domingo, 16 de mayo de 2010
CUARTO CONTACTO (fase o tipo, dependiendo del país)
En la onda de “La Bruja de Blair”, “RECs”, o “Actividad paranormal”, este producto mejora la factura y llega a ser algo más creíble si el motivo final del argumento no fueran los extraterrestres que inundan la ficción científica, escrita o fílmica.
Milla Jovovich se ubica en el número 49 de los Estados Unidos, Alaska, para intentar convencer al público que los Unknown Flying Objects, UFOs, resultado de las investigaciones de Josef Allen Hynek (1919-1986), además asesor de Steven Spielberg en “Close Encounters of the Third Kind” (hace ya 33 años), se deben a la existencia de seres extraterrestres. Esos seres nos vigilan, nos visitan, nos contactan, o nos secuestran (en Ufología, las abducciones alienígenas).
La doctora Abigail Tyler juega con el público en tres dimensiones temporales. La primera es una falsa grabación de videos que se nos presentan como reales, La segunda, es la dramatización paralela de los mismos (la propia película, en la cual se incluyen los primeros) y la tercera somos los desprevenidos miedosos que creeríamos que la primera es cierta. La doctora Tyler del video presenta una cara terrorífica, por famélica y alienada, que busca convertirse en ícono del terror cinematográfico, compitiendo con la chica del “Aro” cuya cabeza semioculta con un largo cabello ha asustado tanto a orientales y occidentales.
Con algunas remembranzas de Linda Blair en “El Exorcista”, se acude a lugares ya comunes de la historiografía del cine de miedo. Uno es la voz ronca que nos habla desde el otro mundo, en este caso, dentro del universo celeste, a través de un humano. Otro es la levitación que genera el conocido daño de unas vértebras a quien la hace sin su propia voluntad. Finalmente, de otros filmes, la sombra redonda y oscura del platillo que vuela.
Escribe y dirige Olatunde Osunsanmi, su ópera prima, filmando en Bulgaria y California, lo que es denominado un “bulo” o noticia falsa. Charlotte Milchard, la actriz ficticia que hace el rol de la doctora Tyler, en el video, es producto de noticias creadas para la promoción del filme.
El juego consiste en crear un mundo ficticio que circule mediáticamente (periódicos, radio, internet). Luego aceptarlo como real y recrearlo cinematográficamente. Agregar un accidentado manejo de cámara o un video en tonos ocres que sirva de falsa evidencia. Posteriormente jugar con simples sorpresas que se conviertan en sustos para el desprevenido espectador, no sin antes hacerlo pasar por la taquilla, para pagar por una chocolatina regular con un último mordisco sin sabor.