lunes, 17 de diciembre de 2012
QUÉ ESPERAR CUANDO SE ESTÁ ESPERANDO (WHAT TO EXPECT WHEN YOU'RE EXPECTING)
Elizabeth Banks, Cameron Díaz, Jennifer López, Brooklyn Decker, Anna Kendrick, Rodrigo Santoro, Rob Heubel, Dennis Quaid, Chris Rock, Chace Crawford, Matthew Morrison, Thomas Lennon, Wendy McLendon-Covey, ofrecen el clásico abanico de caras conocidas para un argumento casual de embarazos, abortos accidentales y partos, frente a unas parejas que ya tienen sus bebés más crecidos. Los machos se feminizan paseando nenés, los novatos no se deciden bien por el desconocido papel de padres y, queda claro, que son las mujeres quienes desean “estar esperando”.
Cameron presenta una reforma de rostro más o menos aceptable, Brooklyn sorprende con su delgadez y estatura aumentada, Jennifer entra en la onda convencional de latina que debe adoptar un chico negro. Chris aporta el humor de la raza y Dennis aparece conservado físicamente como abuelo y casado con una mujer más joven que él, a quien nada le molesta y pasa por la experiencia de madre sin las incertidumbres del resto del reparto. Filme de domingo en la tarde sin mayores aportaciones.
DESPERTAR DE LOS MUERTOS (LA MALDICIÓN DEL ROCKFORD; THE AWAKENING)
Rebecca Hall (“Vicky Cristina Barcelona”) es una actriz de la que se podría decir de manera atrevida que pasa desapercibida. Tiene una actuación plana, pero altamente profesional, lo cual le facilita aportar a esta película la sensación de algo que no sucede sino en su mente. El título del filme anuncia más de lo debido pero menos de lo entregado, pues el distribuidor en Colombia prefiere ofrecer algo de posibles zombies que el buen nombre de “La maldición de Rockford”, que revela el contenido argumental.
Imelda Staunton (“Vera Drake”) aporta la verdadera contraparte y la llave de la explicación de lo que allí pasa. El chico Isaac Hempstead Wright enlaza a las dos actrices, de una manera metafísica que hay que creer para no perderle el sabor a esta película, que no asusta, pero que ofrece un buen suspenso inglés.
martes, 11 de diciembre de 2012
PROFESOR LAZHAR (MONSIEUR LAZHAR)
Philippe Falardeau dirige su propio guión. Mohamed Fellag es Bachir Lazhar, el inmigrante argelino, en este filme canadiense reconocido en Toronto, Locarno, Valladolid y nominado al Oscar 2011 como mejor película de habla no inglesa.
El filme está clasificado como historia de profesor modelo. No obstante, quizá no tanto. Nunca podría compararse con “El club de los poetas muertos”, “La clase”, “La lengua de las mariposas” o “The great debaters”. Este profesor trata de dar importancia al impacto que el ahorcamiento de su antecesora docente podría tener en su clase y demuestra mayores afectos sanos por una alumna y un alumno.
Más que moderno es anticuado, pupitres alineados, selección de obras literarias poco contemporáneas, personalidad algo anacrónica. Los docentes del colegio se plantean una problemática más grave de la que los alumnos realmente resienten a raíz del insuceso de su profesora. Solo hay preguntas sobre las causas, ninguna respuesta. Mucha paranoia profesoral, bien alejada de la circunstancia discente. En este sentido, viene a la mente una imagen que se reitera a todo nivel educativo: el docente tiene un mundo pedagógico propio que no transmite bien a sus alumnos y estos básicamente viven sus vidas a la luz de sus propias circunstancias. El profesor solo comprende, la clase solo es comprendida, la reflexión pedagógica solo está en el guionista y en la mente idealizante de algunos educadores dentro del público.
CURVAS DE LA VIDA (TROUBLE WITH THE CURVE; BACK IN THE GAME; GOLPE DE EFECTO)
Amy Adams (Los Muppets) y Clint Eastwood, con un intrascendente Justin Timberlake y un importante John Goodman, son dirigidos por Robert Lorenz. Este Lorenz ha sido compañero como productor, coproductor y asistente de dirección del mismo Clint y, quizá por ello, su estilística es bien similar.
En “Curvas…” hay mucho de “Moneyball”, aquella historia en la cual Brad Pitt se acompaña como gerente de un equipo de béisbol de las estadísticas computarizadas de Jonah Hill, mediante las cuales deciden contratación de jugadores de alto potencial, para lograr que su team alcance un record posterior.
Acá, el estadígrafo del rendimiento de beisbolistas resultará perdedor frente a la intuición de una hija, que ha aprendido con el viejo padre este oficio de cazatalentos. Clint ha estado perdiendo la visión sin aceptarlo y su hija abogada sacrificará un tanto la tradicional profesión por los contratos beisboleros, gracias a que al final, y por azar, logran “cazar” el talento lanzador que buscaban. Clint está anciano, pero vital y carismático justificando la boleta de un producto que tiene el tinte de la sencillez profunda que ha caracterizado casi todos los filmes de su productora Malpaso.
Oscar y Globo de Oro 2013: ARGO
"Canadian Caper", fue el nombre que la prensa dio al rescate encubierto que el gobierno canadiense hizo, en conjunto con la CIA, de seis diplomáticos durante los sucesos de la embajada de Estados Unidos en Teherán, Irán, en 1979.
Tony Mendez (Ben Affleck), es un miembro de la Agencia Central de Inteligencia, que idea una supuesta búsqueda de locaciones para un filme futurista, “Argo”, con el fin de sacar en secreto a los diplomáticos. Este plan surge de estar observando “Star Wars” con su hijo. Durante uno de los períodos Clinton se desclasifica la verdad sobre esta misión, quedando lo novelesco de ella.
Afleck dirige y actúa. Ben Affleck y George Clooney producen. Bryan Cranston es Jack O'Donnell y Alan Arkin es Lester Siegel, un productor. John Goodman hace el rol de un real John Chamber, un galardonado maquillista hollywoodense. Michael Parks aparece raudamente como Jack Kirby, el reconocido dibujante del cómic “Capitán América”, quien hace los bocetos o “storyboard” de la ficticia “Argo”.
La película solo costó US$45 millones que ya ha triplicado en taquilla gracias al toque político del tema y al nombre de las estrellas involucradas. Pero, a más de ciertos méritos de producción, como la imitación del grano de la película para recordar la época y el toque documentalista del asunto, solo habría posibilidad de nominaciones a actuaciones secundarias (Arkin, Goodman).
Por lo demás, Afleck fue más talentoso en “Gone, baby, gone” o en “The town”, pues en este filme se apega solo de la estela política del tema y de una actuación seca y sin visos dramáticos. Son muy claras las muletillas “suspense” como la aprobación de tiquetes de avión o la recepción de una llamada, para dar emoción al climax del filme, sin tener un mejor guión o elementos más inteligentes para proveer este enganche en el público. Se abusa de caras mal temerosas y de la imagen del Ayatollah Ruhollah Jomeini, mostrada demasiadas veces como un ícono atemorizante, que deja de serlo por lo repetida. Se muestra al final, de manera demasiado formulada, la imitación escenográfica de fotos de prensa muy reconocibles. En este sentido, “Argo” cuenta 33 años después algo interesante de conocer como anecdótica operación de inteligencia, pero que poco afortunada y nada impactante quedó como historia fílmica.
EL CÓDIGO DEL MIEDO (SAFE)
Boaz Yakin (“The Prince of Persia”) escribe y dirige a Jason Statham, el “tough guy” y Catherine Chan “la niña memoriosa que sabe un enorme número de cuenta perseguido por los chicos malos”. Chris Sarandon, primer esposo de Susan, está también en este filme intrascendente. Todo acá se desenvuelve bajo el esquema que alguna vez todos los “duros” peleadores del cine han seguido: dar golpes a diestra y siniestra en defensa de un niño(a) que, por puro azar y a regañadientes, les acompaña. Stallone, Willis, Schwarzenegger, Van Damme y demás compañía, han realizado este tipo de filmes. El turno fue de Statham (“The transporter”).
BUSCANDO UN AMIGO PARA EL FIN DEL MUNDO (SEEKING A FRIEND FOR THE END OF THE WORLD)
Keira Knightley como Penny y Steve Carell como Dodge, este último usual actor de comedia, siguen las pautas de Lorene Scafaria, quien hace la dirección y guión de un tema acerca del fin del mundo. Un asteroide golpeará la tierra, las autoridades no darán aviso sobre el sitio exacto del impacto para evitar pánico y desbandadas sin sentido ya que la destrucción será total. ¿Con quién pasarías los últimos días? Es una pregunta que genera respuestas de toda índole: unos generando caos y desorden, incendio y saqueo, otros comiendo y bebiendo sin control, muchos en bacanal sin freno, algunos incestúan, muchos guardan esperanzas y se aseguran de estar en bunkers colmados de viandas. Penny, acaba de disgustar con su pareja informal y su vecino Dodge anda meditabundo.
Su casual encuentro los lleva poco a poco a reconocerse como compañía placentera, visitan al padre de Dodge, lejano y alejado. Meditan, juntos olvidan un tanto el cataclismo que, al final, llega apagando la pantalla. En el transcurso pudiera haber sucedido algo interesante, pero no. Parece una meditación profunda sobre el final de la vida, pero tampoco. Solo obliga al público a recordar otros cercanos filmes al tema del 2012: el especulado final de la vida en la tierra. De los muchos filmes solo “2012”, de Roland Emmerich, aportó grandilocuentes desastres con los usuales efectos 3D y demás. Al otro extremo, “Melancolía” de Lars Von Trier, hizo un producto reflexivo.
jueves, 29 de noviembre de 2012
MI SEMANA CON MARILYN (MY WEEK WITH MARILYN)
Colin Clark (el rol de Eddie Redmayne) escribiría esta biografía parcial de lo que solo podia sucederle a un privilegiado chico hijo de historiador y militar, educado en Eton y Oxford, que a los 23 años trabaja en sus ratos libres para el ahora empresario Laurence Olivier (Kenneth Branagh). Luego de su madurez como empresario de TV inglesa, decidiría ya sobre sus cincuenta de edad escribir dos libros alrededor de sus recuerdos con “la mujer más famosa del mundo”.
Esta película de bajo costo (US$10 millones) pero de altísima calidad, como casi todo producto inglés, tiene producción del infaltable Harvey Weinstein (el zar del mítico Hollywood actual). El guión parece un trabajo rutinario de Adrian Hodges (básicamente un TVmaker). De los libros escritos por Clark (“The Prince, The Showgirl and Me” y “My Week with Marilyn”).
Michelle Williams (la viuda de Heath Ledger) hace una excelente Monroe. Derek Jacobi, Emma Watson y Judi Dench están muy de pasada en el filme, pero pesan en el poster. La música es del grande Alexandre Desplat.
En esta película se percibe una gran objetividad biográfica que de manera honesta deja ver a su vez a la infantil e inocente chica sin pulimento social que era Marilyn. Para el empresario y actor Olivier (puros, perfumes, encendedores producidos industrialmente con su nombre), contratarla era un simple negocio. Quizá por ello, soporta las pequeñas estupideces e inseguridades del mito viviente en que estaba convertida la americana Monroe. El flemático Olvier “soporta” el cierto caos que introduce la rubia en el set y enfrenta, de alguna manera caballerosa, su nivel de “Sir” o “Lord” agregado al abolengo ganado en el teatro y el cine mundial, calificado como el más grande en ese momento, a las torpes formas de actuación y simples maneras sociales de MM.
En esta historia “basada en hechos reales”, lo cual es cierto, aparecen la esposa de Olivier, Vivien Leigh (Julia Ormond) ya no tan bella como en “Gone with the wind”. Está también el paciente esposo de MM, Arthur Miller (Dougray Scott) soportando lo que nunca debió enfrentar en su vida. Aparece muy rápidamente, Arthur Jacobs (Toby Jones) el gran productor (quien en la década de 65s-75s hizo las primeras cinco entregas de la saga de “El planeta de los simios” y algunas clásicas como “Mr Chips”, “Dr Doolittle” u otras basadas en los libros de Charles Dickens).
Aparecen también Milton H. Greene (Dominic Cooper), fotógrafo de muchas imágenes clásicas de MM, Paula Strasberg (Zoë Wanamaker), hija del famoso creador de un estilo y metodología actoral reconocidos aún hoy. Paula fue entrenadora de actuación para MM y buena amiga, luchando acá como su asistente a enfrentar las destrezas de Olivier en la filmación de “El Príncipe y la Corista”, reconocido filme que era en la práctica una metáfora de sus dos principales protagonistas.
Un buen ejercicio antes, o después, de ver esta “biopic”, es compara lo que allí se ve con las fotos más reconocidas y los documentales en que aparece MM. La actuación de Williams y la dirección de Simon Curtis buscan rememorar movimientos y mohines ya clásicos en la iconografía audiovisual mundial de Marilyn. Muchas de las tomas traen a la mente fotos y noticiarios de la rubia inolvidable. Otra parte del ejercicio es ver las escenas de “El Principe y la Corista” para una nostalgia sobre el medio siglo veinte de posguerra y la constatación del resultado de esas semanas con Marilyn, que Clarke decidió referir para ser envidiado por haber recibido unos de los últimos besos de una estrella.
sábado, 10 de noviembre de 2012
LAS VENTAJAS DE SER INVISIBLE (LAS VENTAJAS DE SER UN MARGINADO; THE PERKS OF BEING A WALLFLOWER)
Stephen Chbosky, el director, se apoya en su propio guión de su novela personal (Editorial Alfaguara).
Él mismo, posiblemente sea Charles (Logan Lerman “Percy Jackson…”). Un chico tres años atrás de esa interesante Sam (Emma Watson, “Harry Potter…”), a quien ayudará con su inteligencia callada a pasar a la universidad. Pero es Patrick (Ezra Miller, un excelente actor joven lucido en la dolorosa “We need to talk about Kevin”), ese gay que aporta elementos teatrales y divertidos a la historia, quien sirve de imán central a lo que sucede en esta sencilla historia adolescente. Allí se encuentra el abuso temprano, los amores con distancia de edades, el homosexualismo culpabilizante, el buen profesor que orienta la vocación del futuro escritor de su misma vida, los padres buenos pero alejados en su propia vida y, los “abusones”.
Es un tema simple producido en Estados Unidos. pero muy inglés, lo cual le da su calidad. John Malcovich está entre los productores. Allí está la experiencia temprana de todos, escrita por cartas que hacen capítulos y. por ello, en el filme la voz del protagonista acompaña en “off” sus diálogos con el público. En el cine no hay que pensarlo mucho para productos dignos, humanos, y universales.
domingo, 4 de noviembre de 2012
Oscares 2013: SKYFALL
Esta es una tarjeta de cumpleaños de los 50 de Bond, en el cine, y 60 en la literatura. De 14 novelas se han hecho 25 filmes y, posteriormente, han aparecido una decena de escritores que han aportado sus versiones novelísticas sobre este personaje, universalmente conocido e ícono de ficción, representado en actores todos aun en vida y situaciones todas interpretatorias de los peligros contemporáneos.
Esta celebración de las bodas de oro del personaje es dirigida por el talentoso Sam Mendes, quizá por ello hay algo de “Road to perdition” en la atmósfera de la segunda mitad de “Skyfall” hasta su final. Claroscuros, sombras, caminos solitarios y alejados, lentas vistas aéreas, tiroteos en penumbra y personajes que se persiguen por venganza, con muertes aseguradas y comprensibles.
Roger Deakins es el director de fotografía. Por eso el tono es de “Fargo”, o de “No country for old man”, coincidencialmente donde Javier Bardem ganó su meritorio Oscar de asesino con técnicas habilidosas de matar. Bardem, acá en “Skyfall”, agregará homosexualidad a su personaje de archienemigo del 007, será creativo en su ataque hacker al MI6, será encerrado al estilo de Hannibal y se echará al hombro la película con un fabuloso rol.
Benjamin Whishaw (“Bright star”, “El perfume”) es ahora “Q”. Qué pena anticipar que Judi Dench (“M”) se despide, luego de ser en las siete últimas entregas la jefe de Bond, dado que a sus 77 años, con enfermedad visual degenerativa, entra al limbo de los grandes actores con seis BAFTAS, seis nominaciones al Oscar y uno ganado, etc.. Le reemplaza en la saga Bond, el inmenso actor Ralph Fiennes (el Lord Volemore de “Harry Potter”…). Naomie Harris comienza como Eve, una chica Bond, hábil agente, para quedar enrolada dentro de la saga como la Miss Monneypenny, secretaria de “M”, que siempre ha de ser recordada en la cara de Louis Maxwell (quien hizo este papel en las primeras 14 películas).
El nunca olvidable Albert Finney (“Tom Jones”, “Los duelistas”, “Erin Brockovich”) aparece como el guardia de la vieja casa donde se crió Bond. Porque en “Skyfall”, se llega al origen y renacen muchas cosas en la saga.
En Skyfall” hay numerosas referencias y “dejavús” de los anteriores filmes: frases como “for your eyes only”, el desastre facial de Raoul Silva, (Bardem) que habiendo sido un agente 00 no muere por el cianuro en su muela y pierde la mitad de su cara recordando al público al “jaws” de “The spy who loved me” y “Moonraker”. También esté el simbolismo de la muerte de una época en la explosión del Aston Martin que fue utilizado en “Goldfinger”, así como la vuelta a la Beretta que ahora solo puede ser disparada por el 007 portador, entre otras a las que hay que jugar a descubrirles.
El formato seguirá siendo el mismo: se comienza con una escena impactante no vista en otros filmes, donde Bond le recuerda al público cuál es su oficio. Sigue con el planteamiento de la tarea por parte de “M”, la entrega de “gadgets” de las manos de “Q”, el viaje al otro lado del mundo y encuentro con la “chica Bond central”, los enfrentamientos con los matones del archienemigo de turno, hasta llegar a conocerle cara a cara. Siempre habrá alguna empatía de este con el agente secreto más conocido del mundo. El impacto es de orden global, habrá que salvar al mundo a través de MI6… ahora se la ha agregado mucho factor emocional, sentimental, de reflexión sobre la vida, los héroes sufren y son de carne y hueso. Una de las grandes influencias en el cine de masas y acción ha sido impuesta por el lenguaje de los Nolan (“Batman”), toda una semiótica que está allí presente en “Skyfall”, para que “007 …to be continued…”.
lunes, 29 de octubre de 2012
360
Fernando Meirelles es un bien admirado director brasileño, ante todo por su “City of God”. Luego vendrían “The constant Gardener”, “Blindness” y, ahora, “360”. Cuenta con otro par de películas, un tanto desconocidas en los grandes canales de distribución, y podría decirse que “Blindness” basada en la novela del novel José Saramago, ha sido su bache en el camino y un fracaso económico.
En “360” tiene la suerte de contar con un basamento argumental del novelista y guionista Peter Morgan (“The Queen”, “The last King of Scotland”, “The other Boleyn girl”, "Frost/Nixon”, todas ellas de colección, y otras algo notorias). No obstante este valioso apoyo, lo que hay en “360” es la onda que caracteriza muy bien a Guillermo Arriaga y Alejandro González Iñárritu ("Amores perros”, “21 gramos”, “Babel”), pareja de la que se bajó un poco el tono cuando surgieron sus egos; o también a Paul Haggis (”Crash”).
La onda guionística mencionada consiste en trazar una imaginaria figura geométrica que sirva de mapeo a los protagonistas de una historia, hasta que crucen sus caminos sorprendiendo al espectador y contando historias multiétnicas y pluriculturales de la era globalizadora,técnica que ha dejado quizá algunos de los mejores productos en la filmografía propia del tercer milenio.
En este caso, el guionista une las vidas de unos quince protagonistas a través de Viena, París, Londres o Colorado, haciendo referencia importante también a Checoslovaquia y Rusia. En el filme se hablan siete diferentes lenguas y se viven desamores, amores inconfesados, amores inconfesables y amores perdidos, en una mezcla actual con mafias invisibles y diversas clases sociales, jugando a visibilizar destinos cruzados de los cuales se podría no ser consciente. El mundo así visto es pequeño y universal, se acerca al espectador y lo iguala a cualquiera en el otro lado del mundo.
Este cine es inclusivo frente a razas, credos, ideologías y oficios, una buena tendencia discursiva para los tiempos que corren.
Pero, lo más notoriamente interesante en “360” es su fotografía. La cámara del brasileño Adriano Goldman es un clásico de la sutileza, la suavidad de movimientos, la precisión y el sentimiento humano a través de su mecánico ojo. Con esa calidad de dirección de cámaras se puede contar una historia desde adentro de quien relata o desde quien observa el relato. Un relato que termina en las hermanas Mirka y Anna, eslovacas a través de quienes comienza la historia queriendo demostrar que la vida podría dar muchas vueltas, con algo de cotidianidad y rutina, de individualidades de la gente común, como lo son todos los asistentes a la sala de cine pero que no ha de satisfacer a algunos, cerrando los 360 grados de un vital círculo.
lunes, 22 de octubre de 2012
EL CARTEL DE LOS SAPOS
Carlos Moreno, de Cali (44) va haciendo honor a la raigambre fílmica del Caliwood del siglo pasado. Con “Tiempo final”, “Sin retorno”,” Los caballeros las prefieren brutas” y, mejor aún, con el actual “El Patrón del Mal”, de TV, y “Perro come perro” en cine, ha confirmado calidades de dirección al nivel que Fox o Sony desean comercializar.
Por ello, la factura de “El cartel de los sapos” (la película) es internacional en su tratamiento técnico visual, de sonido y de montaje. Lo de las actuaciones estaba asegurado pues el talento nacional es quizá, en su conjunto, el mejor de Iberoamérica. Esta afirmación se aclara expresando que no se deja de reconocer la gran cantidad de figuras individuales de la actuación en habla hispana, pero Colombia puede tener el más alto nivel promedio comprobado en esta profesión artística, que es la que sostiene un producto puesto en pantallas.
Manolo Cardona (otro de los tantos “exPadres e Hijos” con éxito), Juanita Acosta (En TV “Hospital central”, en cine “Los dos lados de la cama”, entre unas dos docenas), Diego Cadavid (“La saga”… “Te busco”, “Soñar no cuesta nada”, “La lectora”), Robinson Díaz (“El Cartel…”), Julián Arango (“El inútil”), Andrés Parra (“El patrón…”), Fernando Solórzano (“El rey”), Juan Pablo Raba (“El clon”), son los colombianos destacados acá.
Kuno Becker (“La hija del caníbal”, “Sex and breakfast”), Pedro Armendáriz Jr. (a quien se dedica por su muerte reciente este film), Adriana Barraza (“Amores perros”, “Babel”, “Thor”…), Saul Lizaso “Ladrón que roba a ladrón”) , Tom Sizemore (“Nacido el 4 de julio”, “Salvar al soldado Ryan”, “Black Hawk Down”, entre muchas), hacen un excelente elenco internacional de soporte.
ALGUNOS COSTOS.
La Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas ha escogido este filme para representar al país en los Premios Oscar de 2013, pero aún con todos los méritos nacionales, no es un producto identitario ni suigéneris.
No obstante, siendo una de las mejores producciones a nivel digital y de edición realizada en Colombia, permite generar reiteradas preguntas acerca de la ansiada internacionalización del cine nacional. Los costos actuales de muchas de las producciones televisivas son altamente similares a los que exige una producción para pantalla grande. Esto es, que el formato cine ya ampliamente utilizado, con exteriores y sin recato de presupuesto en TV, conlleva iguales factores de producción para el cine.
Según recientes cálculos de la Revista Dinero, por ejemplo, el actual éxito en pantalla chica que es “El patrón…” percibe por cada 30 segundos de pauta unos $22,1 millones, que con un promedio de 20 comerciales diarios representa cerca de $443 millones, lo cual permite sufragar los costos totales promedio de cada capítulo por $300 millones. Para un total de 123 capítulos programados (unas 40 horas de película neta) el costo de este producto es de $36.900 millones (unos US$20 millones).
Con este comparativo, “El cartel de los sapos” para TV, que quedó de manera excelente comprimido en este filme, no sobrepasa US$10 millones de presupuesto en su versión fílmica, lo cual demuestra ventajas comparativas del cine colombiano. Cabe esperar, de paso, el “comprimido” de “Pablo Escobar: el patrón del mal”, por obvias razones de conveniencia comercial a nivel global.
LA HISTORIA.
A continuación, el personaje colombiano real, el nombre en el filme y el actor que lo representa:
1. El cartel del Norte del Valle es “el Cartel de los sapos”.
2. Andrés López, el autor del libro es alias 'Florecita' (Manolo Cardona).
3. Orlando Henao, es Óscar Cadena (Fernando Solórzano).
4. Luis Alfonso Ocampo Fómeque, alias 'Tocayo', es Álvaro José Pérez, alias 'Guadaña' (Julián Arango)
5. Víctor Patiño Fómeque, es Fermín Urrego, alias el 'Tigre' (Waldo Urrego)
6. Juan Carlos Ramírez Abadía, alias 'Chupeta', es John Mario Martínez, alias 'Pirulito' (Juan Pablo Raba).
7. Wílber Alirio Varela, alias 'Jabón', es Milton Jiménez, alias el 'Cabo' (Robinson Díaz).
8. Fernando Henao, es Pepe Cadena (Diego Cadavid)
9. Jorge Eliécer Asprilla Perea, alias el 'Negro Asprilla', es Apolinar Santilla, alias, el 'Negro Santilla” (Elkin Córdoba)
10. Diego Montoya, alias 'Don Diego', es Mario Lopera o 'Don Mario' (Santiago Moure)
11. Hernando Gómez Bustamante, alias 'Rasguño' es Gonzalo Tovar, alias 'Buñuelo' (Juan Carlos Arango).
12. Danilo González, coronel de la Policía, es (Saul Lizaso)
13. Don Modesto, capo mexicano (Pedro Armendáriz Jr.)
La película narra el momento en que durante los años noventas, fragmentados el cartel de Medellí y el de Cali, surgió este del Norte del valle (actualmente liderado por los llamados “Los comba”. El nuevo cartel tenía “como cabeza visible a los hermanos Henao: Fernando Henao Montoya, Arcángel Henao Montoya El Mocho, Lorena Henao y en especial al temible José Orlando Henao Montoya El Hombre del Overol, jefe máximo del cartel, también contaban con Andrés López La Flor, Luis Alfonso Ocampo Tocayo, Víctor Patiño Fómeque La Fiera, Juan Carlos Ramírez Abadía Chupeta, Wilber Alirio Varela Jabón, Efraín Hernández Don Efra, Iván Urdinola, Jorge Eliécer Asprilla Negro Asprilla, Diego Montoya Don Diego, Miguel Solano, Luis Hernando Gómez Bustamante Rasguño, Carlos Alberto Renteria Mantilla Beto Rentería y contando con la ayuda del coronel de la policía Danilo González” (Wiki).
LA MORALEJA: siendo clasificada para mayores de 12 años, asisten los menores a esta edad a quienes las figuras de la pantalla les son familiares desde sus hogares en la televisión. No se han de preguntar por qué asesinan a sangre fría después de haber espetado mil vulgaridades y utilizado tonos nada decentes en sus voces. Tampoco se han de preguntar por qué se baila con parejas forzadamente “topless” o no tendrán necesidad de entender que, de toda forma, el autor de esta historia tiene la buena intención final de dejar claro que el crimen no paga y que, además de perder la tranquilidad dejando de ser “limpio y transparente”, se perderá también el amor de toda una vida.
miércoles, 17 de octubre de 2012
BÚSQUEDA IMPLACABLE 2 (TAKEN 2)
Luc Besson hizo carrera como director en recordados filmes como “Nikita”, “The Big Blue”, “León…”, “…Joan of Arc…”, en el siglo pasado, luego algunos de mucho menor importancia y recientemente “The Lady”. Pero su estilo queda mejor plasmado en guiones como “Wasabi”, “The transporter” o “Taken” y, quizá por ello y el dinero, es fundamentalmente un productor casi en todas las anteriores y otras de menor taquilla como “Hitman” o “Colombiana”.
Al reconocer Besson que lo hace bien gerenciando la propia producción fílmica, tiene directores de su preferencia: Louis Leterrier, Pierre Morel u Olivier Megaton. Robert Mark Kamen es su coescritor en lo que más le luce, que es el género de acción.
Besson es un “Spielberg” francés cuyo nombre en cualquier lugar de los créditos llama la atención de los cinéfilos. Ha tenido fiascos (“Revólver” o “Colombiana”) que, sin embargo, recuperan sus presupuestos. En sus producciones más vendedoras se reconoce el excelente trabajo de hipnótica edición y montaje por parte de técnicos que provienen del medio publicitario y expertos en videoclips. Ahora, gracias a los US$230 millones que recogió la primera parte, Liam Neeson (exboxeador en su juventud), Maggie Grace (Irina de la saga “Twilight”) y Famke Janssen (Jean Gray de “XMen”), repiten como la familia enfrentada a mafiosos.
Para una producción de Besson los condimentos necesarios están en 1) la chica joven que apoya, 2) al héroe habilidoso y de estrategias sencillas pero efectivas contra, 3) una determinada mafia (rusa, francesa, japonesa, albanesa), armado de 4) revólveres y autos veloces, con 5) edición rápida y efectista. El “taste” resultante es diferente a las manidas producciones americanas y menos costoso (US$80 millones), quizá por una reducción de gastos publicitarios y la distribución en este hemisferio en alianza con 20th Century Fox.
miércoles, 10 de octubre de 2012
UNA MUJER PARTIDA EN DOS (LA FILLE COUPÉE EN DEUX)
Dentro de la celebración del Festival de Cine Francés 2012 en Colombia, se podrán volver a ver buenas películas como el clásico “El bello Sergio” (primer filme de Chabrol 1958), o las más recientes “La flor del mal” (también de Chabrol 2003), “La Guerra de los botones”, “Las mujeres del sexto piso” o este muy interesante filme “La mujer partida en dos” (2007) también del nunca muchas veces mencionado Chabrol.
La dirección es del admirado Claude Chabrol, bajo un guión coescrito por este ícono de la dirección cinematográfica francesa con Cécile Maistre, y con la música de Matthieu Chabrol (segundo hijo del director), quien acompañó a su padre “nueva ola” en los últimos 20 filmes de su carrera.
Ludivine Sagnier (“La piscina”, “París te amo”) es Gabrielle, el escritor Charles Saint-Denis, está interpretado por François Berléand (“El transportador”), y el millonario Paul Gaudens, es un rol de Benoit Magimel (“La flor del mal” o la voz de Ken en “Toy story 3”).
Este trío amoroso de chica sensual, hombre maduro y joven galán, hace un thriller muy galo que saca al público del inercial estilo americano usual en las pantallas colombianas. Destacable la divina Ludivine, una Lolita de belleza europea con extraño atractivo reconocible desde la recordada “La piscina” y la dirección de uno de los maestros de la vanguardista “nouvelle vague” del medio siglo pasado, que siguió siendo un movimiento moderno, como lo demuestra esta mujer partida en dos amores.
martes, 9 de octubre de 2012
TED
Seth MacFarlane es el rey de los cómics políticamente incorrectos en TV estadinense, aunque sin tener la meritoria difusión e inteligente desarrollo de “The Simpsons”. Sus renonocidas creaciones “The family guy” o “American Dad” son competidoras de “South Park” u otros tantos ejemplos de muñequitos casi planos (2D) con posteriores variaciones de sombreado 3D, que dicen verdades y gritan vulgaridades, o que reiteran comportamientos de baja gama social, o que dicen en altavoz lo que los racismos, ateísmos, satanismos u otros “ismos” piensan de la sociedad que se cree y lucha por ser más civilizada e inclusiva.
Experimentado por su paso en Hanna Barbera y Disney, MacFarlane salta ahora al mundo de la captura de movimientos para mezclar al dibujito TED con actores vivos. Lo logra muy bien, y al hacerlo gana la credibilidad para reír con la actitud perrata de este oso buena vida, drogo, bebedor y mujeriego aunque “no tenga pene”???, aprovechado del “feeling toy” que despierta en el sexo femenino. Su compañero desde la infancia, John (Mark Wahlberg), es aquí prácticamente inducido a los suaves vicios, la fiesta que interfieren el trabajo con disculpitas mentirosas y cierta dificultad para concretar una relación madura con Lori (Mila Kunis). El “inmaduro” Ted bien a representar una mala compañía para su compañero humano y este es el toque de MacFarlane, que ha sabido aprovechar estos lenguajes tecnológicos combinados con sus guiones incorrectos para llegar de manera innovadora a un público adulto.
Aparte de ello, un fundamento semiótico utilizado por Mac Farlane es la insistencia en intertextos de la industria californiana. Cameos de estrellas (Norah Jones cantando, Sam J. Jones –Flash Gordon- enfarrado, Ryan Reynolds como mudo gay) y las referencias a la música disco o al delicioso rock sinfónico de Queen. Burlas constantes a actores o actrices y figuras públicas haciendo caso a los “gossips” por todos conocidos. La única dificultad para que los US$65 millones pasen el límite de los US$500 millones (va en poco más de US$435 millones) es la imperfecta traducción del inglés y la recurrencia a una intertextualidad estrictamente relacionada con el medio hollywoodense, lo que impide que la totalidad del público asistente comprenda ciertos diálogos pensados por el inteligente MacFarlane.
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