viernes, 27 de agosto de 2010

El Metro de Bogotá y el General...

No es de costumbre en este blog citar opiniones ajenas, pero en este caso se debe hacer una excepción. Acerca del tremendo error ciudadano que es llevar a cabo el proyecto Metro en la capital opina en el periódico El Tiempo de hoy, quien abajo firma:

"De las cifras, no del comentario de Peñalosa, que podría considerarse desfigurado por razones políticas, se deduce que a Bogotá la dejó el metro como solución de su agudo problema de movilidad urbana. Los costos comparativos con el TransMilenio son de tal magnitud, que sería necio persistir en la idea obsesiva del tren subterráneo. Lo que la lógica aconseja ante semejante realidad es concentrar todos los esfuerzos en la ampliación del TransMilenio, incomparablemente menos costoso, más rápido de construir y con más del doble de capacidad transportadora por trayectos similares. La Nación ha fijado ciertas condiciones para aprobar el empeño bilateral. Importante verificar si las condiciones se cumplen o simplemente se allanan sobre cálculos optimistas, que resultan superados billonariamente por la realidad, los sobrecostos, el engordamiento de bolsillos ajenos, los interventores que no intervienen, en fin, las mil maneras de defraudar a los gobiernos, que los protagonistas conocen mejor que nosotros".

"Conclusión: si el propio Secretario saliente de Hacienda descalifica el metro, aun sin proponérselo, los ciudadanos no podemos dejárnoslo embutir a la brava. De aceptarlo con resignación de borregos, estaremos prohijando la crisis que ciudad, nación y nuestros hijos habrán de sufrir en un futuro cercano".
alvatov2@yahoo.com
Álvaro Valencia Tovar

Sin embargo,habrá que aceptar que política y democracia suponen que los mecanismos previstos de todo orden, electoral administrativo, jurídico y presupuestal, den curso a las decisiones que pasan por las instancias primarias para ser ejecutadas por las gestionarias. El Metro se está "colando" como una irracional decisión gracias a la deshonesta propuesta del Polo y a la necedad de los funcionarios de turno en desconocer a la academia, los expertos, las cifras y, en general, la realidad y la razón.

Ver "Pastilla y sorbo amargo del METRO en Bogotá" más abajo en este blog