jueves, 21 de octubre de 2010

LOS INDESTRUCTIBLES (THE EXPENDABLES)


Esta película, como es de esperar en productos fáciles, con violencia y duros en escenas ya no de guerra, sino de asaltos privados, dizque con intereses políticos, costó US$82 millones y en sus primeras semanas dentro del mercado doméstico produjo el triple. Queda por recoger la taquilla iberoamericana, europea, y asiática.
Es un cine de crisis. Se conjugan Sylvester Stallone, Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Eric Roberts (hermano de Julia) y Mickey Rourke, para explotar su bien ganada fama de para-heróes, defensores del “desorden” establecido.
Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger solamente hacen un “cameo”. El “governator” no aparece en el poster publicitario, debido a su calidad de funcionario público. Steve Austin, grandulón recientemente promovido en películas similares y Charisma Carpenter, una bonita cara vista hace poco en “Psychosis” y bastante recordada de rojo en la playa como “baywatch” en TV, son los otros nombres reconocibles.
Del elenco, y de paso, solo Jason Statham y Jet Li son atletas. Los demás apenas fisiculturistas, excepto Willis con poco que mostrar. Hay 75 “stuntmen” en la producción y galones de combustible para impresionar a los desprevenidos en época de vacaciones.
¿Es gratuito el elenco taquillero? No. Es resultado en este caso de un cine de crisis (ver en este blog ¿Peter Diamond, Dale Mortensen, Christopher Pissarides, y Hollywood?).
Filme del meritorio Stallone, pues hay que reconocerlo, director, guionista, productor y actor. Contra el gusto de quienes tienen derecho a despreciar estos productos que contienen todos los males de Hollywood, incluída la taquilla inexplicable, “Sly” sabe meterle la mano en el bolsillo a su público adolescente, desde los íconicos "Rocky" (va en seis de la saga) y "Rambo" (lleva cuatro y una en filmación), hasta solo unos pocos papeles meritorios en “F.I.S.T.” y “Copland”, sus productos venden y resultan en “blockbusters”.
Los comentarios sobre armamento, violencia, sangre y poco arte, quedan para algo digno de mayor esfuerzo.