El triste espectáculo de Haití en ruinas y con hambre liquida el mito del TLC y la compra barata de alimentos de Estados Unidos en el Tercer Mundo. Dijo al respecto Bill Clinton, antiguo promotor del programa: "Fue bueno para los granjeros de Arkansas, pero malo para Haití. El error es mío, y viviré viendo como consecuencia suya la incapacidad de Haití para producir comida", cita Daniel Samper en El Tiempo.