martes, 9 de octubre de 2012
TED
Seth MacFarlane es el rey de los cómics políticamente incorrectos en TV estadinense, aunque sin tener la meritoria difusión e inteligente desarrollo de “The Simpsons”. Sus renonocidas creaciones “The family guy” o “American Dad” son competidoras de “South Park” u otros tantos ejemplos de muñequitos casi planos (2D) con posteriores variaciones de sombreado 3D, que dicen verdades y gritan vulgaridades, o que reiteran comportamientos de baja gama social, o que dicen en altavoz lo que los racismos, ateísmos, satanismos u otros “ismos” piensan de la sociedad que se cree y lucha por ser más civilizada e inclusiva.
Experimentado por su paso en Hanna Barbera y Disney, MacFarlane salta ahora al mundo de la captura de movimientos para mezclar al dibujito TED con actores vivos. Lo logra muy bien, y al hacerlo gana la credibilidad para reír con la actitud perrata de este oso buena vida, drogo, bebedor y mujeriego aunque “no tenga pene”???, aprovechado del “feeling toy” que despierta en el sexo femenino. Su compañero desde la infancia, John (Mark Wahlberg), es aquí prácticamente inducido a los suaves vicios, la fiesta que interfieren el trabajo con disculpitas mentirosas y cierta dificultad para concretar una relación madura con Lori (Mila Kunis). El “inmaduro” Ted bien a representar una mala compañía para su compañero humano y este es el toque de MacFarlane, que ha sabido aprovechar estos lenguajes tecnológicos combinados con sus guiones incorrectos para llegar de manera innovadora a un público adulto.
Aparte de ello, un fundamento semiótico utilizado por Mac Farlane es la insistencia en intertextos de la industria californiana. Cameos de estrellas (Norah Jones cantando, Sam J. Jones –Flash Gordon- enfarrado, Ryan Reynolds como mudo gay) y las referencias a la música disco o al delicioso rock sinfónico de Queen. Burlas constantes a actores o actrices y figuras públicas haciendo caso a los “gossips” por todos conocidos. La única dificultad para que los US$65 millones pasen el límite de los US$500 millones (va en poco más de US$435 millones) es la imperfecta traducción del inglés y la recurrencia a una intertextualidad estrictamente relacionada con el medio hollywoodense, lo que impide que la totalidad del público asistente comprenda ciertos diálogos pensados por el inteligente MacFarlane.
LOS INDESTRUCTIBLES 2 (THE EXPENDABLES 2)
La violencia es un fenómeno de la sociedad, que en el cine busca acercarse a una problemática no ajena a ningún miembro de esta. Pero la violencia debe ser clasificada, evaluada y, en el cine, por género y como recurso dramático.
La violencia puede ser concientizadora, o gratuita. Pero hay una errónea tendencia en el cine actual para plasmar el flagelo violento que resulta en un nuevo modo de violencia estrechamente ligado a la desaparición de los géneros cinematográficos válidos. Que la pantalla muestre cada vez más violencia, no es el problema mientras haya estéticas y dramáticas artísticas innovadoras. Pero ¿cómo combatir el éxito comercial sustentado en la manida violencia de “entertainment”, como una necesidad industrial y satisfactoria de consumidores en todo el mundo, sin ningún aporte?
Partiendo de que la violencia en los medios de comunicación no es la causa principal ni única de la que sucede en el mundo real, el aprendizaje de comportamientos y actitudes violentas puede estar relacionado como mínimo con fenómenos de insensibilidad ante la violencia real. La representación violenta más peligrosa, ante todo para población infantil y adolescente, parece ser aquella que está embellecida y depurada. El “priming” es para algunos lo que para otros es catarsis.
“Los indestructibles” es una involución fílmica, es un “power rangers” infantil y caricaturesco llevado al terreno adolescente y adulto, con las pobres líneas guionísticas de un, de toda forma meritorio, Stallone que muestra el derroche industrial bélico a través de motos, autos, armas que se venden y que son solo dudosos caracteres de una sociedad civil y de un estado bélico que se protegen con autodefensa y ataque, con el reconocimiento de que la organización social es esquizoide en su mezcla de valores democráticos y libertarios con respaldo en los ejércitos de todo orden.
Al asistir a este espectáculo, los espectadores agradecen momentos pasados de solaz con los íconos de la pantalla de acción pagando esta boleta. Nada más. Solo comentarios al final sobre el estado de salud de cada uno de los protagonistas y lo avejentados que están estos atletas de “gym talent”, pero debe agregarse, también, que juntos lo hacen peor que de costumbre.
Es un cine de crisis. Sin innovación, que da un paso atrás y únicamente destinado a convertir US$100 millones en cerca de US$400 millones, si se tiene en cuenta el resultado de la primera entrega. No es una “saga”, y ojalá no se convierta en esto.
De paso, da nostalgia recordar al Sam Peckinpah de ayer o el Luc Besson o el Tarantino de hoy, acción y violencia con la esencia de lo que permite denominar aún así, al séptimo arte a pesar de algunas muestras “expendables”.
domingo, 7 de octubre de 2012
EL EXOTICO HOTEL MARYGOLD (The Best Exotic Marigold Hotel)
Esta película tiene base fundamental en su elenco, un guión muy humano y el interés visual que despierta una cultura relativamente lejana como la India.
El grupo de actores parecen ser bien amigos personales entre sí. Judi Dench es Evelyn de 77 años (“M” de 007 en sus seis últimas entregas”, “Shakespeare in love”, “Pride & Prejudice”, “Furia de titanes”); Tom Wilkinson es Graham de 63 (“En la habitación”, “Michael Clayton”, “Valkyrie”, “Shakespeare in love”), Bill Nighy es Douglas de 62 (“Valkyrie”, “Furia de titanes”), Penelope Wilton es Jean (“Pride & Prejudice”), Maggie Smith es Muriel de 77 (“Muerte en el Nilo”, “Furia de titanes”), Ronald Pickup es Norman de 72 (“Lolita”), Celia Imrie es Madge de 60 (“Muerte en el Nilo”) y Dev Patel es Sonny de 23 (“Slumdog millionaire”).
El director es John Madden de 64 (“La mandolina del capitán Corelli”, “Shakespeare in love”). Se basa en un libro de Débora Moggach de 64 años (“These Foolish Things” publicado por Arrow en 2005; también guionista de “Pride & Prejudice”).
Que este grupo de amigos, todos en su tercera edad, se ocupen de las cosas tontas que al final de la vida se reconocen como importantes y definitorias, es la esencia del filme. Que su retiro los lleve a la India, es la esencia de un producto puramente inglés. Que el ruinoso hotel indio tenga nombre anglo, que el amante de Graham sea indio, que los tropiezos de Muriel con la casera india tengan visos de comparación servil con su propia vida, son todos resultado de un cruce de culturas que se hizo más crítico a partir de la independencia de esta colonia hace también 65 años, la edad promedio de sus protagonistas.
Toda esta congruencia de historias individuales y de personajes de ficción lleva a una serie de “deja vús” coloniales y personales que recuerdan al público tomar en la vida decisiones prontas y guiadas por el corazón, para no sentir al final de ella que lo exótico es reconocer lo valioso de esas importantes cosas tontas antes de morir.
martes, 25 de septiembre de 2012
HISTERIA (LA HISTORIA DEL DESEO; HYSTERIA)
Con la calidad de sus producciones y el humor que caracteriza la cinematografía de origen inglés, se relata la manera en que fue creado el vibrador femenino como instrumento de terapia contra la histeria, una “enfermedad” considerada en su diagnosis inicial como “patología” femenina (etimológicamente, su denominación deriva de “útero”) y que actualmente se sabe como un fenómeno no estrictamente femenino.
Tanya Wexler dirige el filme dentro de sus claros intereses por la temática de la sexualidad (“Finding North”, “Ball in the house”). Traza su historia alrededor del segmento biográfico del inventor del “sex toy”, el Dr. Joseph Mortimer Granville, personificado por Hugh Dancy (“Black Hawk Down”, “King Arthur”), colaborador a su vez del Dr. Robert Dalrymple, interpretado por Jonathan Pryce (“Brazil”, “Evita”, “Piratas del Caribe”), terapeuta de damas mediante masajes de placer clitoridiano que las lleva masivamente a su consulta. El aparato, diseñado para sustituir la cansada mano terapéutica, sería patentado en 1902 por la empresa de electrodomésticos Hamilton Beach y distribuído por la cadena Sears Roebuck, luego de lo cual ha tenido variados desarrollos como “dildo” portable.
En la época, finales del siglo XIX, los orgasmos eran denominados “paroxismos”, y el adminículo diseñado pudo haber tenido nombres como “vibratorium, climaxil, paroxysmador, excitador, gemidor”, hasta llegar a Electro-Vibratory, nombre oficial de lanzamiento como utensilio de Portable Massages.
Felicity Jones (Emily) y Maggie Gyllenhaal (Charlotte) son las hijas sumisa y rebelde de Dalrymple, a través de cuyos caracteres se delinea el punto de quiebre entre el decimonónico destino tradicional de la mujer y el naciente activismo autonómico de las mujeres en su pregón por el sufragismo y el derecho a los tres ochos (trabajo, ocio, sueño), con emparentamiento en las ideas socialistas. Ruppert Everett (“Crónica de una muerte anunciada”) hace Edmund St. John-Smythe, el creador de los componentes eléctricos rotativos que permitieron la novedosa aplicación.
Los elementos fundamentales de este guión son reales e históricos, recreados con un basamento sencillo que le resta malicia y le aporta el toque profesional que tuvo como innovación médica. No obstante, se llega a sugerir en un punto climático del filme, que pudo haber llegado a ser dictada por un tribunal la condena a histerectomía, destinada a mitigar los arrestos de rebeldía de Charlotte, a la usanza bárbara. En general, el filme es un buen relato de un detalle histórico que pocas veces se ha “meneado” públicamente y que el gran público podría poner en duda imaginando visos de ficción inexistentes en esta simpática y realista puesta en escena.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
AMOR, HONOR Y LIBERTAD (THE LADY: LA FUERZA DEL AMOR)
Michelle Yeoh es una actriz malasio-china con verdadero status de dama en el cine. De unas tres docenas de filmes se le reconoce más fácilmente en occidente a través de títulos como “Tomorrow never dies”, “Crouching Tiger, Hidden Dragon” o “Memoirs of a Geisha”. Su trabajo es sorprendentemente natural y aporta dignidad a los personajes, siendo el mejor prospecto para que desempeñara este “biopic” de Aung San Suu Kyi, militante de la Liga Nacional para la Democracia en Birmania, hija del mártir Aung San fundador del partido comunista birmano y ganadora del Nobel de Paz 1991.
Le acompaña a Yeoh, David Thewlis (el Remus Lupin de la saga “Harry Potter”) en el rol de esposo, el Doctor Michael Aris, historiador de Durham experto en cultura budista.
Del filme se resaltan dos aspectos. El primero de ellos, el regreso de Luc Besson como director, ahora dedicado a escribir y producir, en una faceta “biopics”, que solo había mostrado en la buena “The Messenger: The Story of Joan of Arc” (Mila Jovovich), con la diferencia que en esta oportunidad despliega una plena objetividad que debe reconocérsele. En segundo lugar, el guión de Rebecca Frayn (documentalista, escritora de “One life” y “Deceptions” para Simon & Schuster), que es el fundamento de la visión mujer-hombre tan presente en el relato.
En el guión se describe de la mejor manera el papel complementario de los esposos Suu Kyy y Aris, con un balance propio de una visión femenina equilibrada de reconocimiento al apoyo de Michael, como padre atento del hogar e hijos, de las relaciones cortas pero definitorias de este con la dictadura del régimen y negociador tras bambalinas de la condición de su esposa, quien de toda forma pasaría 15 años presa o en arresto domiciliario en Birmania. Finalmente, de su mérito en ser el gestor de la idea de proponer la nominación de su esposa al premio Nobel y, de recibirlo a nombre de ella en compañía de los dos hijos, el mayor de los cuales leería el discurso de agradecimiento ante los Reyes de Suecia.
Se lucen entonces Luc Besson y Rebecca Frayn, en esa visión cinematográfica alejada de cultos a la personalidad y cercana a la realidad conyugal de personas que, separadas por fuerza mucho tiempo entre sí, demostraron el valor del amor Suu Kyy-Aris y el cumplimiento con las coyunturas políticas de su tiempo y con la deuda debida a Aung San, un medio siglo antes.
lunes, 17 de septiembre de 2012
AMIGOS (INTOUCHABLE)
Que el público se ría en muchas de las escenas no calificarían como comedia a este simpático drama humano. En el film, de solo US$12 millones (€9,5), François Cluzet (“Chocolat”, “Pret a porter”, “French kiss”, “Les petits mouchoirs”, “Ne le dis à personne”, “Paris”), es Philippe; Omar Sy es Driss; Audrey Fleurot es Magalie; Clotilde Mollet (“Amelie”) es Marcelle; Anne Le Ny es Yvonne; Alba Gaïa Kraghede Bellugi es Elisa. El rol de parapléjico es finamente desempeñado por Cluzet, de quien se recuerdan las ya citadas “Pequeñas mentiras sin importancia” y “No se lo digas a nadie” (diferente del libro y film de Jaime Bayly), entre aquellas de menor permanencia en la taquilla del país. No obstante “No se lo digas…” es un filme siempre repetible en el cual Cluzet, dirigido por Guilleaume Canet, fue diversamente premiado por su actuación.
La película ha ganado numerosos galardones, aparte de su nominación a mejor película de la Unión Europea, pues el par de protagonistas compartieron mejor actor en Tokio, mientras Sy, el senegalés, ganó por este papel el César superando a Jean Dujardin por “The artist”.
La dirección y el guión son obra de Olivier Nakache y Eric Toledano, quienes han realizado siempre en colaboración cerca de una decena de filmes. En este llaman la atención del público adolescente con la entrada al filme de una persecución en un bello Maserati, flashforward de algo que vendrá, ambientada con “September” de Earth, Wind & Fire, grupo que se repetirá también en una excelente secuencia por el simpático Driss bailando “Boogie Wonderland”. La música incidental, desarrollada fundamentalmente por frases de un bello piano, es de Ludovico Einaudi (de cuya obra parte ha sido dedicada a producciones de cine y TV, desconocidas en este medio). Mathieu Vadepied (“Lee mis labios”), asume una fotografía nítida con enfoques suficientes, muy propia del actual estilo francés.
El personaje central representa marcas de clase en dinero, cultura, gustos hacia Vivaldi, Rimsky-korsakov, Bach, pero necesita ser feliz y esto lo proporciona el elemento políticamente incorrecto de inmigrante, negro, sexuado, burlón y fan del sonido y baile “disco”, que aporta el maravilloso Driss. Su historia proviene en sus elementos centrales del libro escrito por Philippe Pozzo di Borgo, “Le second soufflé” (El Segundo Aliento) publicado por editora Bayard, 2001, y de su relación con Abdel Yasmin Sellou, un asistente a domicilio que se convertirá en amigo entrañable luego de un accidente en parapente que no le ha de impedir retomar esta experiencia.
Las productoras Gaumont, un distintivo nacional francés, Canal+, Cinecinema-TF1, han vendido los derechos de exhibición en países anglosajones e hispanoparlantes y de remake en Estados Unidos, a los hermanos Weinstein (que vienen siendo por su poder oligopólico un distintivo estadounidense). Claro, un filme que en cuatro países europeos produce en 10 días más de €250 millones (25 veces su costo) con 40 millones de espectadores, es para la industria de distribución gringa una mina por explotar.
lunes, 10 de septiembre de 2012
¿SABES QUIÉN VIENE? (CARNAGE; UN DIOS SALVAJE)
Vuelve el maestro Roman Polansky, dirigiendo el cuarteto de galardonados integrado por Jodie Foster (Penelope), Kate Winslet (Nancy), Christoph Waltz (Alan Cowan, esposo de Penélope) y John C. Reilly (Michael Longstreet, esposo de Nancy).
“¿Sabes quién viene?, se basa en la obra de teatro, “God of carnage”, escrita por Yasmina Reza, ganadora del Tony de 1999 y del Gran Premio del Teatro de la Academia francesa en el 2000 a toda su carrera.
A algunos comentaristas se les ha ocurrido comparar este film con el estilo de Woody Allen. Sí, siendo Allen, al igual que Polansky, amados cineístas para el mundo actoral y con enorme capacidad de convocatoria. “Carnicería” se desarrolla en la residencia de los Longstreet, a la cual llegan los Cowan para hablar sobre la riña que sus respectivos hijos tuvieron en la escuela. Una pérdida de dientes y el deseo de solucionar todo de manera civilizada, permiten a Reza representar los contrastes de caracteres conciliadores y de valores burgueses, con el origen de conflictos que pueden agigantarse a nivel social sin que finalmente se resuelva el hecho que los desencadenó, ni mucho menos que se impida que este vuelva a repetirse.
Hay maestría en el guión, la dirección y la actuación, así como en el manejo de cámaras dentro de un ámbito relativamente cerrado. El ritmo no decae, gracias a la precisión de los diálogos y a la dirección de actores, que se luce a la altura de estas cuatro estrellas. No es un filme de consumo masivo, pero si una buena muestra del correcto traslado del lenguaje de las tablas al del cinematógrafo.
EL LEGADO BOURNE (THE BOURNE LEGACY)
Tony Gilroy es básicamente un escritor de guiones. Ha participado como coescritor en importantes títulos como “The devil´s advocate”, “Armageddon” o “Proof of life”. Pero también ha dirigido y escrito, simultáneamente, “Michael Clayton” (George Clooney) y “Duplicity” (Julia Roberts). En las anteriores entregas de la buena saga de Bourne ha sido coescritor y en esta más reciente escribe y dirige. Un poco contrariando la ley de Zam, el que escribe y dirige tiene éxito seguro, se puede decir con algún atrevimiento que Gilroy es mejor guionista que director.
El libro base de la presente película es de Eric Van Lustbader, escritor de novelas de “aeropuerto”, quien hizo ya siete (7) continuaciones de la historia de Jason Bourne, con permiso de los propietarios de derechos de su autor original, Robert Ludlum (“… Identity, …Supremacy y … Ultimatum”), fallecido hace una década.
“El legado…” cumple el esfuerzo de mantener el alma de Ludlum, a costa de un presupuesto de US$200 millones. La inversión se nota a primera vista en el elenco con nombres como Jeremy Renner (Aarón), Rachel Weisz (Marta), Edward Norton (Eric Byer), Joan Allen, (Director Adjunto de Pamela Landy), David Strathairn (Noé Vosen, ex director de Operación Blackbriar), Albert Finney (Albert Hirsch, médico responsable de la creación de Treadstone), Scott Glenn (Ezra Kramer, Director de la CIA), Donna Murphy (Dita) y Stacy Keach (Mark Turso, USN).
No obstante, los papeles de Allen, Finney y Glenn son muy pasajeros. Si bien las tres anteriores entregas han costado en conjunto unos US$245 millones y agregado un margen bruto de 300%, del "...legado" debería proyectarse una taquilla mundial de US$800, que será quizá difícilmente alcanzada a pesar del gusto de sus seguidores. La saga puede continuar, indudablemente, pero ya alcanzará el punto de inflexión en su tendencia creciente.
Las razones para que una buena saga y una buena película signifiquen el comienzo de un declive en cifras, aunque estas sean sustanciosas, podrían tener raíz en: 1) que el rol Bourne siga plenamente reemplazado por Aaron Cross/Kenneth Gidson, 2) que la hipótesis de cuerpos de espionaje compuestos por “soldados universales”, sature a los espectadores, 3) que la dirección de Doug Liman (“Identity”) y Paul Greengrass (“Supremacy” y “Ultimatum”), innovadoras en el género de acción, no encuentren parangón en Gilroy, 4) que la creatividad del nuevo novelista Van Lustbader tampoco equipare al genial Robert Ludlum.
Aunque en este legado hay una herencia valiosa, no hay innovación de las técnicas fílmicas que distinguieron a las tres primeras entregas, el espectador no se sentirá frustrado con el vértigo de su ritmo.
viernes, 7 de septiembre de 2012
TRES METROS SOBRE EL CIELO (3MSC)
María Valverde (25), una chica española con futuro fílmico, ha hecho dieciséis cintas desde que tenía 16. De lo que ha llegado al país, su irrupción triunfal fue en “La flaqueza del Bolchevique”, donde hace una niña inquietante enfrentada al amor de un hombre mayor actuado por Luis Tosar, luego se puede mencionar “Melissa P.”, un inicio sexual con impacto vital. Posteriormente, estaría como Lucrecia en “Los Borgia” versión española. En “La mujer del anarquista”, se le desconoce para bien en su transformación a un papel de mujer adulta. Debería llegar “Cracks”, donde está con grandes estrellas americanas como Eva Green, Juno Temple e Imogen Poots, compartiendo un problemático internado de señoritas.
Acá en “3MSC”, María tiene el rol de una adolescente que vive su primer amor, un chico rudo y desadaptado. Las colegialas en romance, las motos raudas y sus piques nocturnos desafiantes, los padres alejados, las pandillas de amigos y de inamistosos conocidos, son el escenario de atracción adolescente que les aparta de los problemas de familia. En esta producción, de buena factura e intrascendentes situaciones, la decisión última será una enseñanza para el público joven.
SIN SALIDA (BAJO AMENAZA; TRESPASS)
Nicole Kidman acompaña al reconocido Nicolas Cage y a Liana Liberato, que “Trust” fue una cara linda enfrentada a la problemática juvenil contemporánea que puede tener una red social. Las tres figuras viven un thriller previsible y bien realizado.
“Trespass” es dirigida por Joel Schumacher (“Batman”, “8 mm”, “El fantasma de la ópera”) y cuenta con un poster que atraerá al público seguidor de sus dos estrellas. Nicole en el rol de la esposa, se suma como atractivo al botín de una caja de seguridad familiar. La díscola hija genera sentimientos de impotencia en padres protectores, pero complicidad en el público adolescente. Cage, es un padre antihéroe enfrentado a una situación de inseguridad, delincuencia y robo, algo común en las actuales urbes, pero se encontrará mezclado en una circunstancia emocional de corrupación, atracciones, sospechas y deseos. Kidman-Cage deberán ser todo lo que el espectador pueda esperar por el valor de su boleta en esta película relativamente convencional, para domingos en la tarde.
sábado, 1 de septiembre de 2012
SÓLOS EN LA OSCURIDAD (KIDNAPPED)
Fernando Cayo (“La piel que habito”, “El orfanato”), Ana Wagener (“Biutiful”, “El bola”) y Manuela Vellés (“El orden de las cosas”), son dirigidos por Miguel Angel Vivas. Este amante del “suspense” suma a su trabajo el buen film “Reflejos” del 2002.
Con sus largometrajes el joven director guionista se emparenta, mediante la productora “Vaca Films”, a películas como “La zona” (Rodrigo Plá), “Celda 211” (Daniel Monzón) y “También la lluvia” (Gael García Bernal), entre otros menos conocidos filmes, que cuentan paranoias de encierro y sublevación de condominios residenciales, penitenciarías y pequeños pueblos, respectivamente para los excelentes títulos hispanos mencionados. En esta productora hay interés demostrado por los miedos contemporáneos derivados de la masificación y sus violencias individualizadas, por la urbanización y sus inseguridades no controladas, por un aislamiento cada vez mayor en medio del crecimiento y modernización de las ciudades.
Con la misma tónica, “Sólos en la oscuridad” se preocupa por el “apartamento” cuya etimología es claramente relacionada al aislamiento, una palabra que los españoles suelen simplificar con “el piso”. Allí donde está el espacio personal que separa a cada uno de los individuos o de sus familias del mundo, pero donde tampoco existe la solidaridad y la compañía frente a los peligros. Es el apartamento en el cual cada recodo se convierte en trampa, cada cuarto es confinamiento y cada pasillo está marcado por puertas a lado y lado logrando un suspenso.
El apartamento es un lugar apacible y paradisiaco en tanto las externalidades no lo penetran. En medio de su tranquilidad, los vecinos que se desconocen, la delincuencia que busca en sus entrañas, el secuestro, son la ruptura. El apartamento se conecta dolorosamente con el mundo moderno mediante el celular y con los cajeros electrónicos, pero también con el secuestro extorsivo (“paseo millonario”). El apartamento se conecta con los demás mediante el automóvil, pero también con el choque mortal.
“Sólos…” no es novedosa, pero su guión es bien elaborado, aunque intrascendente, mezclando lugares comunes de hoy y acudiendo a un lenguaje visual muy sajón. Con sólo doce plano secuencias, desarrolladas con eficiencia en dos semanas, logra contar mediante frases violentas, una historia creíble, sin las meta especulaciones usuales del cine español.
sábado, 25 de agosto de 2012
NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS (NO REST FOR THE WICKED)
En su tierra natal este filme se llevó los más importantes premios Goya 2012: Mejor película, Dirección, Mejor actor protagonista, Guion original, Mejor montaje, y Mejor sonido. Se los merece por el esfuerzo de realización de un buen thriller ibero con extensiones policíacas, narcotráficas, políticas y terroristas, propias de la problemática contemporánea global. Es un filme “rudo”, como el protagonista, un “desperado”, frustrado y violento que, con acción asesina muy poco ética para su función de policía, trata de frenar a delincuentes, algunos de ellos colombianos.
En un camino enceguecido y suicida que parte de las calles y los capos de poca monta, el protagonista ha de toparse con una red que trata de internacionalizar el terrorismo musulmán. El gran éxito del filme es su autenticidad, el buen uso de los recursos, la actuación del matón central y las crudas escenas de violencia justificadas como recurso dramático para reiterar, entre otras verdades, que el crimen no paga, aunque finalmente medie el heroísmo. En el filme muy madrileño hay un breve rol del compatriota Juan Pablo Shuk y una enseñanza para el cine colombiano, sobre cómo invertir escasos US$4 millones en un producto mercadeable, mediando un no muy novedoso pero buen guión.
EL CUERVO (EL ENIGMA DEL CUERVO; THE RAVEN)
La publicación del famoso poema que da título a este film se convirtió en sobrenombre para Edgar Allan Poe, su autor. El hilo argumental del film no se relaciona con el conocido escrito de 1845, pero sí con los últimos días de Poe en octubre de 1849, en Baltimore.
La película trata de una especulación acerca de lo que pudo pasar cuando, estando comprometido en matrimonio con Sarah Royster, Poe fue encontrado dos semanas antes de la fecha de matrimonio en un banco de parque y en aparente estado de delirio. Quizá debido a su alcoholismo, fallecería cuatro días después.
Un tal “Ludwig”, identificado como Rufus Wilmot Griswold, que tenía inexplicada aversión por el escritor, aparte de lograr convertirse en albacea literario de sus obras, paradójicamente se encargaría de desprestigiar su memoria con falsas especulaciones sobre su equilibrio mental y su muerte.
De dichos hechos hay alguna relación con el guión de “El cuervo”, ante todo en su final. Pero, durante el desarrollo de la película se manejan, a su vez, intertextos de varias de sus historias: “Los crímenes de la calle Morgue”, “La máscara de la muerte roja”, “El pozo y el péndulo”, “El misterio de Marie Roget”, “El entierro prematuro”, son algunos de los referentes literarios tratados cinematográficamente por el director James McTeigue (cuyo único mérito en tres filmes es “V de Vendetta”).
John Cusack, conocido de innumerables papeles (su padre dejó una productora de cine) pero no muy destacable actor (“Being John Malkovich”, “2012”…), interpreta al escritor que colabora con la policía en la búsqueda de un asesino serial que sigue pautas tomadas de sus escritos. La atmósfera inglesa, como todo Poe, se debe quizá a las influencias del escritor, pues nace y muere en Boston y Baltimore, pertenecientes a Maryland y Massachusetts ciudades de íntima relación con la Nueva Inglaterra en Estados Unidos. No obstante su buena cinematografía, la película intentó despistar atrayendo la gran masa de lectores de Poe con su poster, pero no ha logrado recuperar los mínimos US$26 millones de presupuesto invertidos en su producción.
martes, 21 de agosto de 2012
EL VENGADOR DEL FUTURO (TOTAL RECALL)
Con el amparo de atmósferas que recuerdan al Spielberg de “Minority report” y “Artificial intelligence”, el director Len Wiseman (Underworld I, II, III y IV) se acompaña de Kate Beckinsale, su bella guerrera experta en artes marciales, para intentar un remake de la recordada versión de 1990 bajo la dirección del genial Paul Verhoeven (“Robocop”, “Basisc Instinct”, “Show Girls”, “Black book”).
Pero cabe reiterar que apenas lo intentó, porque no logró equiparar la parafernalia de efectos especiales y futurismo desplegado alrededor de Arnold Schwarzenegger y Sharon Stone, en su momento.
Colin Farrel es un buen actor, pero condicionado al entorno de cada producción. Jessica Biel, protagoniza a la par con Beckinsale, los ángeles de la acción. Pero Wiseman también quedó limitado por el exceso de “pantalla azul” y de persecuciones plenas de tiroteos predecibles.
Se perdió la magia de Verhoeven en su lectura del cuento “Podemos recordarlo todo por usted” (“Total…1990”) de Philip Kindred Dick. A este galardonado cuentista y novelista, se deben directamente las historias clásicas de “Blade Runner” y “Minority Report”, así como los influyentes intertextos aportados a “The Matrix” e “Inception”. En resumen, la versión 2012 quedó bien atrás de la anterior, tanto en lo emocional, como en el guión y su factura tecnológica, desperdiciando quizá los US$125 millones invertidos en su producción.
BALADA TRISTE DE TROMPETA (THE LAST CIRCUS)
De Alex de la Iglesia, director de la academia de cine español durante 2009-2011 y contradictor de la ley Sinde, incluída en una propuesta legislativa sobre Economía Sostenible, que trata de la regulación a webs en la red y protección de la propiedad intelectual, es esta barroca película. Se puede recordar que, luego de salir de la dirección de la academia, la mencionada ley sería aprobada bajo el gobierno de Mariano Rajoy para entrar en vigencia a partir de marzo de 2012.
Aparte del activismo gremial y liderazgo que este cineasta tiene en España, cabe recordar “Acción mutante”, “El día de la bestia”, “La comunidad”, “Los crímenes de Oxford” y esta “Balada triste…” como sus más reconocidas obras. Con “Balada…” ostenta un premio a mejor guión en Venecia y León de Plata a mejor dirección.
Pero, cabe recordar que De la Iglesia tiene otras producciones algo olvidadas, como “Perdita Durango” (con Rosie Pérz y Javier Bardem y la genial “Crimen ferpecto” (el título es así), con las que en la primera describió un inquietante cuadro del bajo mundo y con la segunda mostró su vena humorística ayudado de su coguionista Jorge Guerricaechevarría.
En esta historia los personajes de un circo aman, odian, dominan, violentan y sufren en el contexto de la guerra civil de los años treinta y el ascenso de Franco. Luego en los setentas y con “finale” de terrorismo político (Carrero Blanco), la figura de Franco entra en escena de manera directa para cerrar el sinuoso camino de payasos tontos y bobos, de amores sadomasoquistas, de autoritarismo y venganza. En su desarrollo aparecen Raphael, cantando, y Santiago Segura ("Torrente") actuando, escondidos tras el maquillaje de payasos. El film resulta un derroche de los eternos sinos argumentales sobre guerra y dictadura, iglesia y aberraciones, de la buena creatividad ibérica.
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