viernes, 23 de julio de 2010

SILENCIO EN EL LAGO (EDEN LAKE)

Cine slash? Cine de cuchilladas y cortes sangrientos. Siendo este el género de Lago Edén el filme cumple lo que promete. El producto es británico y dirigido como opera prima por James Watkins (32 años), quien cumpliendo la ley de Zam, escribe el guión. La actriz es Kelly Reilly, recordada fugazmente por “Pride and Prejuice” o la reciente “Sherlock Holmes”.

Michael Fassbender es el coprotagonista, que quizá por haber estado en “Inglorious Basterds” o “300”, se habrá acostumbrado a las heridas.



La historia de una pareja que busca un romántico fin de semana a la orilla de un apartado lago se convertirá en unas pocas horas de buen terror para el público. Un grupo de jóvenes acampantes desadaptados se convierte en una terrible pesadilla para la pareja, hasta que todo desenlaza en casa de los padres de estos psicópatas.

Sin temor a generar creencias sobre supuestas preferencias personales, este filme llena expectativas a quienes tienen el estómago fuerte.

El lenguaje visual es “gore”, las heridas no muestran pues se insinúan tras el poder de la actuación y el color dominante de la sangre. Hay muchos ejemplos de cine clase B en este género pero, sin vergüenza alguna, habrá que reconocer la calidad específica de este filme. No es el momento para el comentario aunque debe hacerse antes que la memoria lo olvide: todo producto británico de la cinematografía suele ser honesto con el público.