martes, 31 de mayo de 2011
LOS REALIZADORES (WHAT JUST HAPPENED?)
Barry Levinson dirige un argumento que consiste en que Robert de Niro es el productor ejecutivo (en la ficción del filme), Sean Penn es él mismo, Katherine Keener hace el rol de productora ejecutiva, Bruce Willis protagoniza a un actor estrella de impotable carácter pero imán de taquilla, John Turturro hace de ayudante del productor ejecutivo, Robin Wright actriz exposa este año de Sean Pen hace de exesposa de Ben (De Niro), Stanley Tucci es un guionista amante de la exesposa de Ben, Kristen Stewart es la hija de Ben, Jason Kravitz es auxiliar de Ben, Michael Wincott es un excéntrico director.
Todos ellos, artistas de primer nivel, dan vida a una problemática argumental en la cual se encuentra en juego la realización de dos películas. Una es “Fiercely” en la cual Sean Pen muere al final poniéndose en discusión si matar a su perro o dejarlo vivo en contra de críticos o a favor del público. Otra película es la que irá a actuar por US$20 millones el reconocido Bruce quien no quiere afeitar su barba, en contra de la exigencia de Ben de dejar su cara a descubierto para gusto de sus admiradores globales. El autor de este libro es Art Linson “What just happened? Bitter Hollywood tales from the front line” (Ed. Bloomsbury, 2002).
Esta historia de las entrañas del mundo californiano del cine se desarrolla en una semana. Los productores de “Los realizadores”, entre ellos “Tribeca” una empresa de De Niro, aprovechan el Cannes de verdad para filmar la exhibición de “Fiercely” en el Cannes de ficción. Dentro del argumento se pugna por ganar la Palme D´Or concursando en dicho festival (del cual ha ganado De Niro dos veces y sido presidente de jurado, en la realidad de este año).
De esta maraña de realizadores reales que realizan ficción, de mezcla de familiares y exesposas, de figura reconocidas fungiendo de sí mismas en la pantalla, se arma un historia en la cual, finalmente, Ben se preguntará ¿qué es lo que acaba de suceder?
Lo que ha sucedido es que el director excéntrico no ha de cambiar el final de su película, que la exesposa es descubierte en sus encuentros con el guionista, que la hija adolescente era amante de un actorcillo que acaba de suicidarse, que Bruce se afeitará, que “Fiercely” pondrá en riesgo una millonada de dólares y por ello, la productora ejecutiva dejará a Ben de su vuelo charter. Toda una rutina de amores y desamores, de capricho profesionales y de egos de famosos, filmada acerca de ellos, por ellos mismosy para ellos mismos con sus mismos recursos. Un filme que entretiene a los interesados en las interioridades de la industria cinematográfica, pero probablemente aburre a quienes no.
SIN LÍMITES (LIMITLESS)
Neil Burger es un director joven recordado por la bella película “The Ilusionist” con Edwar Norton y la más bella aún Jessica Biel. También ha hecho “Interview with the assasin” y “The Lucky Ones”. La característica de Burger es hacer buenos guiones, aquellos que serios, divierten, con un storyboard ágil, venden, y le cumplen así al público de todas las edades.
Burger hace acá una historia absurda que en algunos países ha permitido subtitular esta película como “La droga del capitalismo”. Bradley Cooper (“The A-Team” y la exitosa “Hangover”) decide coproducir para actuar este filme acompañado al fondo con el gran De Niro.
Hace bien Cooper en invertir lo ganado antes, en películas con buen guión. “Sin límites” usa de los adelantos de fotografía y lentes de toda clase para simular los vaivenes mentales que genera una droga de laboratorio. Esta NZT, hará que su personaje, el escritorcillo Eddie Morra, logre lo inalcanzable terminando una novela en 48 horas, especular en competencia con expertos de Wall Street para hacer USD$2 millones en un día y así, sucesivamente, hasta descubrir que todo escapismo químico genera efectos colaterales de alto riesgo. La NZT permite a la memoria extrapolar del pasado todo lo visto para convertirlo en arsenal de hoy. Basta haber leído sobre artes marciales o visto una demostración de defensa personal en alguna pasada vez y de manera desinteresada, para que bajo los efectos de esta droga se conviertan en habilidades reales al momento de requerirlas en su defensa. La vista se mueve escaneando velozmente la información escrita y acumulándola de manera ordenada de forma que la analítica posterior es siempre la acertada. No hay límites.
Del libro “Dark Fields” (Alan Glynn, editorial Bloomsbury, 2002), en este argumento clasificado como “techno-trhiller”, su personaje Morra piensa que podría ser más que un bestsellerista, o un especulador con las acciones de multinacionales estratégicas de la energía, y ambicionar hasta la presidencia del país. Su punto débil es la provisión de droga no solo para seguir usufructuando de sus enormes efectos sino para impedir la muerte segura. Pero, también, ve que ir un paso delante de todos puede permitirle su fabricación, su mejoramiento, eliminar sus riesgos vitales y desprenderse del yugo del experimentado magnate Von Loon. Es en este punto donde queda perfeccionado un eslabón y abierto a una posible cadena de secuelas cinematográficas.
“Limitless” es entretenida, nada trascendente, pero trata del mal de los dos últimos siglos que es la potenciación de la mente bajo efectos de drogas de síntesis. El grave fenómeno social del narcotráfico y la mayor parte de los males del capitalismo radican en los narcóticos de toda clase, legales e ilegales, orgánicos o sintéticos, que impiden pensar en que la droga utópica no sea parte del incierto futuro de la humanidad en el presente milenio.
miércoles, 25 de mayo de 2011
Una pastillita de tierras y de víctimas
En la ley aprobada el día de ayer por el Senado, faltando un trámite último en la Cámara, que sería sancionada por Presidencia de la República en un mes (al cumpleaños 20 de la Constitución actual), el valor máximo de indemnización es de $40 millones por víctima. Las estadísticas mayores hablan de 4 millones de colombianos y colombianas víctimas desde 1985 por conflicto interno y desde 1991 por desplazamiento de tierras. Significa ello que el cálculo simple da un umbral máximo de costo para el erario público es equivalente a cerca de US$90.000 millones ($1.800 c/u), lo cual representaría, para efecto de dimensionamiento, a un tercio del PIB anual colombiano actual. Esto en el óptimo escenario de restitución de indemnización monetaria.
Por otra parte, van a proliferar los "pooles" de abogados tinterillos, unos de a pie y otros motorizados, los primeros llenando inútiles papeleos y los otros construyendo marañas de extravío para las rutas de registros prediales tratando de ocultar verdades e imposibilitando las evidencias ciertas para impedir que la carga de la prueba en los demandados dé resultado positivo a favor de demandantes. He aquí el gran talón de Aquiles de la hoy triunfante ley, de papel por ahora.
sábado, 21 de mayo de 2011
EL ASESINO DENTRO DE MÍ (THE KILLER INSIDE ME; El demonio bajo la piel)
Ben Afleck es un nombre reconocido, pero su familiar corre el riesgo de conocerse solo como "el hermano de Ben". Sin embargo, Casey Affleck, ha demostrado ser quizá mejor que el reconocido actor de “Pearl Harbor”, “Daredevil” y otras muchas, ahora destacado talento de la dirección con “Gone baby gone” y “The town”.
Hacen parte del elenco Kate Hudson (“Alost famous”, “Nine”), Bill Pullman (“Independence day”), Ned Beatty (el petrolero), Elias Koteas (de “Law and Order” TV), Jessica Alba (impresionante este papel), Simon Baker (“The mentalist” en TV).
Es un filme remake de 1976, con voz en “off” del protagonista, quien sorprende manteniendo un rostro impasible, de joven inofensivo, como sheriff del pueblo petrolero y ocultando su psicopatía y sadismo, en un vórtice de asesinatos casi perfectos, con un inesperado final. Es un thriller que asusta por la forma en que demuestra la posibilidad de que crímenes pasen inadvertidos sin tener culpable visible. El guión está reescrito sobre la novela de 1952 de Jim Thompson con la editorial Lion books, un recordado autor de “The gateway” (“La huída”) argumento origen de la película de Sam Peckinpah (1972) con Steve McQueen y Ali McGraw, y remake posterior en 1994 de Roger Donaldson, con Alec Baldwin y Kim Bassinger.
Este tipo de novelas llevadas al cine acaparan el corazón con sus endemoniados vericuetos de violencia, pero aplastan el alma con su crudeza como espejos de una realidad que puede estar tras de uno mismo. Michael Winterbottom (“Camino a Guantánamo” y la extraña obra sin guión “9 songs”) dirige el remake en cuestión de manera impecable.
Que el genio Peckinpah, el exitoso Donalson y este extraño Winterbottom, se hayan interesado por los relatos de Jim Thompson comprueban su valor como base guionística para el cine. Cada asesinato es simple y cruel a la vez, pero algo diferentes de los llamados asesinos seriales de hoy, no programados, sin patrón en su ejecución, más “creativos”. Jessica Alba y Kate Hudson son brillantes protagonistas de víctimas que van más allá de sufrir o morir, para aportar unos perfiles humanos necesarios que dan relieve a la acción de este criminal escondido en primera persona. Una buena película actual de un género de siempre.
LAZOS DE SANGRE (WINTER´S BONE)
Una obra dirigida y con guión de Debra Granik, coescrito con otra mujer, Anne Rosellini, acerca de una historia de valentía femenina centrada en el rol de Jennifer Lawrence (21 años), como Ree. Ella es una adolescente de 17 que tiene que proteger a sus dos hermanitos pequeños en un mundo lleno de los peligros derivados de la producción ilícita de metafentaminas. Debe tratar de recuperar su casa a punto de embargo por haber sido hipotecada por su padre para salir de prisión.
Lo meritorio de la cinta reside en la actuación de Jennifer Lawrence, figura de seriados de TV, recientemente vista en “Fuego” como la hija de Charlize Theron, y próxima “Mistique” en la saga X-Men. Lawrence sorprende por su juventud y su belleza, en un personajel en el cual poco se notan la figura y armonioso cuerpo que le han de permitir pintarse de azul semidesnudo para la última historia alrededor de Wolverine y sus compañeros.
Ganadora en festivales de Toronto, SanDiego, Detroit y Washington, nominada 14 veces más dentro de Estados Unidos, por este fabuloso papel dramático de quien ha de hallar finalmente que un hueso aserrado del cadáver de su padre ha de ser la evidencia salvadora para que sus hermanitos no pierdan la pequeña herencia.
A este papel de Jennifer le secunda con calidad el de John Hawkes, como su tío, también nominado por su desempeño en este argumento frío, en tierras desoladas del sur de Estados Unidos, dentro de un mundo de violencia callada y poco difundida por los medios, lo cual hace la historia muy nacional y bien justificadas las distinciones locales a un filme endógeno de leve impacto en el extranjero.
BLUE VALENTINE (TRISTE SAN VALENTÍN)
Michelle Williams (la exnovia del recordado Heath Ledger y madre de su hija Matilda) y Ryan Gosling, hacen una pareja de enamorados de lo más común y corriente. La dirección de Derek Cianfrance, orienta un filme de jóvenes. Ha hecho cine desde los 13 años y sus actores en esta película apenas cuenta con treinta de edad.
Una película de solo US$1 millón en costos, minimalista e intimista, con todos los elementos técnicos de edición y fotografía. Michelle Williams es el tipo de actriz del género iniciado quizá por María Schneider en “The last Tango in Paris” de Bertolucci con el íconico Brando, que aporta desnudos, sodomías y demás en trance de erotismo artístico, sin poder ser catalogada de vulgar o pornográfica. Una buena muestra de este histrionismo erótico es su papel en “La Lista” o “Deception”, con Hugh Jackman y Ewan McGregor, plagada de escenas realistas (toppless… decent sex scenes… ) con los dos actores.
En “Blue…” hay buenas actuaciones (candidaturas a Globo de Oro y Oscar), pero con el letárgico ritmo casi de tiempo real para mostrar bien los desvelos de una pareja enamorada, con hija y separada que deben reconocer la dificultad de reinicio de estos fulgores y relámpagos del efímero amor humano de pareja.
INFIERNO AL VOLANTE (DRIVE ANGRY)
Patrick Lussier dirige a Nicolas Cage y Amber Heard, William Fithner, Billy Burke y David Morse. Caras conocidas orientadas a una película de “acción” por un canadiense experto en recrear “profecías”, “Dráculas I-II y III” y sangre generalizada. Cage, por su parte, hace lo que se ponga en frente de su carrera taquillera.
El único elemento destacable es la bella Amber, quien adorna las escenas con su rostro y piernas, agregando un elemento poco habitual en los roles femeninos de acción, que es propinar y recibir golpes con la misma potencia que los hombres (algo quizá relacionado con su orientación lésbica en la vida real).
Lussier hace algo que pareciera “Ghost Rider” ya no en moto sino en automóviles veloces. Un criminal viene del infierno a perseguir a un líder de culto satánico próximo a ofrendar una bebita, nieta del primero. El contador (la muerte que termina y sabe a qué edad mueres), hace acrobacias indemne a los accidentes.
Todos están confabulados. Para arremeter hacia la taquilla joven. Estos productos peyorativamente llamados de “acción”, son hechos como los hot dogs, con cebolla, pan y salsas identificables, pero de dudosa calidad en la salchicha. Son producciones con la inclusión de todo adelanto tecnológico audiovisual disponible, con el mejor trabajo de “storyboarding”, con nombres de prestigio, pero con argumentos alocados e incoherentes, para ser salpicados de momentos explosivos, heridas mostruosas, violencia descarnada, desastres costosos de utilería, todo lo cual tras los elementos superficiales de calidad pasan agachados por los valores éticos y estéticos deseables, solo para atraer al público adolescente que asiste masivamente.
El hijo de Patrick, el director, es Devin C. Lussier, asistente de edición y productor de efectos visuales que ha estado en innumerables filmes de este tipo, próximo a seguir la estela taquillera inconsecuente que busca explotar también el reino mercantil del DVD y el BlueRay.
El único elemento destacable es la bella Amber, quien adorna las escenas con su rostro y piernas, agregando un elemento poco habitual en los roles femeninos de acción, que es propinar y recibir golpes con la misma potencia que los hombres (algo quizá relacionado con su orientación lésbica en la vida real).
Lussier hace algo que pareciera “Ghost Rider” ya no en moto sino en automóviles veloces. Un criminal viene del infierno a perseguir a un líder de culto satánico próximo a ofrendar una bebita, nieta del primero. El contador (la muerte que termina y sabe a qué edad mueres), hace acrobacias indemne a los accidentes.
Todos están confabulados. Para arremeter hacia la taquilla joven. Estos productos peyorativamente llamados de “acción”, son hechos como los hot dogs, con cebolla, pan y salsas identificables, pero de dudosa calidad en la salchicha. Son producciones con la inclusión de todo adelanto tecnológico audiovisual disponible, con el mejor trabajo de “storyboarding”, con nombres de prestigio, pero con argumentos alocados e incoherentes, para ser salpicados de momentos explosivos, heridas mostruosas, violencia descarnada, desastres costosos de utilería, todo lo cual tras los elementos superficiales de calidad pasan agachados por los valores éticos y estéticos deseables, solo para atraer al público adolescente que asiste masivamente.
El hijo de Patrick, el director, es Devin C. Lussier, asistente de edición y productor de efectos visuales que ha estado en innumerables filmes de este tipo, próximo a seguir la estela taquillera inconsecuente que busca explotar también el reino mercantil del DVD y el BlueRay.
miércoles, 18 de mayo de 2011
LOS AGENTES DEL DESTINO (“The Adjustment Bureau”; “Destino Oculto”)
Dirige y escribe el guión George Nolfi con base en historia corta de Philip Dick. Protagonizan Matt Damon, Emily Blunt, Anthony Mackie y Terence Stamp.
Desde “Good Will Hunting” (1997), numerosamente nominada y ganadora de Oscar por mejor guión original, escrito por Damon en colaboración con Ben Affleck, ambos han mostrado su interés por las buenas historias para el logro del éxito cinematográfico. En este caso, en 2003 Timeline, en 2004 “Ocean´s twelve”, en 2006 “The “Sentinel” y en 2007, “The Bourne Ultimatum” han demostrado el talento de Nolfi y en varias de ellas ha estado también Damon. Era predecible que este título fuera aceptado por Damon.
No es un filme de Sfi. “Science fiction”, es estrictamente de ficción. Los trucos especiales de las puertas son simples, pero efectivos. Se agrega a esto el componente de toda historia de héroes, que Bajtin, Barthes, Eliade o tantos semiológos han considerado fundamental en relatos míticos. En el terreno ahora de la mítica (ficción) de la Misión, el Viaje heroico, los Objetos Numinosos (santos), y los relatos de carácter jerárquico Dios-Rey-Iglesia-Nobleza-Pueblo, se hallan elementos comunes a los relatos en literatura y cine, como en “Los agentes…”..
Es así como la misión de Damon es lograr que su destino se corrija hacia el amor, aunque perdiendo su carrera al Senado de los Estados Unidos y a la Presidencia de este país. De igual forma que Elise (Emily Blunt) no llegará a ser una estrella reconocida ni una coreógrafa éxitosa, todo por el amor mundano. El viaje del relato recorre las entrañas de la gran ciudad a través de cualquier puerta, como lo hacen los del “bureau del destino”. Los objetos son libretas digitales como especie de GPS. Estas especies de “Global Positioning System” muestran el recorrido de los seres humanos a través de un destino trazado por “el Director”. A ello se agregan los sombreros, como objetos que limitan la acción de esta “mano invisible” para permitir algo del propio albedrío en los agentes, solo con el fin de que cumplan su función de mantener las rutas de cada persona en acuerdo con lo preconcebido.
Este relato tiene también su semiótica jerárquica. El Director, los agentes y los humanos, en eses orden, haciendo que el destino se cumpla. Hubo épocas en que la autoridad en este esquema se olvidó y produjo graves errores: desde 1910, dice el guión se probó que no debe darse libre albedrío a los humanos (las revoluciones y las grandes guerras), por incompetentes, y por ello sigue vigente el “adjustment bureau”.
Simbolismos como la entrada a la estatua de la Libertad en Nueva York, que coincidirá con el logro humano, o las grandes alturas de los rascacielos, para identificar lo que los humanos llamarían “cielo”, los agentes “ángeles”, entre otros elementos significativos, dan una interpretación secular a lo religioso en el guión.
Matt Damon sabe del valor de los buenos guiones y por ello, sin ser extraordinaria, esta historia cumple su intrascendente objetivo de entretener.
viernes, 13 de mayo de 2011
LOS ÚLTIMOS TRES DÍAS; The Next Three Days (“Anything for her”; “Pour elle”)
Russel Crowe y Elisabeth Banksm, dirigidos por Paul Haggis, siguen el guión de este último, solo que basado en un original de Fred Cavayé, quien escribió y dirigió hace tres años su original francés. Allí Vincent Lindon y Diane Kruger representan esta historia de la acusada y prisionera, cuyo esposo hará lo imposible por rescatarla de lo que cree ha sido imputación y condena equivocada sobre un delito no cometido.
En este tema de los “remakes” cabe relievar la importancia de los mercados específicos, en medio de una “globalización” en apariencia general. Se adquiere la obra intelectual para reproducirla con mano de obra nacional, a menores costos y con reducción de procesos de producción y riesgos de comercialización. Se sigue el buen guión y todo va de maravillas. El éxito asegurado por previa experimentación, también mantiene los linderos de mercado, delimitados y cerrados a una internacionalización de los productos fílmicos.
Russel-Vincent planean, presupuestan, programan la logística de un escape para su esposa Elisabeth-Diane. El color de la pantalla es igual, la posición de cámaras es la misma, los enfoques idénticos, sobre una historia interesante. A quien tuvo que interesar primero este debió ser a Hagguis (ganador por el guión de “Crash”, guionista también de “Casino Royale”), pues el rasgo estilístico de Cavayé es el suyo. Líneas coherentes de adelante-atrás, con las cuales los sucesos se van dando de manera hilada con indicios previos que enlazan bien la historia. Es esa habilidad redactora del guionista la que permite al espectador disfrutar sin devanarse los sesos tratando de intelegir lo que se le quiere transmitir.
Es por eso, como rezan las diversas titulaciones del filme, que él “hará todo por ella”, “en los próximos tres días” que son “los últimos” de plazo, antes que se le traslade a otra penitenciaria. ¿Es inocente para merecer todos sus sacrificios “por ella”?
Cabe decir que siendo una buena historia, ameritaba reproducirla con el know how hollywoodense para el mercado americano. Sin embargo, este filme comprueba una vez más que NO hay globalización de mercados y que los tratados de “libre” comercio NO son sinónimo de libre competencia. Las obras del intelecto, los derechos de sus autores, ceden su valía como insumo para que su explotación beneficie a otros. Ya poco está quedando de la idea de autorías con derechos patrimoniales de carácter universal, pues están siendo sustituídas por derechos de explotación simplemente locales.
Pastillita para el sistema de salud, EPS.
La intervención de Saludcoop es una medida tardía a la que el gobierno Uribe no quiso enfrentar a través de Supersalud. Esta EPS (que contiene a Cafesalud y Cruz Blanca) representa fácilmente el 28,36% de los activos y participación en el sistema compuesto por 24 grandes empresas promotoras de salud. Es un organización con presencia en más de 900 municipios de Colombia (el 90%), a través de 13 gerencias regionales y 150 oficinas seccionales.
Pero este gigantismo con apariencia de empuje y crecimiento por competitividad, es todo lo contrario a la eficiencia, la eficacia, la equidad y la economía deseables. El Ministerio de Protección Social y la Supersalud han hecho caso omiso hasta este año de la infracción a todas las normas que regulan el sistema de salud en Colombia por parte de esta, como también de muchas de las otras 23 EPS. Es tal el grado de incumplimiento de normas en Saludcoop que, siendo una entidad que maneja dineros públicos derivados de la Unidad de Capitación y existiendo reglamentaciones que limitan sus inversiones a una proporción de los excedentes obtenidos, alcanzó a asignar en contra de lo previsto legalmente unos $650.000 millones. Esta cifra representa una deuda al sistema, que deja entrever la multiplicación de empresas creadas para integración vertical (lo que cual les está prohibido a las EPS), que ha extendido sus conexiones hasta llegar a crear empresas de manera indirecta fuera del país, reflejando nexos interfamiliares de los directivos y de los contratistas. A pesar que sus ventas confirmadas del 2009 ascendieron a $3.284.309 millones (unos US$1.875 millones), esta EPS ha revelado de manera cierta o no, una situación que afirma que su atención por cada uno de sus cuatro millones de usuarios vale al año seis (6) veces más que lo que cuesta la atención promedio nacional en todo el territorio.
Tal ha sido el desmedro y desorientación de los recursos públicos en esta entidad, que el anterior Superintendente de Sociedades (las superintendencias integran vigilancias indirectas de carácter transversal: Supersalud, Supersolidaria, cada una en lo suyo), solo pudo alertar sobre la necesidad de que Saludcoop se convirtiera en Grupo empresarial para justificar su orientación fuera de la normatividad y su expansión incontenible por efecto de desconocimiento consciente a las regulaciones existentes.
Tardía intervención que, de toda forma, no eximirá que se den ajustes a conveniencia de sus malos gestores y muy seguramente ninguna penalización a nivel de los altos directivos. La intervención habrá de durar hasta tres años, pero podrá llegar a significar solo un traspaso de mano de esa maquinaria empresarial que enriquece a pocos con los recursos de muchos. Auditores, fiscales, abogados y contadores revisarán lo ya revisado desde hace siete años, para concluir lo mismo: que una empresa de estas dimensiones debe ser salvada a cualquier costa para impedir un peor impacto en el sistema neoliberal de ley 100. Otros serán los beneficiados, nuevos proveedores, nuevos directivos, iguales indicadores de eficiencia y eficacia, mayores costos a través de una UPC rediseñada, sobrefacturación de siempre y muy deficientes revisorías por parte de las autoridades de control, seguirán marcando el rumbo de la salud en el país.
Pero este gigantismo con apariencia de empuje y crecimiento por competitividad, es todo lo contrario a la eficiencia, la eficacia, la equidad y la economía deseables. El Ministerio de Protección Social y la Supersalud han hecho caso omiso hasta este año de la infracción a todas las normas que regulan el sistema de salud en Colombia por parte de esta, como también de muchas de las otras 23 EPS. Es tal el grado de incumplimiento de normas en Saludcoop que, siendo una entidad que maneja dineros públicos derivados de la Unidad de Capitación y existiendo reglamentaciones que limitan sus inversiones a una proporción de los excedentes obtenidos, alcanzó a asignar en contra de lo previsto legalmente unos $650.000 millones. Esta cifra representa una deuda al sistema, que deja entrever la multiplicación de empresas creadas para integración vertical (lo que cual les está prohibido a las EPS), que ha extendido sus conexiones hasta llegar a crear empresas de manera indirecta fuera del país, reflejando nexos interfamiliares de los directivos y de los contratistas. A pesar que sus ventas confirmadas del 2009 ascendieron a $3.284.309 millones (unos US$1.875 millones), esta EPS ha revelado de manera cierta o no, una situación que afirma que su atención por cada uno de sus cuatro millones de usuarios vale al año seis (6) veces más que lo que cuesta la atención promedio nacional en todo el territorio.
Tal ha sido el desmedro y desorientación de los recursos públicos en esta entidad, que el anterior Superintendente de Sociedades (las superintendencias integran vigilancias indirectas de carácter transversal: Supersalud, Supersolidaria, cada una en lo suyo), solo pudo alertar sobre la necesidad de que Saludcoop se convirtiera en Grupo empresarial para justificar su orientación fuera de la normatividad y su expansión incontenible por efecto de desconocimiento consciente a las regulaciones existentes.
Tardía intervención que, de toda forma, no eximirá que se den ajustes a conveniencia de sus malos gestores y muy seguramente ninguna penalización a nivel de los altos directivos. La intervención habrá de durar hasta tres años, pero podrá llegar a significar solo un traspaso de mano de esa maquinaria empresarial que enriquece a pocos con los recursos de muchos. Auditores, fiscales, abogados y contadores revisarán lo ya revisado desde hace siete años, para concluir lo mismo: que una empresa de estas dimensiones debe ser salvada a cualquier costa para impedir un peor impacto en el sistema neoliberal de ley 100. Otros serán los beneficiados, nuevos proveedores, nuevos directivos, iguales indicadores de eficiencia y eficacia, mayores costos a través de una UPC rediseñada, sobrefacturación de siempre y muy deficientes revisorías por parte de las autoridades de control, seguirán marcando el rumbo de la salud en el país.
LA PONTÍFICE (LA PAPISA; THE POPE)
Sonke Wortmann, un director alemán de títulos fílmicos poco reconocibles en el medio colombiano, orienta el rol principal desempeñado por Johanna Wokalek (vista en “Baader Meinhoff”, una historia sobre la temida guerrilla urbana alemana del siglo pasado). Wokalek tiene el tipo físico preciso para este papel pues es delgada, de rostro duro y representativo de una inteligencia oculta y forjada a golpes de la vida, como la Papisa Juana, este novelesco personaje, que en la ficción y siendo mujer pasó como hombre llegando a ser la máxima autoridad de la iglesia católica en el siglo IX. Sucedió al pontífice Sergio II (844-847 d.c.), con el nombre de Johannes Anglicus, nombre suplantado a su hermano, en una época que el acceso a la cultura y la intelectualidad solo se permitía al varón. Juana aprende así latín, lee las santas escrituras, conoce elementos vanguardistas de la física y otras ciencias, demuestra destrezas dialécticas y de debate, atrayendo la atención de quienes le conocen de cerca.
Los intertextos históricos
Lotario I es el malvado emperador que desea arrodillar al poder eclesiástico. Gerol es el amor carnal de la humana Papisa, con quien ha experimentado el funcionamiento de un sistema de esclusas de agua que moviliza puertas. Aesculapios, su profesor, es la representación de la sabiduría con el nombre del dios de la medicina (a quien se atribuye el signo del caduceo, distintivo de la profesión médica, y otras como el comercio, con dos serpientes rodeando una vara y acápite de águila). En esta ficción, es contemporáneo de Blas Pascal y sus vasos comunicantes, pero sucesor del conocimiento de Arquímedes en el manejo de las fuerzas del agua. Dicha intertextualidad histórica permite que en esta interesante ficción se use dicho fenómeno mecánico-físico como un truco casi mágico para amedrentar las huestes de Lotario y evitar un golpe de facto al “reino de este mundo”.
En tanto, Anastasio, bibliotecario oficial y otro intertexto de la realidad, siempre dominante poder tras el trono pontificio, aunque es hecho a un lado por la inteligencia de Juana, moverá hilos de conspiración para lograr el asesinato del enfermo Sergio. Con la muerte del Papa se ha de promover la elección popular de un nuevo líder de la iglesia que, sorpresivamente, será Juana. Ese “muchacho” inteligente que se ha ganado la voluntad del difunto Papa. Estando embarazada de Gerold, esta pareja morirá de diversa forma durante la celebración de la Semana Santa. Anastasio la ha de suceder por autoproclamación durante cinco días como Juan VII (que ha sido aceptado antipapa, usurpador, por la Iglesia) hasta ser desterrado por el pueblo de Roma. En una mezcla de ficción y realidad, su ánimo de vindicta le impulsará a escribir el “Liber Pontificalis”, esa real y extensa biografía de 36 papas que, según la mítica de esta novela, buscó evitar que el nombre de una Papisa mujer, manchara la historia de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. San León IV (Orden de San Benito) seguirá en la sucesión, permitiendo que el gran supuesto del corto reinado de una mujer no quedara escrito en la historia oficial del Vaticano.
La puesta en escena, la escenografía, el reducido grupo de personajes históricos y de ejércitos pequeños, girando alrededor de odios personales que se convierten en premisas políticas, muestran las verdaderas pequeñas dimensiones geográficas y humanas de los hechos narrados, pero permiten una explicación de estos como hitos de grandes implicaciones históricas para la civilización occidental.
Un corolario
Un buen libro, un repaso histórico, excelente puesta en escena, mejores actuaciones y John Goodman. Ese regordete y reconocido actor que representó a Pedro Picapiedra en el cine, trabajador de innumerables productos cómicos de tipo Disney, está allí haciendo un enorme Sergio II, el magnánimo, sabio y digno Papa que reconoce los talentos médicos y humanos de la joven Juana. Este papel de Goodman en tierras alemanas obliga a reconocer el gran mérito de quien, teniendo tantos kilates actorales, ha entregado toda su actividad a papeles menos serios pero necesarios, como demostración de una admirable calidad personal y profesional en los terrenos hollywoodenses.
CARANCHO
El carancho es un ave rapaz, de tipo buitre, un zopilote o un ave de rapiña, como se quiera, que merodea los restos que deja la muerte. Un carroñero. Con este mote se conoce a las abogados, mejor tinterillos, que viven de la desgracia ajena, y que pasan por las rendijuelas de la ley sin corazón alguno.
Acá en este buen filme se desarrolla una historia de corrupción alrededor del sistema de salud, no dentro de su administración como sucede en Colombia, sino fuera, en los vericuetos del engaño posible para cobrar pensiones e indemnizaciones a costa del dolor de seres humanos dispuestos a todo para vivir con el dinero que una última y sucia opción les ha de deparar. El carancho es sucio, inconmovible, llega hasta el delito para lograr que a su cliente le paguen por una invalidez o un accidente voluntarios. Ricardo Darin, ese serio actor argentino de “El secreto de sus ojos” (Oscar a película extranjera 2010), “XXY”, “”El hijo de la novia”, “Nueve reinas”, “Kamchatka”, entre otras memorables cintas argentinas, vuelve a cumplir su cometido profesional de encarnar personajes socialmente adaptados a la escala de valores que les convenga, y sin falsas poses elegantes para la pantalla. Martina Guzmán, emblemática actriz de algunas de las películas del director de esta cinta, Pablo trapero (“El bonaerense”), le acompaña. Darío Valenzuela (“El niño pez”) también está en el elenco.
La simulación de accidentes de tránsito y búsqueda voluntaria de sus malas secuelas, permiten explotar al sistema de prestación de servicios de salud al amparo de la enorme nube de 8.000 siniestros anuales realmente ocurridos en el país austral, para que los “caranchos” puedan vivir del mortecino de sus clientes. El filme fue enviado a los Oscares de 2011, pero no quedó en la escogencia última de nominados, aunque dentro de la larga y meritoria lista de thrillers argentinos recientes, se destaca como un producto de calidad universal.
miércoles, 4 de mayo de 2011
UNA ESPOSA DE MENTIRAS (JUST GO WITH IT)
Una buena comedia familiar de Adam Sandler ¡todas son familiares! Estos filmes suelen ser “despreciados” por los comentaristas, críticos y analistas cinematográficos, cuestión que no solo de gustos se trataría sino de arrogancia, pedantería y snobismo intelectual.
Dennis Dugan sigue siendo el director de cabecera de una docena de las películas de Sandler. Una excelente aparición de Nicole Kidman se convierte en un homenaje para la trouppé y el público. También, Sadie y Sonny, hijos del actor, posan de hawaianos en una cameo del filme.
El género “Sandler” es sano, entretiene, divierte y se caracteriza por tener la fórmula de dosis exacta para referencias escatológicas o vulgares que producen sonrisas cómplices.
Jennifer Aniston no comenzó en el cine luego de “Friends” en el 2004. Durante la década que duró la serie en la pantalla chica hizo pantalla grande con más de una película anual. Hoy tiene 30 filmes a su haber. Como alguien muy acertadamente ha expresado: Aniston se interpreta a sí misma en cualquier producción. No cambia color de cabello ni peinado, gesticula de manera estándar y solo parece explotar sus fans de la TV (¿sería por ello que Pitt requería de una personalidad más diversa como la de Joli?). Sandler ha logrado cambios histriónicos en algunas oportunidades, como en “Zohan”, “Spanglish” o en ciertas escenas de “Click”. Kidman sorprende y gusta en su empeño exitoso por amoldarse a una comedia como estas. Bailee Madison, la niña de 12 años en el rol de Maggie la hija del cirujano plástico Murphy (Sandler), demuestra el porqué ha estado presente en nada menos que 25 filmes desde sus siete años de edad.
Dennis Dugan sigue siendo el director de cabecera de una docena de las películas de Sandler. Una excelente aparición de Nicole Kidman se convierte en un homenaje para la trouppé y el público. También, Sadie y Sonny, hijos del actor, posan de hawaianos en una cameo del filme.
El género “Sandler” es sano, entretiene, divierte y se caracteriza por tener la fórmula de dosis exacta para referencias escatológicas o vulgares que producen sonrisas cómplices.
Jennifer Aniston no comenzó en el cine luego de “Friends” en el 2004. Durante la década que duró la serie en la pantalla chica hizo pantalla grande con más de una película anual. Hoy tiene 30 filmes a su haber. Como alguien muy acertadamente ha expresado: Aniston se interpreta a sí misma en cualquier producción. No cambia color de cabello ni peinado, gesticula de manera estándar y solo parece explotar sus fans de la TV (¿sería por ello que Pitt requería de una personalidad más diversa como la de Joli?). Sandler ha logrado cambios histriónicos en algunas oportunidades, como en “Zohan”, “Spanglish” o en ciertas escenas de “Click”. Kidman sorprende y gusta en su empeño exitoso por amoldarse a una comedia como estas. Bailee Madison, la niña de 12 años en el rol de Maggie la hija del cirujano plástico Murphy (Sandler), demuestra el porqué ha estado presente en nada menos que 25 filmes desde sus siete años de edad.
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