En el cine, como en la vida, se recrea la realidad de las desiguales relaciones de pareja, tanto a nivel profesional como en el denso y confuso mundo romántico.

Ashton puede ser un atractivo de taquilla para adolescentes sin formación estética o criterio artístico, pero no pasa de ser marioneta de productoras en búsqueda de insumo barato para un mercado en crisis. Natalie ha aceptado muchos trabajos, desempeñados con competencias artísticas probadas, desde que comenzó en el cine. Algún día ambos tendrían que toparse en el contradictorio mundo de talentos verdaderos y figuras de marketing.