
Insurge Pictures es una productora con dos años de iniciada en proyectos de bajo presupuesto. Todo empezó con “Paranormal Activity”, por culpa de DreamWorks y la distribución mundial de la poderosa Paramount, que multiplicó menos de U$1 a más de US$150 millones, siendo un bodrio risible.
Luego, las versiones de “PA 2” y “PA 3” lograron a manos de una Blumhouse Productions multiplicar U$3 a más de US$175 millones y U$5 a más de US$205 millones, respectivamente, engañando a la ingenua masa desprevenida y llena de temoras nacidos en casa. Paramount, tan seria, pero tan interesada apoya el asunto.

Ahora, “The devil inside” con solo US$1 millón van en US$70 millones y continuará barriendo billetes de los pisos de las salas de cine tercermundistas bajo el manto poderoso de Paramount Pictures. Los trucos: una nota que diga “Inspired by true events”, cámara al hombro en blanco y negro, videos borrosos de cámaras de vigilancia, lentes de contacto sin pupila, plagios continuos a la siempre recordada “The exorcist” con torres de templo, mujer atada que se eleva, voz diabólica que simula, cuerpos lanzados con violencia a las paredes, sacerdotes que mueren… en solo 80 minutos.
Resultado: el público contribuirá con la noble y desinteresada causa de estos avivatos productores de crisis, amparados por ese cartel que asusta almas infantilmente desoladas en las estaciones de transporte.