpresas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

MALAS ENSEÑANZAS (BAD TEACHER)

Una película que, así se le catalogue como “blue comedy”, no deja de generar expectativas sin cumplirlas. O, si algo cumple, lo hace mal. Un Jake Kasdan dirige con su experiencia televisiva de la cual solo se destacaría “Californication”, esa serie sobre la mundana vida en L.A. Una “blue comedy” aparece definida como una trama cómica en la cual se destacan las insinuaciones sexuales, situaciones indecentes y actitudes profanas ¿¡?¡. En este caso, la profesora Elisabeth, rol desempeñado por Cameron Díaz, solo salva medianamente el filme con su larga experiencia histriónica y ocupando la atención de los espectadores, nada más. Demuestra tener un hermoso y estupendo cuerpo esbelto, mejorando su figura desde “The mask”, aunque no sea erotizante o tan sexy como se cree, pero si atractiva y simpática.

El profesor Scott (Justin Timberlake) es un aparente Nerd de matemáticas que no se da cuenta de la rivalidad que genera en Elisabeth para con Amy (Lucy Punch). Elisabeth piensa que “sin tetas no hay paraíso” y hará lo imposible por malversar fondos de la escuela, engañar a los padres de sus estudiantes, colectar dinero descaradamente y lavar autos, también con descaro. Tratando de ganar dinero, busca hacerse merecedora de un premio nacional y roba los cuestionarios del examen correspondiente.

Toda una serie de situaciones tontas, burdamente editadas a saltos, con situaciones cliché sin gracia y actuaciones que no alcanzarían puntaje en “rotten tomatoes”. Una profesora sin vocación en busca de matrimonio a través de aumentar su atractivo con grandes “bubbies”, sin guardar ningún respeto por sus alumnos o sus superiores. Esta Cameron, “blue comedian”, podría no convencer, dejando al espectador harto de su amable imagen, único atractivo a través del póster promocional. Lo indecente y profano están sugeridos aunque sin fuerza narrativa y con descuido de técnicas cinematográficas.

martes, 6 de septiembre de 2011

COWBOYS AND ALIENS


Jon favreau (director de “Iron man” I y II, “G-Force”, “Zathura”) es un director reciente más conocido por cara regordeta en varias películas intrascendentes. Toma acá una historieta de Scott Mitchell Rosenberger, que pasa por las manos de un grupo creativo de cinco guionistas para ser escrito para la pantalla por tres de ellos. Hace parte de su seis productores el reconocido Ron Howard (“The Grinch”, “Apollo 13”, “Davinci code”) y en algún lugar de la letra pequeña del poster un perdido Steven Spielberg que trampea con el observador.

Con un cierto derroche de tecnología “airplanes anda aliens” combinada con los vaqueros caraduras de Daniel Craig (“007”) y Harrison Ford (“Indiana Jones”, etc.) acompañados de indios a caballo, que resultan en un producto bien hecho, pero tonto, el director, secundado por tanta gente creativa en el argumento y la producción, logran un desorden de mediana calidad que hace que los más pequeñitos asistentes al teatro exclamen “! Qué ficti!”.

8 MINUTOS ANTES DE MORIR (CÓDIGO FUENTE; SOURCE CODE)


El director Duncan Jones (“Moon”) gusta del desarrollo de temas de ficción. En su parca obra ha bajado de cerebros electrónicos en la luna a cerebros humanos teletransportados en la tierra. Tiene tras de sí la herencia filial de su padre David Bowie, quien como actor ha participado de ficciones de toda índole. El guión de Ben Ripley (“Species”) demuestra el común interés por estos enredos un poco mal llamados “science fiction”, pues casi siempre no son de naturaleza contrastable, lejos de evidencias y resultan simple resultado de una mixtura de elementos sueltos derivados de diversas tecnologías imposibles de combinar, pero interesantes para la especulación.

Acá protagonizan Jake Gyllenhaal, Michelle Monaghan, Vera Farmiga, Jeffrey Wright, Russell Peters. Las especulaciones en el cine acerca de posibilidades de teletransportación ha sido hechas siempre sobre el traslado de cuerpos humanos a través del tiempo o del espacio. En “8 minutos…” es la mente a la cual se le teletransporta a otro cuerpo en un tiempo pasado y con ello se permite repetir esta acción con una duración medida de ocho minutos cada vez, permitiendo que en cada ocasión el cerebro capte detalles antes no observados. La suma de observaciones del pasado inmediato permitirá la investigación necesaria para prevenir un desastre terrorista de mayores dimensiones en el mediano futuro. Un filme que entretiene, aunque con riesgo de llegar a aburrir al espectador con cada viaje en el tiempo y descrestarlo de manera ingenua cuando convierte el amor futuro en una realidad del presente, como epílogo feliz.

domingo, 4 de septiembre de 2011

SALUDA AL DIABLO DE MI PARTE (GREETINGS TO THE DEVIL)


La dirige Juan Felipe Orozco (“Al final del espectro”), como un thriller de venganza en el cual todos los actores del conflicto se encuentran indirectamente involucrados luego del inicio de la vigencia de la ley de justicia y paz en Colombia.

Tiene la violencia cruda que de manera real ha vivido el país desde las retaliaciones a líderes de guerrillas liberales en los años cincuenta, los métodos gore utilizados en muchas masacres, el uso del dinero para corrupción de la policía o para estructurar una costosa venganza, la insinuante referencia a grupos infiltrados en universidades. Usa el film de técnicas y tecnología que le han permitido a esta película ser adquirida en Hollywood y le van a permitir a Orozco filmar a Nicole Kidman.

El cuerpo técnico tiene la curiosa característica de contar con cerca de cuatro grupos diferentes de hermanos entre sí (una tarea para observadores). Todos los componentes de la producción son destacables y de corte internacional para recorrer el mundo con éxitos de taquilla, negocio al que ya se apuntaron inversionistas americanos. El producto es una suma de talentos y experiencia en cada uno de sus campos como basta reconocer al observar algunos nombres.

La música es de Jermaine Stegall (“Cowboys anda aliens”, “I, robot”, “El vuelo del fénix”, “Enigma”, “Blood out”, "Dark Knight", “The Davinci Code", “Angels and Demons, “Black Hawk Down”, “Hannibal”, “Kingdom of Heaven”, “Shrek”, “Spy Game”, “Mission: Impossible II”, “The Ring”, “Cold Mountain”, “Pirates of the Caribbean”, “Man On Fire”, “Déjà Vu”, “X-Men Origins: Wolverine”, “The Chronicles of Narnia”, “Armageddon”, “Constantine”, etc.), quien muestra una excelente experiencia con los hermanos Ridley y Tony Scott, así como con Hanz Zimmer, lo que significa tocar las más altas cumbres de la música del mundo filmico. Le acompaña la Orquesta Filarmónica de Medellín.

En esta banda sonora incidental tiene participación el chelista y compositor Martin Tillman, quien estuvo en filmes como “The Dark Knight”, “Transformers” y “Piratas del Caribe”.

La productora es Sanantero Films y el guión es de Carlos Esteban Orozco. Entre los productores ejecutivos, de los cuales hace parte el mismo Édgar Ramírez, se halla a un Haik Gazarian (conocido por “Venezzia”).

Editan las escenas los mismos hermanos Orozco, quienes han dirigido las cámaras con maestría. La dirección de fotografía es de Luis Otero, quien acompaña el retoque digital en posproducción.

“Saluda al diablo…” es una muestra de excelente elección de casting, pues cada actor está ubicado en el rol que mejor corresponde a sus valías. Édgar Ramírez es Ángel (“Carlos”, “Bourne ultimátum”, “Vantage point”, “Domino”…), Salvador del Solar es Morís (“Pantaleón y las visitadoras”), Carolina Gómez es Helena (“Bluff”), Ricardo Vélez es Léder, y todos están a tono con el desempeño requerido para dar la vuelta al mundo en cine de “acción”.

Albi de Abreu es Luis (“La hora cero”, “Dark World”), Patrick Delmas es Serge, Juan Carlos Vargas es Carranza (“La saga” TV). María Luna Beltrán es Angela, Ángela Vergara es Patricia y Laura Perico es Daniela.

El producto final es una suma de todas estas cualidades individuales, incluídos unos cuatro actores de TV colombiana que vienen de “Francisco el matemático”, “La saga” y “Rosario Tijeras”. Se mantiene el ritmo de suspenso de principio a fin, satisface la acción violenta para públicos adolescentes e introduce elementos de tecnología, como el chip intercomunicador, que se venden bien entre el público. La música no se anticipa a la acción, un error muy común en el cine, sino que le acompaña con perfección. La parte argumental está bien expresada en la trama guionística y sus diálogos facilitando que no se malinterpreten los hechos visuales.

La metáfora del filme busca la culpa en todos los grupos en armas reflejados en su microscopia, dentro de un discurso pesimista sobre la reconciliación y el posconflicto. La voz en off de Léder lo expresa desde un comienzo. El hilo conductor empieza con la hija de Ángel y termina en ella. Sólo las mujeres sobrevivirán, como sucede en en la macroscopia de todo conflicto histórico. Sin embargo, fenecerán amistades, complicidades y hasta la hermandad, esta última por misericordia con quien ha cambiado por su odio internalizado. La ternura femenina surge como ave fénix en medio de las llamas de los fuegos entrecruzados de los hombres. Si los espectadores quieren ver algo más que narcoacción, este es un buen ejemplo de que, sin desligarse de la realidad colombiana, puede haber ficción nacional muy interesante abobada con el elemento casi indispensable en las taquillas, que es la acción violenta no innecesaria, como elemento dramático.

lunes, 29 de agosto de 2011

MUERTE EN LA MONTAÑA (FROZEN)


Adam Green, uno de esos directores menores de 35 años, pero integralmente formado para escribir y dirigir con precisión, maestro en las artes de la industria cinematográfica como herramienta de imágenes. Comenzó con películas “slasch” y “gore” que, aunque miradas con recelo, también fueron aceptadas con asistencia taquillera. Acá logra un producto particular en el que pone a prueba al espectador, dejando en balance su capacidad de soporte de aburrimiento con su admiración por el buen tratamiento del suspenso logrado.

De paso, debe también rememorarse el buen papel actoral de protagonistas jóvenes con esa enorme carga de hacer verídicas sus emociones, sustos y sufrimientos. Este tipo de actuación se pasa inadvertida por parte de los críticos y parece ser menospreciada por los puristas, siendo una de las mejores muestras del oficio bien desempeñado.

Quedar cinco días a la intemperie nevada y sumidos en la oscuridad tenebrosa, a gran altura y lejos de contacto salvador pone a prueba la resistencia humana de irresponsables pero valientes muchachos. Con “Frozen” se logra de manera seria impresionar bien a la taquillamediante esta fórmula. En el análisis cinematográfico deben reconocerse los pequeños e imperceptibles valores estéticos y de narración que puede tener un film como “Muerte…” enviado a un “target” juvenil, pero válido como muestra representativa de las destrezas del “filmaker” contemporáneo.

BRIGHT STAR


Abbie Cornish (“Sucker Punch” le permite demostrar destrezas de lucha; “Limitless” pone a prueba su capacidad de posar de mujer envejecida por la adicción), es una bella veinteañera de enorme talento y polifacetismo. En “Bright Star” queda en manos de la reconocida directora Jane Campion (solo su película “El piano” es interesante, hasta ahora).

Coprotagoniza Ben Wishaw, uno de esos actores talentosos y temperamentales, excéntrico en su vida personal (“El perfume”, “I´m not there”, “Layer Cake”).

¿Porqué Ben coprotagoniza si la historia es seudobiográfica de los últimos tres años de la vida del poeta John Keats? No se debe a que Ben lo haga mal. sino a que Abbie lo hace mejor.

Los modales propios de dos jóvenes menores de 20 años se encuentran allí plasmados, sus juegos, sus ingenuidades, sus amores ensoñados. Perder el tiempo pensando en el otro, enviarle detallitos fabricados en pequeños papeles con frasecitas tontuelas, son buenos simbolismos de una adolescencia que termina.

Keats moriría de tuberculosis a los 25 años en Italia y, dicen los expertos en poesía del siglo XIX, que sus mejores escritos son estos últimos. Ello se debió, según Campion escribe, a la inspiración en Fanny Brawne, esa chica linda y acomodada que no va bien con la situación de miseria del poeta enfermo.
En el film aparece como uno de los contribuyentes amigos al viaje final de Keats en búsqueda de mejor clima, un Percy Bysshe Shelley, otro poeta icónico del romanticismo, muerto joven a los treinta. En Francia se acuñó el “malditismo”, una generación de poetas malditos por incomprendidos y bohemios (Rimbaud, Mallarmé, Verlaine, Baudelaire y Artaud, los más conocidos). En Inglaterra no se ha aplicado el término, aunque Keats y Shelley cabrían bajo esta denominación dada la época y sus muertes tempranas.

Campion maneja bien los contrastes personales de Brown el amigo de Keats, clasista y machista de la época, con la inteligente Brawne, de vocación independiente y sensible al diseño de modas (es de admirar la sucesión de vestuario femenino que su personaje usa en el film). La directora observa bien los celos bobalicones y adolescentes entre amigos y amiga, como también la imperceptible manera en que Brown se baja de sus presunciones sociales dejando en embarazo a la sirvientica Abigail.

A Campion le funcionan las escenografías brumosas, los vestuarios de época, como en “The Piano”. Cabría preguntarse porqué unos candelabros no mueven sus llamas en tiempos que no había luz incandescente y otros simples detalles.

lunes, 22 de agosto de 2011

¿Enfermedad holandesa en Colombia? No.


El presidente Santos, ha venido observando el tema de la locomotora minera y sus impactos negativos en los aspectos monetarios del país y ha expresado, en la sede de la Cepal en Chile, que “Estoy tratando de que lleguen inversionistas diferentes al petróleo y a la minería, porque ya estamos en el preámbulo de la enfermedad holandesa”.

Warner Corden y Peter Neary, estudiaron la “dutch disease” a raíz de un boom petrolero durante los años sesentas en los Países Bajos. Su modelo central cuenta con tres sectores, uno exportador en auge, otro exportador en situación normal y aquel no exportador que produce para el mercado interno. Las divisas producidas por las ventas al exterior por parte de los dos primeros se elevan en su monto, se monetizan a dinero nacional y este cambio ingresa al flujo monetario apreciando la moneda local e incrementando las demandas de productos importado y de productos nacionales, aumentando la inflación interna, elevando costos de mano de obra y perjudicando los parámetros de competitividad exportadora, pues los productos nacionales aparecen más caros para los compradores externos.

La única posibilidad de que ello no suceda es que el monto de nuevas divisas se utilice pleno para importaciones y que el tipo de cambio sea fijo. Hoy, en Colombia, el tipo de cambio es flexible y las divisas están asignándose también a importaciones de otros sectores diferentes al petrolero, como el automotor.

En el país hubo un asomo de “dutch disease” en los años ochentas y el presidente Betancourt optó por una defensiva política de no monetización inmediata. Se entregaban a los exportadores de café tres montos: uno en divisas para importaciones inmediatas, otro en certificados de cambio en dólares diferidos a para ser monetizados a un plazo posterior y un tercero, ese sí monetizable. El manejo diferido de la monetización fue una buena decisión para el país, lo cual impidió repetir el caso holandés.

¿Cuáles son las grandes diferencias de la coyuntura actual en el país a la luz de enormes ingresos por exportaciones minero energéticas? Los síntomas son similares, algunos, pero la enfermedad causal es otra.

Si bien entran caudales altos de divisas por efectos de la “bonanza” de la locomotora minera, la apreciación del peso NO se debe a ello, sino a la situación mundial que tiende a ser de largo plazo.

El dólar ha estado apreciándose bastante, antes que se diera inicio al fomento exportador de recursos naturales.

Por otra parte, no hay asomos de procesos inflacionarios internos.

Y, por último, las divisas no se están destinando únicamente a la importación. Hay un incremento en las reservas internacionales. Además, en el caso original de Holanda se trataba de explotación de recursos descubiertos frente a los cuales no estaba preparada su infraestructura económica. En Colombia, los periódicos auges en mercados cafeteros, carboníferos y petroleros, han dado la experiencia suficiente para que se reconozca con prontitud y se reaccione oportunamente implementando políticas de retención monetaria.

En resumen, en Colombia no cogen por sorpresa este tipos de “booms”, no hay indicios de riesgo de un proceso inflacionario y, la apreciación cambiaria en que vive el país no es causada por la coyuntura sino lo estructural en que se está convirtiendo el mercado inundado de divisas por el “salvataje” de países europeos y norteamericanos y por la entrada de inversión extranjera directa al sector energético. El presidente habla de impulsar nueva inversión extranjera hacia otros sectores, como táctica económica inmediata de prevención a una posible enfermedad holandesa, lo cual resulta, en principio, bien dudosa de factibilidad puesto que la inversión va hacia donde hay alta tasa de ganancia, no a otros sectores, así le conviniera al país receptor. No hay momento tecnológico, ni un mercado más amplio.

Los síntomas se parecen, pero el país no se asimila a un modelo de enfermedad holandesa, sino a un modelo de fiebre global.

SUPER 8, la infancia de Spielberg en manos de Abrams



El estilo Spielberg redivivo: “Close encounters of the third kind”, “E.T.”, los extraterrestres que desean regresar; “1941”, “El imperio del sol”, “La lista de Schindler”, “Saving private Ryan”, la parafernalia de la guerra; “La guerra de los mundos”, extraterrestres y ejército. Estas como director, pues produjo “Poltergeist”, “Gremlins”, “Los Goonies”, “Transformers”, con esa mezcla de acción armada y contacto con otros mundos.

Steven Spielberg ha sido unas sesenta veces productor y unas treinta oportunidades director. Allí donde hay otros mundos y un despliegue de fuerzas armadas, dirige y produce.

En “Super 8” le produce a J.J. Abrams (46 años), un experto en TV exitosa con “Lost”, “Fringe”, “Alias”, “Colverfield”, dirigiendo y como guionista. UN raro caso de dirección en pantalla grande fue “Misión imposible III” (Tom Cruise).

En esta historia hay un reflejo biográfico del productor: Spielberg comenzó con cámara super 8 a los 12 años, ganó un premio a los 13 por “Escape to nowhere” (40 minutos sobre la guerra) y filmó “varias historias contadas por su padre sobre la segunda guerra mundial” y comenzó su carrera profesional a los 18 años. Spielberg ha sido un fantasioso, soñador que hace uso de la técnica cinematográfica para recrear sus recuerdos claramente influídos por la posguerra y la enorme cantidad de cine que se hizo en la mitad del siglo XX, con base en la utilización del material vacante de la enorme fuerza armada estadinense. “Valores de producción” que fueron utilizados por infinidad de directores, un tanto menos taquilleros que Steven.

“Super 8” es un “dejavú” de infancia de este Spielberg productor, puesto en manos de un J.J. director que es fiel copia de su estilo. En esta película todo es obvio, pero entretiene. Es simple, pero bien presupuestado. Predominan los actores niños (Elle Fanning, hermana de Dakota, está allí como la cuota femenina del primer amor infantil) y el estrepitoso ejército de los Estados Unidos. Los símbolos de Spielberg llenan la pantalla: niños inteligentes, padre policía, ejército algo burlado, trenes, monstruo extraterrestre bueno, nave enorme de regreso, escenografía de los cincuentas y sesentas, amor fraternal renovado.

Nada nuevo, pero Spielberg olfatea el mercado de nuevas generaciones con su estilo de hace más de un cuarto de siglo mediante el talento de Abrams y la producción de DreamWorks, con un filme sencillo de homenaje a su infancia para pasar el bache de final de domingo.

domingo, 21 de agosto de 2011

¿ESTAS SON LAS PROFESIONES UNIVERSITARIAS MÁS SOLICITADAS O NO?


La revista Dinero comenta que las 20 carreras con mayor demanda en Colombia son, como siempre: Administración de Empresas (17,6%), Ingeniería Industrial (8%), Administración de Negocios Internacionales (7,3%). El 61% de dicha demanda lo comparten Ingeniería en Informática / Sistemas, Ingeniería (en general), Contador General / Contabilidad, Economía, Psicología, Ingeniería Civil, Administración de Ventas, Arqueología (¿?), Marketing / Mercadotecnia, Arquitectura, Informática, Ingeniería Electrónica, Administración Financiera, Abogacía / Derecho / Leyes, Administración de Empresas de Servicios, Comunicación Social / Empresarial e Ingeniería Mecánica.

Una de las explicaciones a esta tendencia sería “la formación de este tipo de profesionales les permite asumir diferentes roles dentro de una organización, en áreas tan diferentes como Recursos Humanos, Marketing, Finanzas, Gerencia, Calidad, etc”.

Sin embargo, esta clase de rankings son tan probabilísticos, imprecisos, sesgados e interesados que deben ponerse en duda. No, desde el punto de vista de que falten a la verdad. Sí, dentro de una perspectiva insesgada.


En general, se puede afirmar, todas las carreras mencionadas son aplicadas a la “administración del recurso humano”, un área costosa para direccionar una nómina de bajo costo directo y justificar la existencia de una nómina de alto costo indirecto (“selección”, “inducción”,,, “head hunters”).

Luego, está la oferta de carreras ingenieriles, pero inclinadas no al diseño, sí al mantenimiento de equipos provenientes de importación. Estas se remiten a la traducción y aprendizaje de los catálogos, a la instalación y a la adecuación de repuestos y a asegurar que los desconocidos equipos se mantengan en funcionamiento con los menores costos posibles.

En este caso existe el sesgo estadístico, en cuanto la muestra es de 9000 vacantes solamente (el sesgo se disminuye con tendencia inversa al aumento muestral). A este defecto se le debe sumar el sesgo mediático, pues está aplicada el análisis solo a las vacantes publicadas en internet nacional dentro de portales de empleo de la comunidad laboral.

Y existe el sesgo académico, consistente en que el parámetro de solicitud utilizado por las empresas se rige al esquema tradicional de la oferta de estudios por parte del sector de la Educación Superior. La universidad, en general, ha ofrecido de manera preferencial todas aquellas áreas de menores costos de producción P del servicio: pupitre, profesor, papel, pluma y primíparo. Se habla ahora de la existencia de altos volúmenes de recursos en Tecnologías de Información y Comunicación, pero si bien ello es cierto, estos son propios de la misma labor administrativa, docente y común a todas las demás carreras.

Si bien esta visión de la noticia está sesgada, debe reconocerse que son las Universidades (34) y las instituciones Universitarias (17%) las que promueven este tipo de publicidad no pagada. La jerga utilizada con la que se demanda vacantes se somete a la usada por este 50% de los entes educadores. Existen innumerables estudios nacionales e internacionales sobre la poca pertinencia de los currículos colombianos con relación al entorno laboral. También, sobre la tradición familiar que quiere administradores, contadores, abogados, quizá no tantos médicos por su perspectiva de dificultades y de bajos ingresos.

La nota en referencia es entonces un informe “head hunter” con sesgos y enviado a demandas de nivel medio empresarial, recordando que los altos cargos tiene inclinación familiar y dominancia de propietarios.

EL DELITO PRESIDENCIAL DE OMISIÓN ¿EXISTE?


La figura presidencial en Colombia es selecta de familias de tradición, patrimonios familiares de trayectoria y, en casos excepcionales, de supuestos criterios de calidad individual. Sin embargo, serán siempre los grandes capitales, los más importantes intereses los que impulsen una figura en las urnas con el fin de conseguir el aval de la gran masa popular. La figura presidencial es un interlocutor. Equivale a alguien que debe conocer el lenguaje necesario para traducir la dinámica de las instituciones a a los oídos del pueblo. Pero también, a la inversa, expresarse en forma de ideas, valores y propuestas que encajen de la mejor manera a los propósitos preestablecidos en el andamiaje estatal y el statu quo empresarial.

Para la opinión y la psicología de masas debe mantenerse el mito de la inteligencia individual y los propósitos democráticos en la figura de un Presidente. Es por ello que tras las críticas a la labor de una administración presidencial habrá la tendencia a responsabilizar a este exfuncionario por las deficiencias del sistema, pero también la enorme fuerza oculta protectora del aparato clientelista que hay en todos los niveles inferiores. Un Presidente, o un expresidente, habilidoso será aquel que actuará a sabiendas de las costumbres, los compromisos y las maquinarias ocultas que le sostienen, a la vez que podrá defender su persona, con lo cual estará defendiendo la majestad de la figura presidencial.

Un expresidente inteligente no habrá sido autor material de ningún delito ni algún falto de ética. Será quien permita que las fuerzas de contratación, propaganda, elección y seguridad nacional, funcionen a favor de su clientela de altos poderes económicos y electorales, sin comprometerse. El Presidente en Colombia no comete delitos de acción, difícilmente. Tampoco delitos de omisión.

El artículo 115 constitucional establece que:

“El Presidente de la República es Jefe del Estado, Jefe del Gobierno y suprema autoridad administrativa. (…) Ningún acto del Presidente, excepto el de nombramiento y remoción de Ministros y Directores de Departamentos Administrativos y aquellos expedidos en su calidad de Jefe del Estado y de suprema autoridad administrativa, tendrá valor ni fuerza alguna mientras no sea suscrito y comunicado por el Ministro del ramo respectivo o por el Director del Departamento Administrativo correspondiente, quienes, por el mismo hecho, se hacen responsables”.

Las instancias del Congreso de la República y de la Corte Suprema de Justicia, como jueces del Presidente existen para “hechos punibles”, ante los cuales existe la barrera de la honestidad pecuniaria presidencial, la inexistencia de evidencias físicas sobre su responsabilidad autoral y, un cuerpo gubernamental, bajo su mando para hacerse responsable en última instancia de hechos tipificables penalmente. Es una barrera de fuerte protección para un Expresidente que, a lo sumo, asumiría delitos políticos de difícil prueba y largo juicio. Todo trámite indagatorial, testimonial y defensivo de un expresidente constituirá siempre un proceso contra la entidad presidencial, la cual tiene todos los defensores posibles.

Debe recordarse que, en extremo, existe primero la Corte Suprema que una eventual presencia de la Corte Penal Internacional, que hay la responsabilidad antijurídica de sus funcionarios que la responsabilidad jurídica del mandatario y que, más probable que la responsabilidad penal es la responsabilidad política. En este camino, un expresidente depende de sus destrezas personales y, casi todos incluso el más reciente, las tienen.

viernes, 12 de agosto de 2011

CON AMOR O SIN AMOR (UNA HORA MÁS EN CANARIAS; WHITH O WITHOUT LOVE)



La buena pareja de amigas colombianas en España, Angie Cepeda y Juanita Acosta, llegan a taquillas del país en una comedia con música sesentera, estilo setentero, escenografía ochentera, argumento noventero y elenco del milenio. Pero la fórmula funciona.

En general, todo ajusta en “Con amor…”, una comedia retro en su cinematografía y adornada de un tema de Luis Aguilé, baladista “plancha”, de reciente desaparición, y de una canción pegajosa “Estando contigo” de la española Marisol de 1961. Hay una “string dance” para Juanita, que resulta surrealista y bien hecha. Todos los personajes frisan los treinta años y el director David Serrano de la Peña mezcla componentes técnicos un tanto “demodé” como el color utilizado y los “sketchs” musicales para un resultado televisivo de fin de semana. Pero todo encaja bien para el director que en Colombia se ha conocido antes por su guión de “El otro lado de la cama”, buen filme simpático del 2002, con la delicia de Paz Vega.

Presupuesto de USD$5 millones basta para recuperarlos fácilmente en Latinoamérica con las reconocidas en Iberoamérica, Angie y Juanita, muy atinadas en este género simpático.

miércoles, 10 de agosto de 2011

MEDIANOCHE EN PARÍS (MIDNIGHT IN PARIS)


La fórmula técnica: un elenco importante (4 oscares), un fotógrafo excelente (Darius Khondji: “The Beach”, “Alien”, “Evita”, “Seven”… ), una ciudad escenográfica (el París de siempre), un actor casi mediocre, aunque con talentos de la industria (Owen Wilson, cómico regular aunque con una nominación al Oscar por el coguión de “The Royal Tenenbaums) y un guión bueno, pero de estructura poco original (W. Allen).

Del director se puede decir que “Sin temor a superficializar la iconográfica figura del director-productor-guionista-actor-escritor-humorista-clarinetista …, lo que este maestro representa en esencia es la dramaturgia para el cine y la taumaturgia en sus presupuestos” (ver “Conocerás al hombre de tus sueños”, en este blog). Allen no es un intelectual en el sentido puro, como se le suele denominar. Simplemente hace un cine de autor, siendo uno de los pocos autores del cine. Esto quiere decir que su toque cinematográfico es relativamente inconfundible.

Si se observa con detenimiento, la mayor parte de sus películas pueden llevarse a las tablas sin tropiezos. Las grandes masas ven en su intimismo, sus dominantes diálogos y su ritmo llano y plano, algo que no es enormemente taquillero, aunque le aporta un segmento cautivo en la clase media alta mundial.

Esta es un película de gancho turístico. Las hay recientes como “Biutiful (sic, Barcelona según Iñarritu), “París, je t´aime” (Olivier Assayas), “New York, I love you”, “In Bruges”, o menos jóvenes como “”Roma” (Fellini), “Roma, ciudad abierta” (Rosellini), “Cielo sobre Berlín” o “Tokio-Ga” (Wenders), Incluso “Vicky, Cristina, Barcelona” del mismo Allen. Hay muchos ejemplos recientes y la memoria es corta. Pero, más allá de un supuesto andamiaje cinematográfico actual para atraer turismo mundial, en cada caso debe haber un entorno argumental que es necesario.

En “Midnight…” era obvio que habría que recurrir a los años 20´s, la “Belle Epoque”, ese lugar común en la historia de hace ya casi un siglo, en la cual se fraguaron escuelas de pensamiento, tendencias artísticas, olas de literatura, de manera tal que en Latinoamérica y el mundo muchos incipientes talentos creyeron que viajar allí era necesario para concretar su inspiración y demostrar su genialidad. El “boom” latinoamericano se afianza bajo esta creencia, la pictórica relevante de este continente pasó por allí y hasta la gastronomía piensa que debe fundamentarse principalmente en su cocina. Todo ello le pasa a Bender (Wilson), el escritor hollywoodense de guiones (alter ego argumental de Allen) que se queja desde un comienzo que su carrera debe alcanzar cúspide, pero en la novela.

El aparente enamoramiento de Bender y su frustrante hoja en blanco de escritor, le llevan a ensoñamientos de Cinderella inversa, quien a la medianoche sube a un carruaje clásico para adentrarse en el París de Monet y Manet, de Hemingway y Belmonte (torero que estaría en dos de sus novelas y moriría por cuenta propia de un tiro, al igual que su amigo), de Scott y Zelda Fitzgerald (novelistas y, por antonomasia, inspiradores de reconocidos guiones de cine), artistas como Cole Porter y Josephine Baker (cantan y bailan allí), pintores de la talla de Picasso, Dalí, Lautrec, Gauguin y Degas (vagando por la ciudad), tener un diálogo con Buñuel, hacer referencias a los nombres de Joyce, Chanel, Modigliani, pasar por los cameos de ficción de Man Ray, Matisse y T.S. Elliot, y para delirar como novelista sin tema.

Woody Allen lo dice en su guión: “dejar eso de los guiones para ser novelista…” o “nostalgia es la negación de un presente doloroso”. Porque eso es “Midnight…” y la recurrencia sobre París de los 20´s, una nostalgia acerca de que todo tiempo pasado fue mejor y una revelación del frustrante presente, pragmático, incierto, raudo y sin genialidades. La representación de ello es Carla Bruni, guía del museo Rodin y, nada más.

En “Midnight…” se revela lo que Allen representa para las clases media, media alta y alta: alguien que tiene referentes en una cultura de recuerdos, clasista por sí misma, como el conferencista de la Sorbona, memorioso y pedante, que aparece como un incómodo personaje para la relación de Bender y su novia. Paris sirve a Bender no para alcanzar la inspiración sino más para reconocer finalmente en la chica vendedora de antigüedades un verdadero amor que lo salve de las garras de un matrimonio convencional. París sirve a Allen, por su parte, para confesar que ha vagado haciendo retratos cinematográficos por Londres, Manhattan y Barcelona, para reconocer que en París está lo que quisiera haber sido y no fue.

Hoy, en una época tan incierta de crisis enormes y disturbios omnipresentes, de alta tecnología y rampante pobreza, de escritores que no saben sobre qué escribir, de poetas diacrónicos que resultan anacrónicos con su tiempo, de pintores que pululan, de generaciones en el arte y sin talento, de profesionales y académicos que lo único que tienen es memoria, de ricos que han dejado de serlo y de pobres que se siguen rebelando, queda la opción nostálgica. Es quizá lo que le pueda estar sucediendo a la sociedad actual, que sin perspectiva hacia el futuro le queda el recurso fácil de mirar atrás. Alguna estudiante madura de Economía lo reflejaba diciendo: eso de Neoclásicos, Keynesianos, Monetaristas y Neoliberalismo, de finanzas y hechos bursátiles, me interesa porque quiero poder hablar de ello en las reuniones con amigos.

Los saberes del pasado son el lastre del presente, un estigma del pensamiento. En “Midnight…” hay que saber de vinos, conocer Versalles y visitar bulevares. Tomar de lo que queda de sociedades desarrolladas, solo arquitectura, alguna historia que contar, pero un presente abstracto reflejado en Inglaterra, España, Grecia, Estados Unidos y otros íconos en problemas. Tomar de los recuerdos, porque el presente no inspira, como le está pasando a algún buen director de cine con visos inconfundibles de autor.