Ya producidos los resultados de las elecciones presidenciales 2010 en Colombia, puede hacerse un abordaje a los defectos visibles en la acción de los partidos y en la actitud de los candidatos, sin temor a especulaciones acerca de la realidad política o malversiones de los discursos.
¿Tiene futuro un Partido Verde como está actualmente organizado? No, es la taxativa respuesta
¿Representa una auténtica opción de oposición al gobierno de turno? Tampoco. No hay duda.
¿Porqué?
Una oposición seria debe contar con elementos de formación política profundos, de investigación de coyuntura y estructura acerca de los hechos nacionales y globales, de cimentación en datos comprobados y argumentaciones analíticas nunca basadas en lo estrictamente emocional. Hay muchos aspectos de la anterior campaña que permiten orientar el presente tema.
CORRUPCIÓN
El primero de ellos es el del concepto de “corrupción”. Existe corrupción administrativa, la hay burocrática y existe en todos los ámbitos de la vida nacional, es indudable. Pero, sin temor a la ingenuidad o a querer ocultar la realidad en favor gobiernista, el término debe ser tratado con mayor objetividad pues tiende a convertirse hasta en un peso de conciencia individual para todos y cada uno de los ciudadanos. Esto oculta el verdadero sentido político que debe tener el término corrupción si se maneja con la intención de acusar y evidenciar las políticas de un gobierno o las acciones específicas de un ciudadano en ejercicio de funciones públicas.
La corrupción es definida como “El abuso de los derechos de un funcionario público para beneficio propio y la realización de actos ilegítimos que afectan los bienes y recursos públicos, con el fin de obtener un beneficio personal, para familiares, amigos o correligionarios”. Pero la mayoría de los actos corruptos se realiza con la complicidad de empresarios y demás ciudadanos.
Se esgrime que las causas de la corrupción son: un sistema ineficiente, sin los controles necesarios; la politización de la administración pública, en que lo público va en función de los intereses particulares de los partidos políticos en favores, empleos y salarios y contratación; la impunidad en actos de corrupción no castigados conforme a las leyes ni sancionados moralmente y una escala distorsionada de valores reflejada en el consumo exagerado de bienes materiales, la pérdida del sentido de la búsqueda del bien común y a actividad política considerada solo como un fin para lograr el enriquecimiento rápido y fácil, sin importar los medios.
Este concepto de corrupción no es generalizable a toda la sociedad y es posible que se encuentre más dentro de la sociedad civil representativa de intereses empresariales, que en el mismo seno del burocratismo estatal. Y, allí en el sector privado, no se puede inmiscuir el Estado pues esto sería sinónimo de ruptura de libertades y de intromisión en las leyes de mercado, abstrayendo por el momento los cuestionamientos a ellas, yendo en el camino del autoritarismo estatal.
DEMOCRACIA
El segundo de los conceptos a revisar es el de democracia. En esto hay que parafrasear a Norberto Bobbio y sus seis transformaciones de la democracia, o promesas no cumplidas por esta: la sociedad pluralista, la representación, la persistencia de las oligarquías, el espacio democrático limitado, la persistencia de los poderes invisibles y la educación para la ciudadanía.
En su orden, 1) la sociedad es más pluralista de lo que se creía hace medio siglo 2) la democracia no es tan participativa como se esperaba y sigue siendo representativa. Ninguna constitución puede contener mandatos imperativos en defensa de intereses individuales y no hay grupo en el poder que no represente intereses particulares siendo la intermediación una solución a los conflictos sociales entre grandes organizaciones que nada tiene que ver con la representación política sino con la representación de intereses. 3) las oligarquías no tienden a su eliminación sino a su fortalecimiento y un gobierno democrático no es la ausencia de élites o grupos pues entre más élites o grupos compitiendo por el voto popular (oligarquía), hay mayor democracia, 4) el voto no será amplio sino restringido, no será obligatorio sino tratado siempre como un derecho y no se pasaría de democracia representativa a directa sino de democracia política a democracia social 5) tras el poder de Estado y el poder del pueblo prevalecen poderes invisibles como mafias, logias carteles, oligopolios 6) siempre habrá voto activos y votos pasivos: se vota a cambio de favores personales, aumenta el voto de quienes buscan favores personales y disminuye el voto de quienes votan sobre la base de una opinión política.
OPOSICIÓN
La oposición política requiere organización, doctrina y propuestas viables. Requiere reconocer bien el tipo de régimen político prevaleciente, la estructura social, la distinción clara de lo que representa un conflicto social, el manejo inteligente de la constante fragmentación política, y la independencia de los ideologismos. Debe agregarse a esto, la formación de cuadro y líderes en los aspectos ideológicos, académicos, técnicos y prácticos de la política, que van desde el reconocimiento de las diferencias entre ideología e ideologismo, del correcto uso de los conceptos jurídicos, económicos, administrativos y sociales a nivel académico, del pragmatismo en la captación de adeptos y el mensaje mediático, hasta la capacidad comunicacional y lingüística de los voceros y representantes de la oposición.
Si alguno de éstos términos no se entienden así y si persiste a nivel de los actuales cuadros verdes, con toda humildad, falta de medidas urgentes para aliviar su débilidad en formación política, el Partido Verde será una muy pequeña huella en la historia política del país y una muestra más de las múltiples frustraciones a las esperanzas de colombianos, debidas al apego a popularidades efímeras y al desconocimiento de que la carrera política exige más estudio y análisis del que las matemáticas y la filosofía, la práctica pedagógica y el paso silente por la nómina oficial, pueden proveer.