sábado, 10 de agosto de 2013

BLANCANIEVES

Con la estela que dejan 10 premios Goya, al parecer muy nacionalistas, Pablo Berger se ayuda de un buen elenco de nombres, como la muy española Maribel Verdú, Daniel Giménez Cacho (quien es bien conocido en Colombia con “Sístole Diástole” o “Perder es cuestión de método”) y Angela Molina (“1492”, “Carne trémula”, “Los abrazos rotos”). Los tres actores mencionados tienen cada uno a su haber un currículum envidiable, pero quizá guardan el obligado bajo perfil que generan las superproducciones de hollywood sobre las pequeñas películas hispanoamericanas de valía. Para la masa asistente a cine estos serían tres “Borges” sin “Nobel” del cine. Aun así, Berger no logra mucho con esta versión libre del cuento de los hermanos Grimm. Reutilizar el blanco y negro, angostar la pantalla, enmudecer actores, “españolizar” el argumento (con torero, manola, finca de lidia y demás), son elementos que no bastan sino para atraer a los creativos ávidos, pero no al gran público. Da quizá una lección de artesanía, pero nada más.