lunes, 29 de agosto de 2011
MUERTE EN LA MONTAÑA (FROZEN)
Adam Green, uno de esos directores menores de 35 años, pero integralmente formado para escribir y dirigir con precisión, maestro en las artes de la industria cinematográfica como herramienta de imágenes. Comenzó con películas “slasch” y “gore” que, aunque miradas con recelo, también fueron aceptadas con asistencia taquillera. Acá logra un producto particular en el que pone a prueba al espectador, dejando en balance su capacidad de soporte de aburrimiento con su admiración por el buen tratamiento del suspenso logrado.
De paso, debe también rememorarse el buen papel actoral de protagonistas jóvenes con esa enorme carga de hacer verídicas sus emociones, sustos y sufrimientos. Este tipo de actuación se pasa inadvertida por parte de los críticos y parece ser menospreciada por los puristas, siendo una de las mejores muestras del oficio bien desempeñado.
Quedar cinco días a la intemperie nevada y sumidos en la oscuridad tenebrosa, a gran altura y lejos de contacto salvador pone a prueba la resistencia humana de irresponsables pero valientes muchachos. Con “Frozen” se logra de manera seria impresionar bien a la taquillamediante esta fórmula. En el análisis cinematográfico deben reconocerse los pequeños e imperceptibles valores estéticos y de narración que puede tener un film como “Muerte…” enviado a un “target” juvenil, pero válido como muestra representativa de las destrezas del “filmaker” contemporáneo.