lunes, 25 de enero de 2010

"Gorda"



Neil LaBute, un director de cine, guionista y dramaturgo estadounidense de 46 años, gordo, regular estatura, actuó una sola vez en el filme High School Spirits de 1986. Es un pregraduado en teatro de la Universidad Brigham Young y con posgrados de Kansas, Nueva York y la Royal Academy. Luego, se adentra en Hollywood sin mayores logros.
En el cine, LaBute ha dirigido a Aaron Eckhart (su actor fetiche, el Two Faces de The Dark Knight de 2008), Ben Stiller, Liev Schreiber, Sigourney Weaver, Nicolas Cage y Ellen Burstyn. Su filmografía de siete películas en una década, sin embargo, no muestra nada que comentar.
LaBute, tiene a su haber cerca de veinte obras teatrales: “Fat Pig” título original de “Gorda”, es de 2004. Es una comedia ligera que ha sido puesta en escena en Boston, Los Angeles, Londres y Berkeley. Con ella ganó el Outer Critics Circle Award for Outstanding Off-Broadway Play y el Laurence Olivier por la Mejor Nueva Comedia en el 2005.
En América Latina, Gorda tiene varias versiones, entre ellas la colombiana en el Teatro Nacional bajo la dirección del uruguayo Mario Morgan, muy conocido en este país por sus montajes de “Extraña pareja”, “Taxi”, “Que no se entere el presidente”, “El último de los amantes ardientes”, “Yo amo a Shirley”, “Se necesita un tenor”, “Plaza Suite”, “Venecia”, “Taxi2”, “Frankie y Johnny al Claro de Luna”, “A Fanny lo que es de Fanny”, “El Método Grönholm” y “La cena de los idiotas”.
Constanza Hernández es Helena, luego de un sonado casting de más de 500 gorditas, Andrés Suárez (Padres e Hijos) es Tomás, Juan Sebastián Aragón (Soñar no cuesta nada, de Rodrigo Triana) es Daniel y Tatiana Rentería (Colombian Dream, de Felipe Aljure) es Julia.
La “Gorda” tiene una estructura sencilla: el estado inicial, en el que Helena ha llegado a su autoestima aunque en desacuerdo con los cánones sociales de una estética contraria a su gordura; El incidente que inicia el nudo de la obra, cuando Tomás la encuentra y conoce en la cafetería; el incremento de la acción, cuando Daniel, compañero de Tomás le descubre con Helena y Julia, otra compañera de trabajo con quien Tomás tuvo un flirt, se entera; Climax, cuando Tomás simplemente no puede soportar la presión de sus amigos de oficina y le plantea a Helen su ruptura; Desenlace o Nuevo estado de equilibrio, Tomás toma la decisión de enfrentar solo lo que puede manejar: Ama a Helena, pero no puede soportar ni la crítica de sus amigos ni el maltrato que ella recibe de éstos. El libreto exige finalizar con un cuarto de hora en debate libre de los actores con el público.
Esta comedia corta, que difícilmente alcanza los sesenta minutos, supone un cuestionamiento a los parámetros de belleza en la sociedad actual, en contraste con el amor, la inteligencia y el valor de la autoestima. La escenografía modular va de una oficina a un restaurante japonés, a una alcoba y una playa. Estos elementos de “economía de recursos” y “crítica social” combinados en un ajuste cultural con base en lenguaje llano e insultos de grueso calibre y un clima de comicidad actoral, hacen de “Gorda”, el tipo de producción teatral que acomoda bien a los intereses de la empresa teatral y a los deseos del público que quiere “cumplir” con el canon de un teatro que se supone crítico, pero envuelto en un empaque superficial que le permite reír un poco y que, finalmente, no alcanzará para mayor reflexión que la muy reiterada, pero aceptada de manera conforme: en la sociedad prevalece el valor del estereotipo cultural de turno y quienes no lo alcanzan serán motivo de cierto rechazo de los demás, principalmente en el amor.