viernes, 30 de julio de 2010

MARMADUKE



Otra versión de las siempre necesarias películas familiares que mezclan actores en vivo y animales. La técnica “live action”, que combina material audiovisual para convertirlo en una especie de “stop motion” da gestos y acomoda los labios al lenguaje, conviertiendo varios perros y un gato en personajes que giran alrededor de la familia Winslow.

Se basa en una historieta localista gringa de Brad Anderson ¿?, dirigida por Tom Dey ¿? Los referentes que poco importan a los niños residen en William H. Macy, el patrón del protagonista. Entre los perros, Jezabel la dama pastor collie tiene la voz de Fergie, su novio un impuro rottweiler es Bosco con la voz de Kiefer Sutherland. Marmaduke, el gran danés cuenta con la voz de Owen Wilson.

El esquema americano de padre trabajador en busca de éxito para su patrón, esposa fiel, insulsa y pendiente de que este llegue bien a sus labores diarias, la hija quinceañera odiando todo lo que hacen los mayores y ensoñando chicos surfeadores que la enamoren, los chicos menores de siete años: el pequeño inteligente que observa todo a su alrededor y la graciosa que todos quieren.

Casa enorme, carros familiares, playa californiana, dan escenografía a grupos de débiles perdedores dominados por machos alfa, trillado superesquema que se repite en humanos y canes. Varias escenas de rotura y desorden que harán parar de sus sillas gigantes a los pequeños enanos espectadores alborotados con carcajadas, estruendos y gritos. Es una fórmula que, a pesar de justa con la población infantil, no logró sino recuperar sus US$ 50 millones de costo y entrar en las listas de “rotten tomatoes” como sosa, aburrida y manida.