viernes, 15 de abril de 2011

SOUL KITCHEN


De cuando en vez llega a Colombia cine internacional. Los espectadores del país están engañados si creen conocer de filmes de otras fronteras cuando la cartelera les ofrece algunos productos franceses, españoles, argentinos, ingleses o asiáticos. En un atrevido cálculo, el país es clientela de un manojo de distribuidores americanizados y el 90% de las nacionalidades no entran a exhibición porque, debe reconocerse que NO EXISTE GLOBALIZACIÓN PARA EL MERCADO COLOMBIANO DE LA CINEMATOGRAFÍA MUNDIAL. En tanto se tiene oportunidad de ver solo algún ejemplo individual de cine extranjero alternativo, independiente, underground o “arte”, o como se quiera, no se conocen otros buenos siete filmes.

“Soul Kitchen” es una mínima muestra del cine alemán actual, de la larga lista que deja atrás la reiteración de lo que se conoció en los noventas como nuevo cine aléman con Herzog, Fassbinder, Scholondorff, Wenders. O las lecciones de apreciación con Murnau, Von Trotta, el malísimo Boll, o los muy americanizados Petersen y Verhoeven. Recientemente, se ha reconocido en “Corre Lola Corre”, “El experimento”, “La Ola”, “Los Edukadores” o similares, una buena muestra de ese cine contemporáneo alemán que no se conoce.

Del director Fatih Akin (38 años) pasaron raudas por Colombia su “New York I Love You” y su “Head-On”. En esta “Soul…” se reconoce el rostro de Moritz Bleibtreu haciendo un bueno solo para el delito, junto a Birol Unel un cocinero talentoso, que giran alrededor de su hermano y amigo en la reactivación del local de ese restaurante pleno de música, en medio de mafiosillos y desadaptados.

¿Cuál es el valor de este film? En primer lugar, la posibilidad de sonreír con sketches diferentes a los anglosajones de siempre, de ver una combinación de cocina (lugar común italo-francés) con soul (americano) y maldad de mafia barrial (británica de sabor Guy Ritchie). Pero ante todo, la banda sonora que adorna los incidentes con actuaciones alemanas de hoy, que sacan de la inercia de solo ver los buenos Sandlers y Stillers.