viernes, 31 de diciembre de 2010
LOS VIAJES DE GULLIVER (GULLIVER´S TRAVELS)
De Jonathan Swift, un dublinés, se publicó en 1726 la historia de los cuatro viajes viajes de Lemuel Gulliver a Lilliput (país de pequeños 1:12), a Brobdingnag (país de gigantes 12:1), a Lupata, Balnibarbi, Luggnagg, Glubbdubdrib, y Japón (país de músicos y matemáticos que no saben aplicar estas artes), finalmente a la ciudad de los Houyhnhnms (país de defomes y de caballos como humanos).
Tres siglos después Rob Letterman (“Monsters y aliens”, “El cazatiburones”) dirige demostrando que lo hizo mejor en sus dos películas de dibujos animados. Jack Black actúa y es productor ejecutivo de esta versión libre y simplificada de los dos primeros viajes relatados.
El cine ha llegado a un nivel de desarrollo técnico tal que este film debiera haber sido un portento de bella imágenes y fidelidad a Swift pero, por el contrario, no hace sino una mala pantomima del libro, deteriorando esta clásica historia infantil a los ojos de la generación actual y sin mayor respeto por el original.
No obstante, el filme llama algo la atención por la forma en que logra ciertos contrastes de dimensiones alto-bajo y viceversa. Pero Jack Black, un histriónico músico y comediante, exitoso en otras producciones, aparece algo disminuido en su capacidad de conectar con las mentes infantiles, y mucho más con las adultas.
Vale la pena esperar que algún director de la talla de Tim Burton (“Alicia en el país de las maravillas”) o de Peter Jackson (“El señor de los anillos), retome esta obra literaria respetable y hermosa que podría ingresar en el tercer milenio a la mente de las generaciones infantiles y adolescentes de la internet y los efectos especiales, con base en una versión seria de dicho clásico.